Los bitcoin de Satoshi no están en venta, a diferencia de lo que piensa Gary Stevenson

Una sombra acecha el mundo de Bitcoin (BTC), según Gary Stevenson, un ex trader de Citibank que asegura que Satoshi Nakamoto “está vendiendo sus bitcoin desde la oscuridad, manipulando el mercado mientras los inversionistas duermen”.

Este hombre, sobre el que se están posando muchas miradas y a quien algunos consideran como «una voz imposible de ignorar», ve a Satoshi como el arquitecto de una estafa monumental, lista para estallar. Pero mientras su historia cautiva y alarma, la realidad le desmiente por el simple hecho de que los monederos de Satoshi, visibles para todos gracias a la transparencia de la red de Bitcoin, no han parpadeado en más de 16 años, mostrando que el genio financiero está equivocado al analizar un sistema que no juega con sus reglas.

“Si yo fuera Satoshi Nakamoto, vendería poco a poco, inflaría el precio de BTC y luego dejaría a los inversionistas sosteniendo una bomba de tiempo”. Con estas palabras, autor del libro The Trading Game y una figura que amasó millones antes de los 23 años, pinta a Satoshi Nakamoto como un genio maquiavélico, deshaciéndose de más de un millón de bitcoins (valorados en 87 mil millones de dólares).

Como ex-trader de Citibank, Stevenson forjó su carrera en un sistema fíat opaco, donde los movimientos detrás de escena y las manos invisibles de los intermediarios son moneda corriente. Esta experiencia podría llevarlo a proyectar esa lógica en Bitcoin, imaginando un esquema que encaja con su visión del mundo financiero.

De hecho, ese puede ser precisamente el problema, porque Bitcoin no es el sistema fíat que Stevenson conoce tan bien, donde cada transacción es pública, rastreable y verificable por cualquiera. Por lo tanto, para vender sus bitcoin, Satoshi tendría que moverlos desde los monederos asociados a él, y eso no ha sucedido.

Según un informe de Arkham Intelligence de febrero de 2025, las más de 22.000 direcciones vinculadas al Patoshi Pattern (patrón de Satoshi o conjunto de bitcoin minados por Satoshi en 2009 y 2010) permanecen intactas, sin un solo movimiento en más de 16 años. Incluso la icónica dirección del bloque Génesis (1A1zP1eP5QGefi2DMPTfTL5SLmv7DivfNa), que contiene los 50 BTC originales minados por Satoshi, sigue inmóvil, como consta en Blockchain.com, hasta hoy 27 de marzo de 2025.

En todo caso, si Satoshi intentara liquidar un millón de bitcoins, equivalentes a más del 5% del suministro total de BTC, el movimiento sería detectable al instante. Analistas, plataformas de monitoreo y la comunidad de Bitcoin, en general, lo notarían en cuestión de minutos, desbaratando la idea de una venta “sutil” o encubierta, como la que plantea Stevenson. Es definitivo que cualquier transacción de esa magnitud encendería las alarmas en un sistema diseñado para ser visto por todos.

Un gráfico de los datos de los bitcoin en propiedad de Satoshi Nakamoto.
Más de un millón de monedas de bitcoin que pertenecen a Satoshi Nakamoto han permanecido intactas durante 16 años. Fuente: Arkham Intelligence.

¿Y si Satoshi traspasa las llaves privadas de sus monederos?

La única alternativa que podría darse para que se cumpla la teoría presentada por Gary Stevenson es que Satoshi entregara sus claves privadas a otra entidad, como un banco o un gobierno, permitiendo que alguien más acceda a esos fondos sin que el movimiento sea visible en la cadena de bloques. Sin embargo, esto solo sería posible si Satoshi tuviera una cartera secundaria con una cantidad menor de BTC, lo suficientemente discreta como para pasar desapercibida, un escenario que parece improbable dado el escrutinio constante sobre las transacciones de Bitcoin.

Por otro lado, esta idea plantea una paradoja: si Satoshi cediera sus claves a una institución centralizada, estaría traicionando los principios descentralizados que dieron origen a Bitcoin, y aún así, el volumen de esas ventas eventualmente impactaría en el mercado. Stevenson podría argumentar que Satoshi está utilizando métodos más sofisticados, como operar a través de derivados o exchanges de criptomonedas anónimos, pero sin evidencia concreta, esta hipótesis sigue siendo especulativa.

Además, si Satoshi cediera sus claves privadas a una institución financiera, tendría que revelar su identidad, algo que va en contra de todo lo que se sabe sobre su propósito y filosofía. Un banco o cualquier entidad solo necesitaría ingresar la dirección en un explorador de bloques para verificar la legitimidad de los fondos, y al hacerlo, descubriría la coincidencia con las direcciones asociadas a Satoshi.

Ninguna institución financiera aceptaría una transacción de un monto elevado, si proviene de una persona anónima, y menos aún sin investigar su origen. La misma persona que desapareció en 2011, difícilmente se traicionaría ahora, entregándose precisamente a las entidades que, según su visión, Bitcoin busca desafiar.

La inactividad de Satoshi, otro valor de Bitcoin

Curiosamente, un análisis reciente sugiere que un exchange podría tener pistas sobre la identidad de Satoshi, aunque su anonimato permanece intacto. Conor Grogan, director de Coinbase, afirmó que el exchange Kraken podría poseer datos suficientes para identificar a Satoshi Nakamoto, basándose en un estudio de las carteras asociadas al patrón de minería Patoshi, asociado al creador de Bitcoin.

Como lo informó CriptoNoticias en febrero, Grogan descubrió que una dirección recibió BTC de Cavirtex, un exchange canadiense adquirido por Kraken en 2016, lo que marca la primera conexión documentada entre una cartera de Satoshi y un exchange centralizado. Si Cavirtex aplicó políticas de KYC en 2014, Kraken podría tener información personal de Satoshi, aunque Grogan aconseja borrar esos datos para proteger su privacidad.

Aun así, este hallazgo no implica que Satoshi haya vendido sus bitcoins. Grogan señaló que las 24 transacciones salientes de las direcciones Patoshi no indican una liquidación masiva, y la última actividad en cadena podría remontarse a 2014. Más bien, su investigación busca confirmar si el patrón de minería Patoshi pertenece exclusivamente a Satoshi, e incluso lo llevó a dudar de teorías previas, como la que vinculaba a Satoshi con el criptógrafo Len Sassaman.

Mientras tanto, la falta de movimiento en las carteras de Satoshi podría interpretarse como una prueba de la integridad del compromiso que Satoshi tiene con su creación y con la humanidad que lo considera valioso. Así que, por ahora, la red de Bitcoin tiene la última palabra, y su mensaje es claro al reflejar que, no, Gary, Satoshi no está vendiendo sus BTC.

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