
En los laboratorios del Institut Català de Nanociència i Nanotecnologia (ICN2), el doctor en Ciencia de los Materiales Salvio Suárez-García dio con una tecnología bioinspirada (es decir, que emula los sistemas biológicos) capaz de acelerar la regeneración de tejidos y reducir el riesgo de infección en heridas y quemaduras. En vistas de los buenos resultados de su hallazgo, el científico empezó a llamar a distintas puertas para convertir su descubrimiento en una empresa. Así ha sido como Suárez-García ha conseguido 150.000 euros del programa CaixaImpulse y 170.000 euros más de Grow Venture Partners. Parte del capital aportado por este último fondo de inversión pertenece a Álex Cánovas Xifra, un exempleado de Grow que se unió a Suárez-García para ayudarle a fundar la startup Tirecat a finales de agosto del 2024.
Tirecat es una empresa surgida del ICN2 y cofundada por Suárez-García y Cánovas. “Estamos trabajando en el desarrollo de un nuevo material que se adhiere a las heridas y quemaduras y que acorta a la mitad el tiempo de curación y reduce el riesgo de infección prácticamente a cero gracias a su capacidad para prevenir las infecciones”, afirma Cánovas, quien ejerce de director ejecutivo de la compañía. Para poner de relieve la importancia de la solución hallada, el cofundador explica que “la tasa de infección en heridas crónicas o quemaduras que requieren de terapias regenerativas a largo plazo es muy elevada, tanto que las úlceras de pie en personas con diabetes son la primera causa de amputación no traumática en España debido a la dificultad de regenerar la úlcera y su altísima tasa de infección”.
La filial está finalizando unos estudios preclínicos, a los que les seguirán estudios clínicos en humanos y un estudio pivotal. “Necesitamos entre cuatro y cinco años para salir al mercado y una inversión de entre 5 y 7 millones de euros”, avanza el emprendedor. Por el momento, los cofundadores tienen previsto lanzar una ronda de financiación de 1,6 millones de euros para mediados o finales de este año. Esta nueva inyección económica les permitirá seguir avanzando en los estudios clínicos.
La empresa opera desde las instalaciones del ICN2, en el campus de Bellaterra de la Universitat Autònoma de Barcelona, y se encuentra en pleno proceso de contratación de sus primeros empleados. Desde la startup destacan que el mercado de la regeneración de tejidos actualmente alcanza los 22.000 millones de dólares (21.100 millones de euros) y que crece a un ritmo de dos dígitos anuales.