Montero negocia con Díaz “compensar” a los perceptores del SMI que tengan que tributar

Las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz han abierto una negociación para solventar uno de los conflictos que más las enfrenta, la tributación por el IRPF de los beneficiarios del salario mínimo interprofesional. Ayer, Yolanda Díaz, dijo que había trasladado una propuesta al Ministerio de Hacienda, y esta tarde, Montero ha reconocido que están negociando con Sumar una salida para que los perceptores del salario mínimo no tengan que tributar por este impuesto.

La salida vendría por una fórmula que afectará solo a los perceptores del SMI que, de acuerdo con el actual mínimo exento del salario mínimo, tendrían que tributar, se calcula que un 20% del total, los que básicamente no tienen cargas familiares. “En lo que estamos trabajando es en ver si arbitramos alguna propuesta que pudiera compensar a estos trabajadores, que son pocos, pero que tendrían que tributar con esta nueva subida del SMI“, ha afirmado Montero.

Desde Bruselas, también se ha pronunciado la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que ha indicado que los equipos de Sumar y el PSOE están en plena negociación y que su propuesta es que ”las rentas salariales que se engloban en la cuantía del SMI, los 16.576 euros de este año, queden exentas de tributar al SMI». 

De los más de 2,5 millones trabajadores beneficiarios del SMI, se calcula que medio millón sufrirá retenciones con el nuevo salario mínimo de  16.576 euros que se cobra este año. Es el perfil del soltero sin cargas, principalmente jóvenes en sus primeros empleos. En este caso la cotización sería de unos 300 euros. Una cantidad considerable sobre los 700 euros anuales de mejora por el aumento del SMI. En cambio, un contribuyente con pareja y con niño pequeño a cargo no cotizará; o si el niño es mayor de tres años pagará 99 euros al año. 

Lo que no acepta Hacienda es elevar el mínimo exento de tributación del SMI, como se hizo en anteriores subidas del salario mínimo, porque considera que, con este procedimiento, se pierde recaudación porque supone un beneficio automático para el total de contribuyentes, sea cual sea su renda. Aquí Montero argumenta razones prácticas, la recaudación, e ideológicas, un reparto justo de las cargas.

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(I-D) La ministra Portavoz, de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, en el Palacio de la Moncloa, a 11 de febrero de 2025, en Madrid (España). El Consejo de Ministros aprueba hoy la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) en un 4,4% para 2025, hasta los 1.184 euros mensuales por catorce pagas, 50 euros más que la cuantía fijada para 2024. De esta manera, el nuevo SMI quedará fijado en 16.576 euros brutos al año y en 39,47 euros brutos al día, con carácter general. El Consejo también ha aprobado la reforma de las leyes de dependencia y discapacidad.

“La idea sería focalizar una medida específica para solo para los que cobren el SMI y tributan, que son una minoría”, afirman fuentes de Hacienda. Una de las opciones sería que estos trabajadores sufrieran una retención en el salario mensual, pero que recibieran una compensación posterior. Son los elementos que están discutiendo Hacienda y Sumar en lo que supone un cambio sustancial en el diálogo sobre este conflicto que hasta el momento mantenían las dos partes, que era más de enfrentamiento que de negociación.

La crisis estalló en febrero cuando Yolanda Díaz se enteró por la prensa, al final de una reunión del Consejo de Ministros de que esta vez, los perceptores del SMI tributarían por el impuesto de personas físicas. Hasta el momento había un posicionamiento distinto entre Trabajo, que pedía exoneralos, y Hacienda, que esta vez creía que tocaba tributar; pero ese día el enfrentamiento fue sonado, tanto de fondo como en las formas. Desde entonces, no se habían percibido avances en las posiciones de ambas partes, pero hoy sí que se ha producido esta corrección de Hacienda, que entra a negociar medidas específicas para que este colectivo siga sin pagar el IRPF. 

Aunque las posturas mantenidas por ambas partes han sido hasta ahora de máximos -el PSOE amenazando con vetar la iniciativa de Sumar y los segundos amagando con unir sus votos al PP para levantar el veto- el inicio del deshielo ha insuflado ciertas dosis de optimismo a las partes. El seísmo geopolítico con epicentro en la Casa Blanca está condicionando el tablero político nacional, incluida la acción legislativa del Gobierno, por lo que una cesión de cada una de las partes podría ser asumida con tal de poder encarar con las manos libres otras carpetas como la del gasto en defensa. 

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