En las últimas semanas, tanto bitcoin como el mercado bursátil han estado bajo presión, con caídas significativas en sus precios. La incertidumbre macroeconómica, las expectativas sobre las tasas de interés y la aversión al riesgo han generado volatilidad en los activos financieros. No obstante, esto podría estar por terminar.
De acuerdo al trader y analista técnico Willy Woo, el gráfico más importante para bitcoin en este momento no es el suyo propio, sino el de los futuros del S&P 500 (SPX). Y lo crucial es, desde su visión, que este actualmente “parece bastante bueno”.
¿Por qué? El desempeño de los futuros del SPX, índice que recopila las principales 500 acciones estadounidenses, se acerca al piso de la tendencia alcista que ha mantenido en los últimos dos años. Según el análisis técnico, esto significa que podría estar en un área factible para un repunte de precio.
Mientras tanto, el índice de fuerza relativa (RSI), un indicador técnico utilizado para medir la sobrecompra o sobreventa de un activo, refleja una divergencia con el movimiento bajista llegando a niveles de sobreventa. Esta métrica señala que el S&P 500 ha caído a niveles que históricamente han precedido a rebotes de precio.
En otras palabras, como exhibe el siguiente gráfico, esta combinación de factores indica una posible oportunidad de compra del S&P 500. Esto resulta un augurio positivo para bitcoin, ya que históricamente ha mantenido elevada correlación con dicho índice bursátil.
En este sentido, sugiere Woo que bitcoin podría estar también ante un repunte de precio. Con ello, considera que la evolución del mercado accionario podría ser clave para determinar la dirección próxima del precio de BTC.
Medidas de Trump han agitado los precios de BTC y las acciones
BTC tocó la semana pasada los USD 76.000, sus precios más bajos en tres meses desde noviembre de 2024. Y el SPX retrocedió a USD 5.500, una cotización que no veía en más tiempo, precisamente desde septiembre.
Si bien luego obtuvieron algo de recuperación, su mercado aún muestra debilidad. BTC aún cotiza 25% debajo del máximo histórico registrado hace dos meses y el SPX un 8% menos que su récord marcado hace un mes.
En contraste, el oro, activo que suele subir en periodos de incertidumbre, alcanzó la semana pasada los USD 3.000 por onza, un nuevo récord de precio, como se constata en el siguiente gráfico.
Como reportó CriptoNoticias, este escenario se ha visto impulsado por las nuevas tarifas que puso el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a las importaciones. Además, este no ha negado la posibilidad de que haya una recesión, lo que agudizó las ventas en los mercados que ya venían nerviosos por las expectativas de que los aranceles generen mayor inflación.
Según especialistas, las tarifas pueden presionar a la Reserva Federal (Fed), banco central estadounidense, a bajar las tasas de interés. Y esta política es algo que históricamente ha impulsado al alza a las acciones y las criptomonedas, puesto que implica mayor liquidez en la economía y menor rendimiento de la renta fija.
Por eso, diversos analistas como Scott Melker coinciden en que, aunque existen riesgos de mayor presión bajista, podría tratarse este momento de una oportunidad de comprar la caída de bitcoin, de cara a las expectativas alcistas a mediano y largo plazo.
Para las criptomonedas, de todas formas, los inversionistas muestran más cautela que con bitcoin, dado que muchas no han recuperado los precios máximos del ciclo alcista anterior y/o han experimentado fuertes caídas. Por ejemplo, ether (ETH), el criptoactivo con más capitalización de mercado luego de bitcoin, decayó la semana pasada hasta los USD 1.700, precios no registrados en más de un año.
Los minoristas impulsarán a las criptomonedas, según Ari Paul
Ari Paul, fundador del fondo de cobertura BlockTower Capital, distingue que actualmente hay una marcada divergencia en el sentimiento del mercado de criptomonedas. Precisa que, mientras los actores nativos del sector y los precios de los activos relacionados están atravesando una crisis, el resto del ecosistema se muestra optimista.
“Todos los datos que escucho, prácticamente de cualquier proyecto o empresa relacionada con criptomonedas, que no dependa de los nativos a corto plazo, son positivos”, resalta Paul. Por ello, aunque el sector se muestra pesimista, mantiene expectativas alcistas.
“Esto refuerza mi convicción de que las criptomonedas son una buena compra en un plazo de 12 meses”, sostuvo el especialista. Aclaró al respecto que no ve seguro el fondo de la caída a corto plazo. Por lo tanto, reveló que está guardando monedas para comprar más en una etapa final de capitulación.
Paul anticipa que llegará una nueva fase de inversión minorista en alrededor de dos a cinco meses, probablemente cuando bitcoin recupere los USD 100.000. Cuando esto ocurra, prevé que las criptomonedas más sólidas superaren a los demás en rendimiento durante al menos cinco meses.
Sin embargo, admite no tener certeza sobre qué activos específicos captarán el mejor desempeño, dado el pesimismo generalizado. Por eso, recomienda estar atento a los sectores del mercado que acaparen más interés.
“Muchas de las cosas que probablemente nos entusiasmarán a todos e impulsarán la narrativa del mercado alcista de este ciclo se encuentran en sus primeras etapas”, comentó Paul. Profundiza que pueden estar surgiendo como rondas de capital semilla o proyectos poco conocidos que están escalando.
Según su perspectiva, es un buen momento para buscar inversiones de capital de riesgo en criptomonedas de estilo «tradicional». Con ello, sostiene que se refiere a aquellas que ofrezcan creación de valor sostenible a largo plazo, sin esquemas de monetización rápida.
Con este contexto, pese al retroceso, sigue vigente en el mercado la idea de que el ciclo alcista de las criptomonedas, que inició hace dos años cuando terminó el último criptoinvierno, aún no ha finalizado.
