En el duro enfrentamiento que se está produciendo en Cepyme en los prolegómenos de la elección de nuevo presidente de esta patronal, hoy se ha registrado una rectificación. Es la del actual presidente, Gerardo Cuerva, que ha aceptado que en las próximas elecciones el voto se haga por delegación, y no únicamente de forma presencial. Es una modificación en el reglamento interno que se tomó el pasado 18 de febrero y que provocó un intenso enfrentamiento entre los partidarios de Cuerva y los del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, contrarios a esta modificación. Era la batalla pública de un enfrentamiento más de fondo entre los dos dirigentes empresariales que pugna por controlar la patronal de las pymes. Garamendi quiere tener más control sobre Cepyme y considera que Cuerva tiene un margen de autonomía excesivo, que se ha manifestado en ocasiones cuando ha liderado manifiestos contra el Gobierno.
Esta tarde, Gerardo Cuerva ha anunciado que propondrá que en las próximas elecciones, y de manera excepcional, se aplique de forma la delegación de voto, tal y como estaba previsto anteriormente. Se especifica que el objetivo es dotar de mayor claridad al proceso electoral y evitar que la modificación aprobada “pueda interpretarse como una decisión adoptada en beneficio propio”. Fuentes próximas a Cuerva añaden que se ha hecho en una “muestra de buena voluntad” y que están convencidos de que el actual presidente no necesita la delegación de voto para poder ganar las elecciones.

La decisión se tomará en las reuniones del Comité Ejecutivo y la Junta Directiva del próximo martes. Fueron precisamente muy agitadas las últimas reuniones de estos órganos de dirección de la patronal, donde se escenificaron las tensiones, primero al tomar la decisión, y más tarde, con cruce de informes jurídicos con cada una de las partes aportando el suyo defendiendo unos la validez de la supresión del voto por delegación y otros, la violación de las normas que suponía.
Posteriormente, la tensión se vivió también en los premios Cepyme, durante los cuales Gerardo Cuerva y Antonio Garamendi escenificaron sus diferencias delante del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles durante la entrega de los XI Premios Cepyme. Mientras Cuerva tomó una postura muy beligerante, recriminando al presidente del Gobierno las últimas medidas tomadas, Garamendi optó por un perfil más institucional, pero con llamadas a la unidad y a dejar de lado los intereses personales. Una escenificación animada además porque fue el mismo día en que se conoció la candidatura de la presidenta de la CEOE de Valladolid, Ángela de Miguel, a la presdienica de Cepyme. Es la que se conoce, de manera oficiosa, como la candidata de Garamendi, la elegida por el presidente de la CEOE para enfrentarse a Cuerva para dirigir Cepyme.