Si bien el sentimiento de miedo está golpeando a las bolsas estadounidenses y bitcoin (BTC), se ha estado apaciguando desde la semana pasada. En correlación, los precios de los activos volátiles han rebotado al alza, aunque aún no recuperan sus máximos históricos (ATH) registrados este año.
¿Quiere decir esto que la caída terminó y la tendencia alcista continuará? Pues, no hay seguridad de ello. Pero, de lo que sí hay certeza es que hay catalizadores posibles que podrían disparar a bitcoin a nuevos ATH este año.
La expansión a nivel global de la oferta monetaria M2, una medida del dinero en circulación, es una de las señales más claras. Históricamente, un aumento en la liquidez del sistema financiero ha favorecido la apreciación de la renta variable, como las acciones y bitcoin.
Tal liquidez se desprende, además, de la impresión inorgánica de dinero que hacen los bancos centrales, lo que devalúa las monedas fíat. Esto es algo que impulsa a los inversionistas a buscar refugio en activos escasos como bitcoin, que posee un suministro fijo con una emisión que se reduce a la mitad cada cuatro años mediante un evento llamado halving.
De hecho, el precio de bitcoin suele mantenerse por encima de la M2, pese a que recientemente descendió de esta línea como se puede ver a continuación. Por ende, se posibilita una recuperación del alza, mientras la oferta monetaria siga creciendo.
Otro factor clave es la política monetaria de la Reserva Federal (Fed), Banco Central de Estados Unidos. Este organismo declaró el miércoles que mantiene su proyección de efectuar dos recortes en las tasas de interés este año.
La visión de la Fed disminuyó el miedo en los mercados, tanto de criptomonedas como de las bolsas estadounidenses, como evidencian los siguientes gráficos de sondeo de sentimiento.
Los recortes de tasas de interés implican mayor liquidez y menor rendimiento de la renta fija (bonos del Tesoro estadounidense), por lo que la demanda de la renta variable suele subir en consecuencia. El año pasado ha sido testigo de ello con los reducciones que estableció la Fed por primera vez en cuatro años desde la pandemia del covid.
A esto se suma el ciclo natural del mercado de bitcoin. Desde su creación hace 16 años, ha mantenido ciclos alcistas que alcanzaron nuevos récords en el año posterior a un halving. Su más reciente edición, como exhibe el siguiente gráfico, se produjo en 2024, lo que implica que 2025 podría estar caracterizado por una escasez de oferta que atraiga nueva demanda que impulse los precios.
El ciclo actual de bitcoin ha estado marcado por la inversión institucional, con el debut de fondos cotizados en bosa (ETF) que invierten en este activo. Por consiguiente, a medida que su precio muestre señales de haber encontrado un suelo, es probable que la demanda de este sector se reactive, junto con la minorista, a la espera de una subida final.
Además, gobiernos a nivel nacional y estatal evalúan actualmente si comprar bitcoin como activo estratégico a largo plazo para sus tesoros. Esto puede contribuir a una mejora del sentimiento en el año, que propicie la demanda general, motivada por la reserva de bitcoin aprobada en Estados Unidos.
Trump favorece al mercado, pese a las tensiones actuales
El presidente estadounidense Donald Trump, quien asumió su segundo mandato hace dos meses luego de la presidencia de Joe Biden, ordenó la creación de una reserva de criptomonedas, con las obtenidas de casos delictivos que son mayormente bitcoin. Aunque el mercado no lo esté valorando en el precio todavía, ya que era algo previsto que se descontó cuando ganó las elecciones, esto es sumamente alcista.
La medida del gobierno de Trump legitima (ante los ojos del mercado, en general) a bitcoin como oro digital y reserva de valor en la mayor potencia financiera del mundo. Existe posibilidad, además, de que este en algún momento decida comprar BTC, no solo atesorar lo que tiene, lo cual desataría que más inversionistas minoristas, institucionales y estales quieran adentrarse también.
Con la administración de Trump, quien espera convertir a Estados Unidos en la “capital mundial de las criptomonedas”, la regulación en el país está evolucionando en busca del crecimiento de la industria. Muestra de ello es que la SEC eliminó esta semana su demanda contra Ripple, a la cual la acusaba de emitir XRP como un título valor no registrado.
Una regulación más estable y predecible tiende a atraer más capital que anteriormente evitaba el sector por la incertidumbre legal. De hecho, una encuesta a inversionistas institucionales hecha por el gigante exchange Coinbase revela que la claridad regulatoria los impulsaría a entrar al mercado y prevén un año alcista para las criptomonedas.
Con todo este panorama, mientras existen temores de recesión e inflación en Estados Unidos debido a las tarifas que Trump impuso a las importaciones, los mercados financieros en el país podrían mantener una postura de aversión al riesgo durante algún tiempo. Esto afecta a bitcoin, que suele estar correlacionado.
Sin embargo, a medida que la narrativa alcista retome fuerza y se acerquen los recortes de tasas de interés, es posible un rebote que lleve a bitcoin a nuevos precios máximos históricos este año.
Históricamente, los periodos de pánico en los mercados han representado oportunidades de compra si los fundamentos alcistas continúan vigentes. Por ello, acumular bitcoin en este escenario podría ser una estrategia acertada de cara a su potencial alcista este año. No obstante, es crucial considerar el riesgo de que los catalizadores esperados no se concreten.
¿Cómo seguirá el precio de bitcoin en los siguientes meses?
Actualmente, BTC está sosteniendo un nuevo rango de precios luego de su caída la semana pasada hasta los USD 76.000, su mínimo en más de tres meses. Por lo tanto, es de esperar que el mercado mantenga un periodo de prueba de suelo.
La duración de este periodo podría extenderse por algo de tiempo, por lo que no sería de extrañar ver a bitcoin lateralizando en un mismo rango de precios durante varios meses. Esto es algo típico de su mercado, que suele culminar con un movimiento alcista.
Para el trader Ryan Wilday, BTC retomará el camino alcista a nuevos precios récords en la segunda mitad del año, como reportó CriptoNoticias. Sostiene esta proyección, siempre y cuando el precio no decaiga de USD 69.000, su máximo del ciclo alcista anterior terminado en el año 2021.
Sin embargo, no cree posible que vaya a subir mucho más de lo que ya subió en este ciclo. Prevé, según su comportamiento histórico, que llegue como máximo a USD 125.000 para entrar luego en un ciclo bajista.
Una subida a USD 125.000 significaría una apreciación de casi 50% desde sus precios actuales alrededor de USD 84.000 y un 14% más del récord histórico de USD 109.300 que marcó hace dos meses, como muestra el próximo gráfico.
Mientras tanto, otros apuntan a cifras más ambiciosas. Reconocidas empresas como Bitwise, emisora de un fondo de bitcoin, proyectan que el ciclo alcista termine cuando BTC suba a USD 200.000.
Según el inversionista David Zanoni, bitcoin alcanzará como máximo los USD 150.000 alrededor de octubre de 2025, cuando se cumple la duración promedio de los últimos dos ciclos alcistas. La llegada a tal monto marcaría el nivel de Fibonacci de 2,618, un indicador de análisis técnico de movimientos típicos del mercado.
En fin, mientras el miedo no aflore provocando ventas masivas de bitcoin que arrastren su precio a una tendencia bajista sostenida, el actual ciclo alcista aún no se ve terminado.
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