

La asamblea general del PNV, en la que este domingo Aitor Esteban tomará el timón del partido, ha arrancado con una jornada centrada en definir las líneas estratégicas de la formación mirando al horizonte 2030. Los jeltzales han aprobado las cinco ponencias que inspirarán su acción política en los próximos años, abogando por elevar el reconocimiento de “Euskadi como nación” a la Unión Europea y defendiendo un nuevo estatus para Euskadi que establezca una relación bilateral con el Estado y que se integre en el ordenamiento europeo.
Los jeltzales han plasmado su posicionamiento territorial de cara a la segunda mitad de la presente década en una ponencia política coordinada por Izaskun Bilbao, eurodiputada durante 15 años de la formación.
El marco europeo
En el citado documento, los jeltzales defienden que “es a nivel europeo donde se produce actualmente la discusión más rica y completa sobre los conceptos de identidad, soberanía, nación o Estado. “Los hechos han demostrado que la evolución de los mismos es imprescindible para construir una Europa más fuerte y capaz de actuar como agente global en el mundo”, indican,
Así, el PNV apuesta por el reconocimiento del derecho a decidir a nivel europeo y reivindica la propuesta de reglamento europeo que defendió en la Eurocámara “como su hoja de ruta para ejercer a nivel europeo el derecho de autodeterminación”.
El documento jeltzale, en todo caso, aboga por “no clonar miméticamente modelos del pasado y sostiene que el reconocimiento a nivel europeo del Concierto Económico y el Convenio navarro, así como mecanismos de cooperación como las macrorregiones, abren interesantes vías para innovar en estas materias”.
El PNV aboga en la ponencia por un nuevo estatus para Euskadi, pactado con el Estado, que garantice la bilateralidad en las relaciones y que se integre en el ordenamiento europeo.
“Nuestra estrategia para lograrlo se basa en la negociación, el pacto y la inclusión en la Unión Europea de protocolos que reconozcan nuestra realidad nacional y el impulso de la reforma de sus tratados a la luz de las aportaciones en favor de la proximidad y el reconocimiento de las estructuras subestatales”, sostiene la ponencia.
Finalmente, el texto apuesta por acometer la renovación de una identidad vasca “que impulse el euskera y la cultura como elementos de integración en una sociedad cada vez más diversa” pero que “apoya mayoritariamente el reconocimiento de Euskadi como sujeto político”.
Posicionamiento socioeconómico
Más allá de la cuestión territorial, los jeltzales han plasmado su posición en materia socioeconómica en una ponencia bautizada como ‘Construir una nación próspera para ser más libres’. “Defender la democracia es también defender los máximos estándares de cohesión social; para garantizar el bienestar es necesaria una economía fuerte y sostenida”, sintetiza.
Los jeltzales han subrayado “la importancia que le otorgan a asegurar la competitividad económica de Euskadi y al fortalecimiento de la industria y del sector agroalimentario”. En el plano económico, también han recogido “la necesidad de impulsar nuevos sectores estratégicos y el ánimo del PNV de acompañar a las empresas vascas comprometidas con la sociedad para que puedan crecer y fortalecer su arraigo en Euskadi”.
Otra de las ponencias aprobadas este sábado ha recogido “los ejes de la estrategia internacional” del PNV, sintetizados en tres cuestiones: la creación de una Macrorregión Atlántica; la implicación de la diáspora vasca como agente activo en el desarrollo de Euskadi; y el “aprovechamiento del potencial diplomático para impulsar el posicionamiento global” del País Vasco.
Así, el PNV apuesta por “reforzar la cooperación entre todos los territorios vascos, afianzando el zazpiak bat (“los siete son uno”, en alusión a Navarra y los territorios de Iparralde) y por “crear una Macrorregión Atlántica, integrada por regiones y Estados como Portugal, España, Francia e Irlanda”, al tiempo que se compromete con “una Europa federal que se construya desde el reconocimiento y el respeto de realidades diversas respetando el principio de subsidiariedad”.
Organización interna
Queda abierta la posibilidad de optar a un tercer mandato
Las cuestiones ligadas a la organización interna del PNV han quedado recogidas en una ponencia titulada ‘Una organización democrática’. El documento defiende la necesidad de implementar un “gran plan para digitalizar toda la organización” y de abrir nuevos espacios para la participación de simpatizantes y personas independientes. La ponencia aprobada incide en la necesidad de reducir la burocracia interna del partido, acortando los procesos internos. El documento también habla de reforzar su sistema ético y de buen gobierno interno, “asegurando transparencia, legalidad, prevención de malas prácticas y gestión de conflicto de intereses”. Una de las cuestiones que ha generado más debate ha sido la limitación del tiempo de ejercicio tanto de cargos públicos como internos, una cuestión que ha quedado abierta, si bien la asamblea ha apostado por fijar mayorías más cualificadas para que un militante pueda optar a una tercera legislatura. De esta manera, queda para el debate de los estatutos fijar qué mayorías serán necesarias para poder optar a un tercer mandato, tanto en cargos públicos como internos.
Participación
El PNV apuesta por “reevaluar” su relación con la sociedad vasca
En otra de las ponencias, el PNV apuesta por “reevaluar” su relación con la sociedad vasca y “humanizar su acción política” a través de instrumentos como la participación ciudadana, la transparencia, la rendición de cuentas y la digitalización en la comunicación. Así, el partido ha plasmado en la ponencia ‘Un partido al servicio del pueblo’, algunas actuaciones dirigidas a intensificar su relación con la sociedad para “reafirmar su referencialidad y liderazgo”. La ponencia, coordinada por Ane Miren Atín, defiende la necesidad de “adaptar” sus relaciones con los movimientos asociativos, empresariales y sociales y aboga por “humanizar el partido desde la empatía y la cercanía”. El texto sostiene que la sociedad vasca ha cambiado y que el PNV debe interpretar estos cambios, por lo que defiende acometer actuaciones para fomentar la participación ciudadana y ahondar en la transparencia y la rendición de cuentas.