México detiene al narco responsable del ‘rancho de los horrores’

Las fuerzas del orden de México detuvieron ayer al supuesto responsable del reclutamiento y adiestramiento de personas para un cártel del narcotráfico en un rancho del oeste del país en el que se han hallado restos humanos. Después de intentar esconderse en la capital, el presunto criminal de 43 años fue capturado por un operativo encabezado por el Ejército, la Guardia Nacional y personal de investigación de la Secretaria de Seguridad en Ciudad de México.

Las autoridades acusan a José Gregorio “N”, alias “Comandante Lastra”, de jugar un papel importante para el notorio cártel Jalisco Nueva Generación. Alegan que dirigía un centro de adiestramiento en el Rancho Izaguirre, en el municipio de Tehucithlán, a unos 60 kilómetros de Guadalajara.

La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, dijo que “de la investigación que se posee, se sabe que era un campo de adiestramiento”. El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, añadió que “no hay indicios de que haya sido un campo de exterminio”.

Harfuch detalló el papel del sospechoso como reclutador. “Utilizaba principalmente redes sociales para ofrecer oportunidades laborales falsas mediante engaños”, dijo Harfuch, “además de usar grupos cerrados donde se realizaban actividades delictivas”.

Según Harfuch, el sospechoso ofrecía puestos de guardia de seguridad con un sueldo de entre 4.000 y 12.000 pesos (entre 200 y 600 dólares) a la semana. La preparación de los candidatos tenía lugar en el rancho, donde aprendían a manejar armas y se les daba entrenamiento físico.

El descubrimiento del rancho a principios de este mes se debió a la labor de un grupo de búsqueda ciudadano

En cuanto llegaban, les quitaban objetos personales, incluidos los teléfonos móviles, y eran uniformados con ropa y botas tácticas. El entrenamiento duraba aproximadamente un mes.

“De acuerdo con el testimonio del detenido llegaron a privar de la vida a personas que se resistían a recibir el adiestramiento o bien intentaban escapar del lugar, que eran golpeados y sometidos a algún tipo de tortura” añade Harfuch.

El descubrimiento del rancho a principios de este mes se debió a la labor de un grupo de búsqueda ciudadano. El grupo estaba integrado en gran parte por madres que buscaban a sus hijos desaparecidos. Encontraron lo que parecía, según sus palabras, un “campo de exterminio”, con cientos de prendas de ropa, mochilas, cenizas y restos humanos. Los hallazgos indican que el lugar podría haberse utilizado para incinerar y enterrar a las victimas del cártel. Desde entonces se le conoce como el “rancho de los horrores”.

Sin embargo, el principal fiscal de México afirma que es demasiado pronto para determinar si se trataba de un “centro de exterminio”, pero acusa a las autoridades estatales de no realizar una investigación inicial adecuada y ha elevado el caso a los investigadores federales.

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