
La estrategia de presión y chantaje de Donald Trump ha funcionado. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha dicho a través de sus redes sociales que está listo para firmar el acuerdo que permitirá a Estados Unidos el expolio de la mitad de sus recursos minerales, un pacto que no incluye a cambio las garantías de seguridad que fue a buscar el viernes pasado en el despacho oval.
El líder de Ucrania ha lamentado que la reunión con Trump y el vicepresidente J.D. Vance, de la que salió expulsado tras la riña con los republicanos, “no salió como debía” y “es lamentable que haya ocurrido de esa manera”. Por ello, considera que “es momento de corregir las cosas” y expone su voluntad de que “la cooperación y la comunicación futura sean constructivas”.
El mensaje de Zelenski llega un día después de que Estados Unidos haya bloqueado el envío de toda la ayuda militar que ya había sido aprobada, incluyendo armamento que ya estaba en camino, mientras estudia levantar las sanciones a Rusia, con quien está normalizando relaciones. “Mi equipo y yo estamos listos para trabajar bajo el fuerte liderazgo del presidente Trump para lograr una paz que perdure”, asegura Zelenski, reiterando su “compromiso” con la paz y su intención de “sentarse en la mesa de negociación lo antes posible para acercar una paz duradera”.
En su mensaje, propone cómo podría darse un acuerdo inicial de alto el fuego. “Estamos preparados para trabajar rápidamente para poner fin a la guerra, y las primeras etapas podrían ser la liberación de prisioneros y una tregua en el cielo: prohibición de misiles, drones de largo alcance, bombas contra la energía y otras infraestructuras civiles, así como una tregua en el mar de inmediato, si Rusia hace lo mismo. Luego queremos avanzar muy rápido en todas las siguientes etapas y trabajar con Estados Unidos para alcanzar un acuerdo final sólido”.
Se trata de la primera vez que Zelenski ofrece a Rusia un alto el fuego parcial, con la liberación de prisioneros y la paralización de los ataques aéreos y marítimos. El ucraniano parece asumir con este mensaje que deberá ceder parte de su territorio para alcanzar un acuerdo rápido con el que cesen las hostilidades, algo que la Administración Trump lleva semanas dando por hecho.
Zelenski dice ahora que el acuerdo de minerales dará a Ucrania “garantías de seguridad sólidas”, como alega Trump
Hasta ahora, el líder de Ucrania se había negado a aceptar un final de la guerra que no incluyera garantías de seguridad, es decir, la cooperación de Estados Unidos en su defensa, alegando que el presidente ruso Vladimir Putin ha vulnerado los acuerdos de alto el fuego que firmó en el 2014 y el 2015, y volverá a hacerlo con una Ucrania débil.
Zelenski esgrimía que una tregua rápida e injusta tan solo serviría al Kremlin para ganar tiempo y rearmarse, algo que no podría hacer Kyiv al mismo ritmo dado que ya no cuenta con el apoyo militar de Washington. Pero ahora parece haber comprado la tesis de Trump, quien asegura que el acuerdo sobre los minerales –por el que Ucrania cederá los derechos de explotación de la mitad de sus tierras raras, yacimientos de petróleo y gas natural– es en sí mismo una “garantía”, pues Rusia no se atreverá a atacar si hay estadounidenses trabajando el suelo ucraniano.
“En cuanto al acuerdo sobre minerales y seguridad, Ucrania está dispuesta a firmarlo en cualquier momento y en cualquier formato conveniente”, afirma Zelenski en su publicación, rebajando sus exigencias. “Consideramos este acuerdo como un paso hacia una mayor seguridad y garantías de seguridad sólidas, y realmente espero que funcione de manera efectiva”.
Después de culparle por la invasión de su propio país, llamarle “dictador sin elecciones”, alinearse con Rusia en la ONU, excluirle del diálogo inicial para la paz y humillarle en público en la Casa Blanca cuando pretendía firmar el acuerdo sobre los minerales, Trump determinó el viernes que Zelenski “no está preparado para la paz” y le invitó a retomar las conversaciones cuando se disculpara por su comportamiento.
Pero el cambio de Zelenski hacia una actitud más servil con Trump ha llegado después de su bloqueo de la ayuda militar. Washington ha proporcionado en los últimos tres años unos 120.000 millones de dólares en asistencia armamentística, cerca de la mitad del total que ha recibido Kyiv, y que le ha permitido resistir a la invasión a gran escala lanzada por Rusia. Aproximadamente una quinta parte de su territorio sigue ocupado, pero el horizonte es peor si el conflicto sigue en pie, pues la capacidad de resistencia de Ucrania ha mermado con la guerra de desgaste.
Starmer se llama con Trump y Zelenski y celebra el “firme compromiso” del ucraniano con el fin “rápido” a la guerra
Con la suspensión de la ayuda militar, Trump certifica lo que lleva diciendo desde antes de asumir el poder: que la defensa de Ucrania debe ser responsabilidad de los países europeos. En su conjunto, Europa ha enviado desde la invasión unos 139.000 millones de dólares en asistencia militar a Ucrania, según el instituto Kiel para la Economía Mundial. Los líderes de Francia y Reino Unido, Emmanuel Macron y Keir Starmer, viajaron la semana a Washington y presentaron a Trump su propuesta para defender a Ucrania tras un hipotético alto el fuego: desplegar soldados de paz en el país europeo para asegurar el cumplimiento de la tregua.
Varios líderes del viejo continente se reunieron el domingo en Londres, invitados por el primer ministro británico, Keir Starmer, en una cumbre improvisada a la que asistió Zelenski y en la que se comprometieron a incrementar la inversión en defensa para la seguridad de Ucrania y de Europa en su conjunto. En ella, reconocieron que el papel de Trump será determinante para alcanzar la paz en Ucrania.
Starmer, convertido en el puente diplomático anglosajón entre Estados Unidos y Europa, se llamó ayer con Trump y esta mañana con Zelenski, y ha afirmado en un comunicado que es “vital que todas las partes trabajen para lograr una paz duradera y segura para Ucrania lo antes posible”. El líder británico ha celebrado el “firme compromiso” de Zelenski para asegurar “el fin más rápido posible a la guerra”, subrayando que “cualquier paz para Ucrania debe ser duradera y segura”.