El modelo sugerido por el Sabadell a la CNMC implica vender negocio de pymes y tarjetas

La propuesta del Banc Sabadell recogida en las alegaciones a la opa hostil del BBVA, remitidas ayer a la CNMC, implica forzar la venta de como mínimo el negocio de pymes y de tarjetas y otros medios de pago en al menos Catalunya y Valencia. El objetivo defendido por el banco catalán, según las fuentes consultadas, es que si sale adelante la fusión se garantice que haya como mínimo cuatro grandes jugadores para que se mantenga la competencia.

Conseguirlo solo sería posible si un tercer banco (que no fuera ni el Santander ni CaixaBank) compra parte del negocio del Sabadell en lugar de ser absorbido por el BBVA. Es algo parecido a cuando Competencia obliga a las eléctricas a vender determinados activos en caso de fusiones, como la de Gas Natural-Unión Fenosa o la de Enel-Endesa.

Competencia ha aplicado ya en otros casos ventas de parte de los negocios en fusiones como las eléctricas

Las ventas parciales de negocio son un mecanismo que ya se ha dado en el pasado. El propio Banc Sabadell, por ejemplo, adquirió a BMN una parte del negocio de la antigua Caixa Penedès en Catalunya durante la crisis financiera. En la operación, se quedó unas determinadas oficinas con el negocio que se gestionaba desde estas.

Con las alegaciones se entra en un nueva fase en la que, según el Sabadell, se debe llevar a cabo un test de mercado sobre las consecuencias que para la competencia tendría la operación. Al final, la dirección de Competencia propone una determinada actuación a la sala de competencia que es la que puede tomar tres decisiones. La primera es autorizarla directamente. La segunda es autorizarla con condiciones o compromisos, y la tercera es prohibirla o rechazarla.

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Sólo en los dos últimos casos es cuando se pasa al Ministerio de Economía para que el Gobierno confirme expresa o tácitamente la resolución de la CNMC o imponga otras condiciones por razones de interés general, según explican en la CNMC.

La llegada a manos del Gobierno es lo que se considera como Fase III. El Sabadell opina que el Ejecutivo tendría argumentos para rechazar la fusión mientras que otras voces defienden que el Gobierno no tiene un cheque en blanco.

Un dictamen de la CNMC con condiciones permitiría actuar al Gobierno

Hasta ahora el BBVA sólo ha ofrecido mantener las condiciones comerciales a los clientes durante un periodo determinado de tiempo y no cerrar oficinas. Lo que plantea el Sabadell es que las medidas sean estructurales puesto que considera que el mantenimiento de las condiciones es difícil de comprobar y además, al ser temporales sólo retrasan la falta de competencia unos meses.

A principios de mes, la presidenta de la CNMC, Cani Fernández, explicó que se había enviado el pliego de concreción de hechos, un documento que se notifica tanto al Sabadell como al BBVA y que recoge los principales problemas de competencia de la operación. A partir de ese envío se abría un plazo de al menos diez días que al final, se amplió hasta este viernes para que el Sabadell presentara alegaciones tras acceder al expediente administrativo de la operación.

La CNMC lleva meses analizando el impacto sobre la competencia de una fusión del BBVA y el Sabadell, después de que en mayo el primero lanzara una oferta de adquisición de acciones de acciones (opa) sobre el segundo.

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