“Las mujeres llegan a la jubilación con menos ingresos y ahorros inferiores”

“Las mujeres nos tenemos que ocupar de nuestra jubilación proactivamente. Si me preguntas desde cuándo hay que empezar a ahorrar, es fácil: desde ayer. Tengas 45 años o 23”, explica la escritora, divulgadora y emprendedora Natalia de Santiago. Este imperativo surge de la necesidad de cubrir un vacío real y muy común. Las mujeres cobran, de media, un 21% menos de pensión, según confirma el Observatorio Social de las Personas Mayores, de CC.OO.

Esta brecha comienza, como explica De Santiago, cuando nace el primer hijo y 20 años después, sigue persistiendo, no se corrige. Los contratiempos profesionales y salariales a los que se enfrentan las mujeres después de tener hijos, como carreras interrumpidas por bajas o reducciones de jornada, son las principales causas de esa disparidad. En España, los ingresos de las madres se reducen drásticamente tras el nacimiento de un hijo (alrededor de un 11% en el primer año), con una penalización a largo plazo de alrededor del 28% en comparación con los padres, estima el último informe de Esade.

Las mujeres cobran un 21% menos de pensión y pagan también la falta de educación financiera

La empresaria hace hincapié en que no solo es una cuestión de salarios más bajos sino que además, las mujeres viven más años y “es más común que una mujer tenga más bocas que alimentar a medio plazo”. “Tendemos a imaginarnos como ancianitas venerables metidas en casa sin gastar, pero teniendo en cuenta la calidad de vida actual, querremos seguir manteniendo nuestro tren de vida y viajar, salir y comprar”, asegura. Si ya la pensión es más baja y no da para cubrir todos los gastos, es necesario tirar de ahorro. Y ahí viene el siguiente escollo: las mujeres tienen menos capacidad de ahorro y consiguen que crezca menos. La tesis de Natalia de Santiago es que las trabajadoras invierten en líneas generales de manera más conservadora que los hombres, con lo que, además de partir de una cantidad inferior de ahorro, se revaloriza menos.

Y en este punto, la emprendedora es tajante: hay que ocuparse de la jubilación de manera proactiva, ser muy activas en cuanto al ahorro y para ello, la educación financiera es fundamental. “La falta de educación financiera tiene un impacto negativo en las vida de las personas a largo plazo y en esto, también salimos peor paradas las mujeres, incluso las más jóvenes”, afirma. Ellas tienden a minusvalorar sus conocimientos y a delegar actividades, como la contratación de hipotecas o fondos. Pero, dada la tasa de divorcios y la mayor esperanza de vida femenina, es muy probable que en algún momento tengan que hacerse cargo solas de sus finanzas.

Las mujeres tienden a minusvalorar sus conocimientos y a delegar tareas financieras

A este respecto, Natalia de Santiago participó esta semana en una jornada Aula, el programa de formación sobre economía y finanzas dirigido a los accionistas de CaixaBank. En la sesión Mujer, dinero y futuro. Cómo planificar tu jubilación , De Santiago detalló herramientas y consejos para que las mujeres puedan proyectar su retiro.

Entre este decálogo, lo primero es ser consciente del impacto económico que tienen decisiones como la reducción de jornada, también a largo plazo, y tener un plan sencillo. Es imprescindible hacer el cálculo de la pensión (hay simuladores en la web de la Seguridad Social), estimar la capacidad de ahorro año a año, calcular el patrimonio contando con la vivienda habitual o sin ella; y decidir el dinero que se necesita y cómo gestionarlo durante los años de jubilación. A partir de ahí, productos con interés compuesto ayudan a maximizar el ahorro, pero cuanto antes se empiece, mejor.

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