La UE favorece a la industria militar europea para superar la dependencia de las armas de EE.UU.

La Unión Europea quiere superar la dependencia de las armas de Estados Unidos e impulsar su propia industria armamentística. Y lo hará con medidas claras. Después de haber avanzado que impulsará las compras conjuntas de armas, como se hizo con las vacunas durante la pandemia, ahora la Comisión Europea propone también por introducir una cláusula de preferencia europea para los préstamos de hasta 150.000 millones de euros, avalados por el presupuesto comunitario, a los que tendrán acceso los Estados miembros: de salir adelante, solo podrán pedirlos para material fabricado en un 65% en Europa.

La UE favorece a la industria militar europea para superar la dependencia de las armas de EE.UU.

La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, y el comisario europeo de Defensa, Andrius Kubilius, presentan el “Libro blanco para la Defensa Europea” 

“Tenemos la oportunidad del siglo para impulsar nuestra industria”, ha dicho la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, al presentar el Libro blanco para la Defensa Europea, la estrategia de rearme que Bruselas ha presentado como “Readiness 2030” (preparados 2030), la fecha indicada como tope para que el continente esté listo para tener una capacidad de disuasión “creíble”.

Lee también Anna Buj

Von der Leyen fecha en el 2030 el rearme de la UE: “Europa debe prepararse para la guerra”

En la letra pequeña del instrumento SAFE (Security Action For Europe), el programa de 150.000 millones en préstamos disponible para que los Estados miembros hagan estas compras de armas conjuntas, se asegura que “el coste de los componentes originarios de la Unión, de la Asociación Europea de Libre Comercio (Noruega, Islandia, Suiza y Liechtenstein) o de Ucrania no será inferior al 65% del coste estimado del producto final“.  ”No se obtendrá ningún componente de otro tercer país que contravenga los intereses de seguridad y defensa de la Unión o de sus Estados miembros», subrayan. 

“Es una ventana de oportunidad para reconstruir la defensa europea y evitar una situación como la de Ucrania, que han usado armas que no están producidas en Ucrania y a veces tienen limitaciones”, ha explicado Kallas. Sin embargo, el fondo SAFE solo aborda los préstamos de hasta 150.000 millones, mientras el grueso del esfuerzo para financiar el rearme de Europa que ha planteado la Comisión Europea se encuentra en el margen fiscal, calculado en hasta 650.000 millones de euros, donde en principio no habría límites para comprar armas de otros países.

Cuando las relaciones con Estados Unidos se están enfriando por los varios desplantes del presidente Donald Trump, que urge a los europeos a ocuparse de su propia seguridad, la voluntad europea de reforzar la industria armamentística parte de una dependencia cada vez mayor, ya que, según el último informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, entre el entre el 2015-19 y el 2020-24, los países europeos de la OTAN aumentaron las importaciones de armas hasta un 105%. Un 64% de este total fue suministrado por Washington, que continúa situándose como el principal proveedor europeo y que ha aumentado un 12% sus exportaciones armamentísticas al viejo continente respecto al período anterior. Los Estados europeos tienen pedidos de casi 500 aviones de combate y muchas otras armas aún por recibir del socio americano.

Idea de Francia

Bruselas sigue las indicaciones de Macron para favorecer el ‘Made in Europe’

Con esta preferencia europea, Bruselas adopta así el discurso de Emmanuel Macron. El presidente francés lleva meses diciendo que había que dar preferencia a las industrias europeas dentro del plan de rearme. “450 millones de ciudadanos europeos no deberían depender de 340 millones de americanos para defenderos contra 140 millones de rusos que no pueden derrotar a 38 millones de ucranianos”, ha resumido el comisario de Defensa, Andrius Kubilius, al presentar los planes. “Podemos realmente hacerlo mejor”.

En el mismo sentido se expresó ayer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, que lamentó en una acedemia militar danesa “las debilidades estructurales de la industria de la defensa europea, que sigue demasiado fragmentada, por lo que “la mayoría de la inversión en Defensa se marcha fuera de Europa”. “En otras palabras, buenos trabajos fuera de Europa, investigación, desarrollo e innovación fuera de Europa. Esto no es sostenible”, consideró la líder del Ejecutivo comunitario.

Lee también Juan Carlos Merino

Horizontal

La Comisión Europea propone a la vez un mecanismo de ventas militares europeas para unificar la demanda y hacer estas compras conjuntas, porque las empresas necesitan tener pedidos a largo plazo para aumentar las inversiones e incrementar sus capacidades. Estas compras conjuntas deberían estar reservadas a los estados miembros, que podrán unirse con otros países afines a participar en las operaciones, sin que se beneficien de los préstamos.

La norma de base es que los países desarrollarán estos planes a través de compras conjuntas en las que participen al menos dos Estados miembros (o uno de ellos junto con Ucrania) para adquirir sistemas de artillería, defensa aérea y balística, misiles y munición, drones y antidrones, tecnología espacial, movilidad militar, ciberseguridad e inteligencia artificial, entre otras categorías. También podrán unirse terceros países con los que la UE tiene firmados acuerdos de asociación en seguridad y defensa (Noruega, Moldavia, Japón, Corea del Sur, Macedonia del Norte y Albania), así como otros que están negociando pactos similares o que negocian su potencial entrada al bloque. 

También te puede interesar