La elección de un apartamento vacacional puede convertirse en una caja de sorpresas, sobre todo cuando la imagen que se publicita de la vivienda dista, y mucho, de la realidad. “En ese momento sientes un deseo irrefrenable de salir corriendo de ahí mientras ambicionas que te devuelvan el dinero”, comenta el profesor de escuela de negocios Pablo Foncillas. Sin embargo, conseguir el reembolso del importe pagado no es tan sencillo cuando hay que tramitar la queja a través del servicio de atención al cliente de la plataforma de intermediación.

La elección de un apartamento puede convertirse en una caja de sorpresas
El sistema, denuncia el divulgador, está diseñado “para desatender” al cliente, que deberá superar varios “retos” antes de que su solicitud sea resuelta de manera satisfactoria (si llega a conseguirlo). Y, mientras tanto, “el dueño del apartamento, viendo que has puesto pies en polvorosa y que estás solicitando el reembolso te manda mensaje de cariño con amenazas sutiles y amables como por ejemplo: ‘Sé donde vives’”.