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La Ley STABLE tiene una competidora, que también propone la regulación de las stablecoins.
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Trump quiere que la regulación de las stablecoins se apruebe en el Congreso lo antes posible.
En un movimiento que podría transformar el panorama de las criptomonedas en Estados Unidos, dos congresistas presentaron el proyecto de ley titulado Stablecoin Transparency and Accountability for a Better Ledger Economy Act of 2025 (STABLE Act).
Este marco regulatorio busca abordar las crecientes preocupaciones sobre las stablecoins, un tipo de activo digital diseñado para mantener un valor estable frente a monedas fíat, como el dólar estadounidense.
Con el auge de las finanzas descentralizadas (DeFi) y la adopción masiva de criptomonedas, el STABLE Act llega en un momento crítico para equilibrar la innovación tecnológica bajo el argumento de proteger a los consumidores y garantizar la estabilidad financiera.
El STABLE Act no es el único esfuerzo legislativo en marcha para regular las stablecoins en Estados Unidos. Como lo ha reportado CriptoNoticias, el proyecto de ley Guiding and Establishing National Innovation for U.S. Stablecoins (GENIUS Act), liderado por el senador Bill Hagerty, también ha avanzado significativamente.
El 14 de marzo de 2025, el Comité Bancario del Senado aprobó la Ley GENIUS con 18 votos a favor y 6 en contra, marcando un hito en el debate sobre los criptoactivos.
A diferencia del STABLE Act, que propone un marco general para la emisión y operación de stablecoins, la Ley GENIUS incluye disposiciones más específicas, como la capacidad del secretario del Tesoro para congelar transacciones de stablecoins como USDT y USDC en caso de sospechas de fraude.
Este enfoque ha generado tanto apoyo como críticas, con figuras como la senadora Elizabeth Warren advirtiendo sobre posibles lagunas que podrían afectar la seguridad nacional.
Mientras que la GENIUS Act ha sido respaldada por el “zar de criptomonedas” de la Casa Blanca, David Sacks, quien argumenta que fortalecerá el dólar como moneda de reserva global, el STABLE Act busca un enfoque más amplio y bipartidista.
Ambos proyectos reflejan el impulso del gobierno de Donald Trump por apoyarse en las stablecoins y posicionar a Estados Unidos como líder en la regulación de activos digitales, aunque sus diferencias en enfoque podrían requerir una reconciliación en el Congreso.
Ahora bien, ¿Qué dice el segundo proyecto para regular las stablecoins en Estados Unidos? Analicemos a detalle:
- Un paso hacia la transparencia y la seguridad
Según lo que se aprecia en el documento oficial del proyecto de ley, que está disponible en la web, el objetivo principal del STABLE Act es establecer un entorno más seguro y transparente para las stablecoins de pago, que han ganado popularidad como herramientas para transacciones rápidas y eficientes en la economía digital.
El proyecto de ley introduce definiciones claras para términos clave relacionados con las stablecoins, así como para las entidades reguladoras encargadas de supervisar su uso.
Este enfoque busca eliminar ambigüedades legales que han permitido a algunos emisores operar en un área gris regulatoria, a menudo sin rendir cuentas sobre las reservas que respaldan sus monedas o los riesgos inherentes a sus operaciones.
- Una regulación federal coordinada
Uno de los pilares del STABLE Act es la designación de reguladores federales primarios que trabajarán de manera conjunta para establecer estándares rigurosos. Estos estándares abarcan aspectos cruciales como los requisitos de capital, la liquidez, la gestión de riesgos y otras medidas destinadas a garantizar que los emisores de stablecoins operen de manera responsable.
Por ejemplo, las empresas que emiten estos activos digitales, como Tether Limited o Circle, que están detrás de USDT y USDC, las stablecoins más grandes del mercado; deberán demostrar que cuentan con reservas suficientes para respaldar cada unidad en circulación, una medida que responde a escándalos pasados en los que algunas de estas monedas no pudieron cumplir con sus promesas de estabilidad.
Además, el proyecto permite una interacción entre los niveles federal y estadal de regulación. Los reguladores estadales podrán certificar que sus propios regímenes cumplen o incluso superan los estándares federales.
Sin embargo, esta certificación no será un cheque en blanco: el secretario del Tesoro tendrá la autoridad para revisarla y rechazarla si no satisface los criterios establecidos. Este enfoque busca fomentar la flexibilidad y la innovación a nivel local, al tiempo que mantiene un umbral mínimo de protección a nivel nacional.
- Sanciones severas por incumplimiento
Por otro lado, el STABLE Act no escatima en medidas punitivas para quienes intenten eludir sus disposiciones.
Una de las cláusulas más destacadas establece sanciones criminales significativas para aquellos que presenten certificaciones falsas o manipulen los informes requeridos. Las multas pueden ascender hasta USD 5 millones y los infractores podrían enfrentar penas de prisión de hasta 20 años.
Estas penalidades reflejan la seriedad con la que el Congreso aborda los riesgos de fraude y mala praxis en un sector que maneja miles de millones de dólares y afecta a millones de usuarios.
- Revisión y adaptación de normativas
El proyecto también incluye una revisión exhaustiva de las normativas existentes para asegurar que las entidades reguladas puedan participar en actividades relacionadas con stablecoins de manera segura y eficiente.
Esto abarca desde el almacenamiento de claves de pago hasta la gestión de los activos subyacentes que dan valor a estas monedas digitales. La idea es modernizar el marco regulatorio para que no solo sea reactivo, sino que también fomente la innovación en un sector que evoluciona rápidamente.
- Supervisión continua y rendición de cuentas
Para garantizar que el STABLE Act no se quede en una mera declaración de intenciones, el proyecto exige informes periódicos a los comités del Congreso sobre el progreso en la elaboración de normas.
Estos reportes, que deberán presentarse dentro de plazos específicos, permitirán a los legisladores supervisar de cerca la implementación de la ley y ajustar su enfoque si es necesario.
Esta supervisión continua es un reconocimiento de que la regulación de las criptomonedas es un proceso dinámico que requiere adaptarse a los avances tecnológicos y a las nuevas realidades del mercado.
Implicaciones para la economía digital
El STABLE Act representa un esfuerzo significativo por parte del Congreso para establecer un marco normativo claro que fomente la innovación en la economía digital, al tiempo que protege a los consumidores y la estabilidad financiera en los Estados Unidos.
En un momento en que las stablecoins se han convertido en una pieza clave de las finanzas globales y con un claro apoyo por parte del gobierno federal de EE. UU., esta ley podría sentar un precedente para otros países que buscan regular este espacio.
Sin embargo, el proyecto no está exento de desafíos, ya que una regulación excesiva podría sofocar la innovación, empujando a las empresas de criptomonedas a jurisdicciones con marcos más laxos.

A medida que el debate avanza en el Capitolio, el mundo financiero observa con atención. El STABLE Act no solo podría redefinir el futuro de las stablecoins, sino también consolidar el liderazgo de Estados Unidos en la regulación de la economía digital, un terreno donde la transparencia y la responsabilidad serán más importantes que nunca.