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Ord 1.0, la nueva versión de Ordinals, optimizaría la indexación de las inscripciones.
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Runes implementaría una nueva figura, “agents”, que habilitaría mercados automatizados en Bitcoin.
Casey Rodarmor, creador del protocolo Ordinals que funciona en la red Bitcoin, anunció la evolución de ese proyecto, Ord 1.0, la última versión de esta herramienta que permite inscribir contenido arbitrario en aquella cadena.
En una transmisión de Youtube del 19 de marzo, Rodarmor no solo marcó este hito técnico, sino que también reveló una actualización para Runes, un protocolo derivado de Ordinals, con la introducción de los «agents» (agentes). De acuerdo con Rodarmor, esta funcionalidad promete habilitar mercados automatizados (AMM) directamente en la capa 1 (L1) de Bitcoin, expandiendo las posibilidades de la red más allá de su función tradicional como moneda digital o reserva de valor.
En Runes, antes de esta actualización de “agents”, los intercambios no estaban soportados nativamente por ese protocolo, sino que dependían de transacciones manuales en Bitcoin que, por defecto, usan salidas de transacciones no gastadas (UTXO).

El futuro de Ordinals: Ord 1.0
Para comprender el alcance de Ord 1.0, primero es necesario recordar qué son los Ordinals. Como lo explica CriptoNoticias, este protocolo, introducido por Rodarmor en 2023, permite asignar identidades únicas a los satoshis, la unidad más pequeña de Bitcoin, mediante un sistema de numeración. Aprovechando las actualizaciones de SegWit y Taproot, Ordinals hace posible inscribir datos como imágenes, textos o metadatos directamente en la red, convirtiendo a cada satoshi en un activo digital distinguible.
Desde su creación, ha sido utilizado principalmente para generar tokens no fungibles (NFT), conocidos como «inscripciones» en Bitcoin, que han ganado popularidad en su momento entre coleccionistas y artistas.
Con Ord 1.0, Rodarmor busca consolidar ese sistema y prepararlo para una adopción más amplia. Según explicó en su presentación, esta nueva versión, tras más de dos años de desarrollo y ajustes, está lista para que los usuarios y desarrolladores la adopten.
«Ord 1.0 es la culminación de un esfuerzo por estabilizar el protocolo y hacerlo confiable para todos los que quieran usarlo. El software ya ha sido bien probado, creemos que no haremos cambios dramáticos en él, sus características están completas, puede tener errores pero no errores críticos”.
Casey Rodarmor, creador de Ordinals.
Mejoras impuestas en Ord 1.0
Desde el punto de vista tecnológico, Ordinals sigue dependiendo de SegWit, que aumenta el espacio disponible para datos en los bloques, y Taproot, que habilita scripts más complejos sin comprometer la privacidad ni la eficiencia. Ord 1.0 refina estos mecanismos para garantizar que las inscripciones sean más accesibles y menos propensas a errores, lo que sería crucial para que el protocolo gane tracción a largo plazo.
Entre las mejoras técnicas, Rodarmor destacó que Ord 1.0 incluye optimizaciones en la indexación de las inscripciones (proceso técnico mediante el cual se organiza, rastrea y registra la información asociada a los satoshis que han sido «inscritos» con datos específicos). Asimismo, esta actualización de Ordinals tendría una mayor compatibilidad con las reglas de consenso de Bitcoin, lo que facilitaría que los nodos procesen esos datos sin complicaciones.
Aunque no detalló cada cambio específico, dejó claro que se eliminaron características experimentales inestables y se corrigieron errores que afectaban la experiencia de los usuarios. En palabras de Rodarmor: «queremos que sea tan fácil usar Ordinals como enviar una transacción de Bitcoin».
Rodarmor ve esta actualización como un punto de inflexión que permitirá a Ordinals trascender su uso inicial como herramienta para NFT: «no se trata solo de imágenes o coleccionables; estamos construyendo una base para cosas mucho más grandes».
Entre los casos de uso que mencionó están la tokenización de activos, la creación de sistemas financieros descentralizados y la posibilidad de que empresas o desarrolladores integren nuevas aplicaciones en Bitcoin sin recurrir a capas secundarias o cadenas laterales. Este enfoque refuerza su compromiso con la filosofía de la red: todo debe ocurrir en la L1, aprovechando la seguridad y descentralización que la caracterizan.
El rol de la comunidad, un pilar para Rodarmor
El futuro de Ordinals, según su creador, depende en gran medida de la comunidad. Con una versión estable en marcha, espera que más desarrolladores exploren sus posibilidades, desde proyectos artísticos hasta soluciones empresariales.
Sin embargo, también abordó las críticas de quienes consideran que las inscripciones «contaminan» la red con datos no financieros. «Bitcoin es neutral; los usuarios tienen libertad para decidir cómo usarlo siempre que cumpla con las reglas», respondió Rodarmor, defendiendo que su protocolo no altera el funcionamiento esencial de la red, sino que lo amplía.
Runes, «Agents» y los AMM en Bitcoin
El segundo eje de la presentación de Rodarmor fue la evolución de Runes, un protocolo derivado de Ordinals que debutó como una alternativa para crear tokens fungibles en Bitcoin. CriptoNoticias en el pasado informó cómo algunos tokens emitidos a través de estos protocolos produjeron una disparada en las comisiones de la red.
A diferencia de Ordinals, que individualiza satoshis para inscribir contenido único, Runes permite emitir activos con cantidades definidas, similares a los tokens ERC-20 de Ethereum (ETH), pero integrados nativamente en la L1 de Bitcoin. Este sistema apunta a simplificar la tokenización en Bitcoin.
Si bien no especificó que esta implementación ya estuviera operativa, la gran novedad en Runes es la introducción de los «agents» (agentes), una funcionalidad que Rodarmor describió como «construcción interactiva de transacciones». En términos simples, los agentes son entidades automatizadas que permiten a múltiples partes colaborar en tiempo real para construir una transacción en Bitcoin sin necesidad de confiar entre sí.
«Con los agentes, podemos hacer que las transacciones sean más dinámicas y programables, pero todo dentro de las reglas de Bitcoin», explicó. Este mecanismo no recurre a contratos inteligentes como los de Ethereum, sino que utiliza las capacidades existentes de la red de Bitcoin.
Rodarmor pretende una red Bitcoin con más utilidad
El anuncio más ambicioso relacionado con los agentes fue la posibilidad de implementar un AMM (Automated Market Maker, o creador de mercado automatizado) para Runes en la L1 de Bitcoin. Un AMM es un sistema que permite intercambiar tokens automáticamente mediante pools de liquidez, un concepto popularizado por plataformas como Uniswap.
En el caso de Bitcoin, los agentes facilitarían que los proveedores de liquidez aporten fondos a un pool de Runes (por ejemplo, un token emitido con este protocolo) y que los usuarios intercambien esos tokens pagando tarifas en BTC. Todo esto ocurriría sin intermediarios centralizados y sin salir de la capa base de la red.
Un pool de liquidez es un fondo común de tokens depositados por usuarios que actúan como proveedores, permitiendo que otros intercambien entre esos activos según una fórmula matemática predefinida. En un AMM típico, no hay órdenes de compra o venta como en un exchange tradicional; en cambio, el precio se ajusta automáticamente según la oferta y la demanda dentro del pool.
Rodarmor destacó que lograr esto en Bitcoin es un desafío debido a las limitaciones de la red, como el tamaño de bloque de 1 MB (ampliable con SegWit) y la ausencia de un lenguaje de programación complejo (Bitcoin emplea scrypt). Sin embargo, los agentes resolverían este problema al coordinar las transacciones sin requerir confianza entre las partes.
«Podríamos tener mercados descentralizados nativos en Bitcoin, desde stablecoins hasta activos sintéticos».
Casey Rodarmor, creador de Ordinals.
Esto situaría a Bitcoin en competencia directa con redes como Ethereum en el ámbito de las finanzas descentralizadas (DeFi), con la ventaja de heredar la seguridad y resistencia a la censura de la L1, aunque obstáculo de la programabilidad limitada del protocolo de Bitcoin.
No obstante, reconoció que la escalabilidad sigue siendo un obstáculo. Dado que cada transacción debe ajustarse a los límites de los bloques de Bitcoin, el volumen de operaciones de un AMM en Runes sería restringido en comparación con soluciones de capa 2 o redes alternativas. «Es un experimento, pero es un comienzo», admitió, sugiriendo que futuras iteraciones podrían optimizar este diseño.
Runes, con los agentes, también ampliaría los casos de uso de Bitcoin más allá de los NFT de Ordinals. Empresas o comunidades podrían emitir tokens para representar acciones, puntos de lealtad o incluso monedas estables vinculadas a activos del mundo real, todo gestionado en la L1.
En última instancia, Rodarmor subrayó que esta flexibilidad no compromete los principios de Bitcoin: «no necesitamos cambiar la red; solo usamos lo que ya está ahí de una manera más inteligente».