

Las dos versiones contrapuestas sobre la presunta agresión sexual del exportavoz de Sumar Íñigo Errejón a la actriz Elisa Mouliáa han sido hoy confrontadas con la declaración de varios testigos, propuestos por la denunciante. El padre de ésta ha asegurado ante el juez que en la noche en cuestión su hija iba “borracha” mientras que un amigo de ella, presente en la fiesta en la que supuestamente hubo una de las agresiones sexuales asegura que no vio a la actriz ebria ni vio nada extraño.
Así lo han dicho ante el instructor Adolfo Carretero, según fuentes presentes en el interrogatorio, que explican cómo el padre ha indicado que notó que Mouliáa iba borracha cuando le llamó para comunicarle que su hija pequeña estaba con fiebre.
En ese momento, la actriz iba en un taxi con Errejón dirección a casa del político. Según su padre, notó por teléfono a su hija ebria y con ausencias, producto del alcohol u otra cosa.
Según declaró la actriz ante el juez, aquella noche en la que supuestamente Errejón la agredió había bebido mucho y no era consciente de sus actos e incluso insinuó que pudo haberla drogado, hecho que no hizo constar en su denuncia inicial en octubre del pasado año después de que el fundador de Podemos dimitiera como portavoz de Sumar y abandonara la política.
En su interrogatorio, el magistrado ya le preguntó porqué no se fue con su hija de apenas un año de edad después de conocer que estaba con fiebre y sin embargo subió al apartamento de Errejón, después de haber presuntamente sufrido una agresión previa en casa de unos amigos durante una fiesta. Ella explicó que no estaba en facultades de poder tomar ninguna decisión por su propia voluntad.
Otro de los testigos, un amigo de ella, ha explicado al juez que no vio si Errejón agarró de un brazo a Mouliáa para meterla en un dormitorio, tal y como aseguró ella que ocurrió en su presencia.
No noté ninguna actitud extraña»
Este joven ha relatado que “no vio muy ebria a Elisa” ni recuerda el momento concreto del que habla la actriz aunque sí recuerda que estaban con la música bailando, Elisa, Íñigo y otros amigos. Ha sostenido que no es consciente sin en algún momento desaparecieron porque él estaba también con otros amigos en esta fiesta en una casa en la que habría unas 14 personas.
A preguntas de la fiscal, ha apuntado que “no notó ninguna actitud extraña” ni que su amiga estuviera muy bebida y desmiente que en algún momento se acercara ella a decirle que estaba incómoda con la situación. “Vi una relación normal, no vi nada raro aunque tampoco estaba pendiente de ellos”, ha indicado, según consta en su declaración.
Fuentes de la defensa de Mouliáa ha explicado que también ha declarado como testigo una amiga de ella que no estuvo en la fiesta pero que la actriz le relató lo sucedido días después, aunque no lo denunció hasta tres años después.