
Itamar Ben-Gvir visitó ayer la explanada de las Mezquitas, lugar sagrado situado en la ciudad vieja de Jerusalén, en territorio ocupado por el Estado de Israel y disputado por la Autoridad Nacional Palestina. Es la primera visita del ministro ultraderechista de Seguridad Interior de Israel desde su retorno al Gobierno de Beniamin Netanyahu el 19 de marzo.
El Gran Rabinato de Israel había prohibido el acceso de los devotos judíos para no profanar el lugar, de acceso reservado a los musulmanes durante el mes del Ramadán y la celebración del Aid el Fitr. La visita de Ben-Gvir se interpreta como una provocación que busca reafirmar la soberanía israelí sobre el lugar, un lugar de máxima tensión entre Israel y Palestina, en un momento de máxima hostilidad entre ambas partes. Hamas calificó de desafiante la aparición de Ben-Gvir, además de apuntar a una “escalada peligrosa”.
El lugar ha sido motivo de conflicto entre judíos y musulmanes durante décadas
La explanada de las Mezquitas, o monte del Templo para los judíos, es un lugar venerado por judíos y musulmanes. El acceso al emplazamiento lo controla la policía israelí y Jordania se encarga de la administración. Ha sido motivo de fuertes tensiones durante décadas. Tras la ocupación en 1967 de Jerusalén Este por Israel, se acordó que los no musulmanes solamente podían acceder en momentos puntuales y sin rezar, aunque esta norma se ha difuminado con los años y con el auge de los judíos ultranacionalistas. Desde la formación del Gobierno en el 2022, Ben-Gvir ya ha acudido varias veces.
Así, el Ministerio de Exteriores de Jordania emitió ayer un comunicado denunciando la acción del político israelí y la definió como un asalto “bajo la protección de la policía de ocupación” y una “violación de la santidad de la mezquita de Al Aqsa y de su statu quo histórico”. Asimismo, el parlamentario israelí ultraortodoxo Moshe Gafni criticó la visita diciendo que constituye una “profanación del lugar más sagrado para el pueblo judío” y que, además, “constituye una profanación del lugar santo y provoca conflictos innecesarios en el mundo musulmán y más allá”.