
Alrededor de 350 jóvenes de entre 20 y 45 años vinculados a empresas familiares españolas han convertido Barcelona en punto de encuentro este fin de semana con la celebración del 21º Encuentro Nacional del Fórum Familiar, un evento convocado bajo el lema “somos futuro”, y cuyo principal objetivo es el de reflexionar sobre los desafíos del relevo generacional, la innovación y el liderazgo en las empresas familiares. El encuentro coincide también con el cambio en la presidencia del Fórum Familiar, que se hará efectivo hoy, cuando Ana Álvarez Aldomá, del Grupo Armando Álvarez, será nombrada nueva presidenta en substitución de Patricia Riberas López, directiva de Gestamp. Riberas seguirá en la dirección del Fórum Familiar como vicepresidenta para dar continuidad y apoyo al mandato de Álvarez.
“Lo que nos une, participemos o no en nuestra empresa familiar, es el hecho de que, a largo plazo, seremos los futuros accionistas de estas compañías, y la misión que tenemos como familiares es mantener los valores que han llevado a las empresas hasta donde están hoy: mantenerlos y que perduren en el tiempo”, destacaba ayer Ana Álvarez durante la primera jornada del encuentro, organizado por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), con la colaboración de la Asociación Catalana de la Empresa Familiar (Ascef).
“Pensamos en generaciones, no en trimestres, y esa visión a largo plazo es más valiosa que nunca”
La edición de este año pone el foco en la innovación, la sostenibilidad, la tecnología y el legado multigeneracional. Se trata de “dar voz y visibilidad a una generación que quiere transformar, innovar y hacer más sostenibles sus empresas”, señala Riberas. Entre los ponentes, destaca la participación de tres generaciones de la familia Rodés –fundadora del IEF y del propio Fórum– y de Hugo Serra (Catalana Occidente), quienes compartirán su trayectoria empresarial. “Catalunya siempre ha sido cuna de empresas familiares con liderazgo e innovación. Queríamos visibilizar esa tradición”, explica Álvarez.
Ambas líderes coinciden en que la profesionalización en la gobernanza sigue siendo uno de los grandes retos del tejido empresarial familiar español. “Es fundamental establecer órganos de gobierno sólidos y saber separar lo familiar de lo empresarial”, advierte Riberas, para quien la idiosincrasia de la empresa familiar española le va a la contra: “En España, el tamaño medio de nuestras empresas es muy pequeño. Eso dificulta competir, crecer, digitalizarse o internacionalizarse”.
Aun así, ambas reivindican el valor estratégico de las empresas familiares en tiempos de incertidumbre: “Tenemos la ventaja de pensar en generaciones, no en trimestres. Esa visión a largo plazo es hoy más valiosa que nunca”.