Apenas un día después de que los presidentes de la República Democrática del Congo y de Ruanda, Félix Tshisekedi y Paul Kagame, respectivamente, se comprometieran a impulsar “un alto el fuego inmediato e incondicional”, el grupo rebelde M23 asestó un nuevo golpe militar en el terreno.
La milicia, que de acuerdo a seis informes de la ONU y según países como Estados Unidos, Alemania y Francia, cuenta con el apoyo de Ruanda, invadió la ciudad de Walikale en las últimas horas del miércoles tras intensos combates con el ejército congolés.
Victoria militar rebelde
Walikale da acceso a una región llena de minas de coltán y a un eje de carreteras que conecta con Kisangani, ciudad bañada por el río Congo
Se trata de una victoria significativa para el M23 a nivel económico y geoestratégico. Walikale, de unos 15.000 habitantes y situada al noreste de Goma, urbe que los rebeldes conquistaron en enero, es una ciudad clave porque da acceso a una región trufada de minas de coltán, además de otros minerales.
La captura de la ciudad es importante también porque permite el control de una carretera que une cuatro provincias del este del Congo y está a menos de 400 kilómetros de Kisangani, la cuarta ciudad más grande del país y que está bañada por el río Congo, una autopista líquida y que conecta, 1800 kilómetros más al este, con la capital, Kinshasa.

Una mujer desplazada por el conflicto junto a varios familiares en la aldea de Kalenga, cerca de Sake.
El avance del M23 se produjo un día después del encuentro para un alto el fuego entre los presidentes de Congo y Ruanda, que se reunieron en Qatar junto al emir Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani. En un comunicado tras la reunión, los jefes de estado reafirmaron el compromiso “de todas las partes para un alto el fuego inmediato e incondicional”. La reunión se produjo después de que el martes se cancelaran las negociaciones de paz que se debían llevar a cabo en Luanda, capital de Angola, tras la negativa de los representantes del M23 a acudir a la reunión.
Aunque los jefes de la milicia habían mostrado su voluntad de ir a la cita y no justificaron su ausencia, cambiaron de opinión tras conocerse las sanciones de la Unión Europea a varios líderes del grupo rebelde.
Sin un acuerdo más amplio que aborde específicamente a estos grupos armados, es probable que los combates continúen»
Para el analista del think tank independiente de análisis de conflictos ACLED, Ladd Serwat, la experiencia de anteriores acuerdos de alto el fuego entre las partes avisan de la necesidad de ser cauto. “Si bien la violencia política disminuyó entonces y cesaron las hostilidades directas, no lograron poner fin a los combates entre el M23 y las milicias aliadas del ejército congoleño bajo la coalición Wazalendo. Sin un acuerdo más amplio que aborde específicamente a estos grupos armados, es probable que los combates continúen a un nivel reducido en las próximas semanas”.
Más allá del avance militar y las negociaciones de paz, el gobierno de Kinshasa prosigue en sus intentos de desequilibrar la balanza de la guerra con pactos internacionales.
Según The Wall Street Journal
El presidente congolés propuso a Donald Trump el acceso a minerales clave para las empresas tecnológicas a cambio de que le ayude a derrotar al M23
Según The Wall Street Journal, el presidente congolés, Tshisekedi, propuso al mandatario estadounidense, Donald Trump, el acceso a minerales clave para las empresas tecnológicas a cambio de que el país le ayude a derrotar al grupo rebelde M23. En una carta dirigida a Trump el pasado 8 de febrero, Tshisekedi expresa que la elección de Trump como presidente marca “el comienzo de la edad de oro” para EE.UU. subraya que su asociación con el Congo le proporcionaría al país “una ventaja estratégica” al asegurar minerales clave como el cobalto, el litio, el cobre o el tantalio y pide a cambio un “pacto formal de seguridad” para ayudar a su ejército a derrotar a la milicia de mayoría tutsi.