Dos días antes de que entren vigor la primera batería de aranceles de Estados Unidos contra el acero y el aluminio, el ministro de Economía, Comercio y Empresa español, Carlos Cuerpo, ha viajado hasta Bruselas para reunirse con el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, al frente de las negociaciones comunitarias con la Administración estadounidense y también de la réplica europea a esta guerra comercial. “Tenemos los instrumentos suficientes para defendernos y defender los intereses de nuestras empresas y nuestras industrias”, ha asegurado Cuerpo ante los medios saliendo del Ejecutivo comunitario, sin descartar que la UE recurra por primera vez al instrumento anticoerción.
Bruselas está expectante ante el anuncio de Washington de este miércoles, cuando, en la jornada que ha bautizado como el “día de la liberación”, está previsto que el presidente de EE.UU., Donald Trump, anuncie otro paquete de aranceles. Esta vez serán los llamados “recíprocos”, es decir, a países que gravan los productos estadounidenses. La Casa Blanca todavía no ha detallado qué aranceles se aplicarán, cómo se calcularán o qué tendrán que hacer los países para escapar de ellos. Tampoco se conoce cuándo entrarán en vigor.

“Tranquilidad y confianza, porque desde la Unión Europea y desde España estamos preparados para proteger a aquellos sectores que puedan verse afectados”, ha reiterado Cuerpo. La UE, después de haber anunciado contramedidas por valor de 26.000 millones para responder al primer paquete sobre el acero y el aluminio, retrasó dos semanas la entrada en vigor de los primeros aranceles tras conocer las intenciones de Trump de imponer los nuevos aranceles recíprocos, con el fin de ganar tiempo para negociar con los países para afinar la lista de productos afectados.
En este sentido, Francia ha pedido a Bruselas que se vaya más allá de la imposición de aranceles a bienes estadounidenses y se recurra por primera vez al instrumento anti-coerción. Todavía no se ha utilizado desde que entró en vigor en diciembre de 2023 y permitiría, entre otras cosas, restringir las importaciones y las exportaciones, o aumentar los derechos de aduanas. Se trata de una herramienta de defensa comercial comunitaria, que tiene el objetivo de entablar un diálogo con el país en cuestión y, si no se llega a una solución, la UE puede llegar a aplicar contramedidas y hasta exigir una reparación.
Venezuela
Cuerpo asegura que el diálogo está abierto para tratar de llegar a un acuerdo con Repsol
Preguntado por el asunto, Cuerpo no ha cerrado la puerta a tener que recurrir a este instrumento. “El instrumento anticoerción es parte de este instrumental, de estas herramientas que tenemos”, ha explicado el ministro, quien “a priori no descartaría el uso de ningún instrumento”. Sin embargo, Cuerpo insiste en que todavía esperan poder seguir negociando para alcanzar un acuerdo con Estados Unidos. “Todos sabemos de sobra que una escalada de medidas proteccionistas sería perjudicial para ambos lados de la Atlántico”, ha añadido. “Vamos a esperar a ver cuál es la reacción, cuáles son las medidas que pone sobre la mesa Estados Unidos y, en función de eso, reaccionaremos”, ha insistido.

Sobre la decisión de la Casa Blanca de revocar a los socios de la petrolera estatal de Venezuela, PDVSA -entre ellos, Repsol-, los permisos para poder extraer y exportar petróleo del país caribeño, Cuerpo ha explicado que llevan semanas en contacto con la empresa con el fin de acompañarles y ayudarles en este “diálogo contínuo” con la Administración de Donald Trump. Según ha apuntado, es un diálogo “abierto” y todavía esperan que pueda terminar con un acuerdo “que permita a la empresa, en lo medida de lo posible, mantener sus operaciones en Venezuela”.