
El último auto de la jueza que investiga la tragedia de la dana que provocó la muerte de 228 personas el pasado 29 de octubre defiende con rotundidad la citación en calidad de investigado de Emilio Argüeso, en aquel entonces secretario autonómico de Emergencias. La magistrada apunta como indicios “la ingente información de que se disponía por la Administración Autonómica, la AEMT, el 112, la CHJ, los medios de comunicación, lo que hacía inexplicable la ausencia de respuesta por parte de la misma, la ausencia de avisos a la población, en cualquier lugar donde pudieran encontrarse, en la calle, en el trabajo, de camino a casa en sus coches, en los domicilios o en residencias de la tercera edad”.
El abogado de Argüeso, había indicado que desconocía la posible relevancia penal de los hechos objeto de la investigación y su relación con su cliente. La respuesta de la jueza es contundente e indica que “la causa sigue avanzando y se suman, no sólo nuevas declaraciones, sino también nuevas pruebas que confirman la procedencia de lo ya resuelto, la imprescindible citación como investigados” tanto de Argüeso como de la exconsellera de Justicia y Administración Pública, Salomé Pradas.

En su escrito la jueza instructora explica que se han recibido los audios de las llamadas al 112 relativos al fallecimiento de tres miembros de una misma familia que tienen una “doble importancia”, puesto que, además de mostrar el padecimiento de las víctimas, “confirman que la Administración Autonómica, competente en materia de protección civil, a través del 112 Comunidad Valenciana, conocía perfectamente que el barranco se había desbordado a su paso por el término de Chiva, con tal intensidad que finalmente tres miembros de una misma familia acabaron pereciendo ante la impotencia” de sus seres queridos, que intentaban pedir ayuda. En un escrito a la jueza, Argüeso ya señaló que no llegó información del 112 al Cecopi.

La jueza hace una descripción el contenido de las llamadas al 112 de los familiares e indica que la primera de las llamadas de uno de los hijos se produjo a las 17:10 horas “y la última a las 17:30 horas. Asimismo, hay otras tres llamadas de otra familiar que tienen lugar a las 17:31, a las 17:39 y a las 17:51 horas. Ya en la de las 17:10, en la llamada de J.E. se explica que las víctimas “no pueden salir por la cantidad de agua, se han quedado atrapados dentro de la casa, si salen se los lleva el río”. Dice una y otra vez: “Es de Chiva, es de Chiva, pertenece a Chiva”. Manifiesta, cuando se le pregunta si necesitan un rescate inminente, “porque hay un río detrás, que se ha llenado y corre el agua un montón y no pueden salir de la casa”. “No, que les llega el agua por la mitad de la altura de la mesa y no pueden salir”; “No, no, no se los está llevando el río, están dentro de la calle, están que no pueden salir ni nada”.
La jueza defiende que las llamadas demuestran que la Administración conocía perfectamente que el barranco se había desbordado a su paso por Chiva
El auto de la juez que trascribe las llamadas continúa. A la pregunta del 112 de si hay algún riesgo o peligro, J.E. contesta: “Sí, de que se ahoguen, si salen de la casa se los lleva el río” Repite: “está inundado, están inundados”. En una segunda llamada dice nuevamente que sus padres de 70 y 74 años y dos hermanos están atrapados y que la vivienda pertenece a Chiva. Cuenta que el agua ya está por encima de la mesa del comedor. En la última de las llamadas de este afectado (a las 17.30) explica al 112 que ha contactado con su madre y que le llega el agua al cuello. La llamada de la otra familiar al 112, a las 17.31 horas, reclama que les manden un helicóptero. “Hay una familia que se está ahogando”.