El descontento por la subida de los alquileres moviliza hoy 40 ciudades de toda España

Miles de personas se manifestaron ayer en Barcelona, Madrid y en 40 ciudades de toda España por el derecho a una vivienda digna y el fin de la especulación con los alquileres. Convocados por el Sindicat de Llogateres y el Sindicatos de Inquilinas y bajo el lema “acabemos con el negocio de la vivienda”, protestan por la carestía y la escasez de hogares y sus organizadores exigen reducciones de hasta el 50% de los alquileres, entre otras reivindicaciones.

“No sé qué va a pasar con mi futuro”, “no sé si voy a poder independizarme”, “no sé si me voy a poder quedar en Barcelona”, “no sé si podré seguir pagando el alquiler”, eran algunos comentarios de los participantes. La incertidumbre, el desaliento y la falta de horizonte recorrían el espíritu de los manifestantes en la movilización. Pese a las consignas potentes e incluso festivas, las dificultades reales de los convocados transmiten desazón. “¿Qué solución real tenemos para nuestro futuro?”.

Miles de personas durante una manifestación por la vivienda bajo el lena Abaixem e lloguer en la Plaza Espanya a 5 de abril de 2025

Miles de personas durante una manifestación por la vivienda bajo el lena Abaixem e lloguer en la Plaza Espanya a 5 de abril de 2025

Âlex García

La de ayer es la segunda protesta de estas características que se desarrolla en Barcelona y la tercera en Madrid, pero la primera movilización por la vivienda organizada de forma simultánea en ciudades de todo el país. Casi 40 localidades de toda España se han sumado a la movilización de este sábado, entre ellas Valencia, Málaga, Santander, A Coruña, Gijón y Palma.

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La protesta exige que la vivienda deje de ser un negocio para convertirse en un derecho. El aumento del precio de los alquileres y la falta de medidas efectivas del Gobierno para acabar con este problema se suman a la sensación de “impunidad” con la que el sindicato afirma que opera “la patronal inmobiliaria”. Las organizaciones afirman que el encarecimiento de la vivienda “es la principal causa de empobrecimiento de la clase trabajadora”.

La marcha en Madrid ha movilizado a más de 150.000 personas, según el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos, mientras que la Delegación de Gobierno de Madrid ha rebajado a 15.000 el número de asistentes. En cuanto a Barcelona, la segunda más concurrida, los convocantes hablan de 100.000 personas mientras que la Delegación del Gobierno estima 12.000 manifestantes.

Manifestación por la vivienda en Barcelona

Manifestación por la vivienda en Barcelona

Alex García

“Los precios de los alquileres siguen por las nubes. Cuando buscamos piso, solo encontramos alquileres de temporada o de habitaciones”, destacó la portavoz del Sindicat de Llogateres, Carme Arcarazo. Así, reprochó a los gobiernos que no hagan “nada” pese a “ser los responsables” de la situación.“Si no se plantan ante el negocio inmobiliario, la crisis de la vivienda se los llevará por delante”, alertó.

Los jóvenes protagonizaron unas concentraciones que cada vez son más transversales. Iñaki, Carlos y Julia, de 23 años, se quejan de la inaccesibilidad de los precios en Madrid para estudiantes como ellos, que necesitan compatibilizar trabajos con estudios, así como ayuda familiar para poder pagar habitaciones en pisos compartidos. “Si no tienes un buen trabajo, es imposible” afirman. Sofía, de 30 años, tiene ese buen trabajo pero tampoco le facilita encontrar piso para comprar por los altos precios y las malas calidades. “Es desolador”, dice.

Manifestación por la vivienda en Barcelona

Manifestación por la vivienda en Barcelona

Alex García

En la protesta se ven casos como los de Paloma, que se queja de haber sido expulsada por los ‘fondos buitre’

Pero no son el único colectivo afectado. En la marcha se han visto muchos perfiles de más de 30 y 40 años, como los afectados por la venta del edificio del Paseo de la Chopera 47, en Madrid, a un fondo buitre, Elix. “Nos dijeron que iban a respetar los contratos de alquiler pero ya están presionando para que nos vayamos”, afirman Elena y Alicia, de 39 años. La inmobiliaria ya está “poniendo en valor el edificio” y amenazando con obras en todo el espacio, lo que hace la vida “imposible”.

Los fondos buitre echaron a Paloma, de 67 años, de su casa y se vio forzada a comprar una vivienda. “Jubilada y pagando una hipoteca y aún doy gracias de poder”, afirma. Junto a ella, han venido Blanca, de 54 años y Julián, de 46 años, ambos afectados. Blanca vive con su hija y paga el doble de alquiler de la ayuda que recibe. “Tengo que pedir ayuda a mi familia y, aunque ellos lo hacen de buen grado, para mí es humillante”, dice Blanca. Julián vivía solo en Extremadura pero desde hace tres años, vive en Madrid por cuestiones laborales. “El alquiler es el 80% de mi sueldo, no tengo más remedio que compartir”, señala.

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Vista de la manifestación de este sábado en Gijón 

Juan González / EFE

En Palma, la tercera ciudad con el precio de la vivienda más caro de España, unas 3.500 personas han vuelto a salir a la calle, según datos de la policía nacional. Los organizadores hablan de 10.000. Es la segunda gran manifestación en Palma en protesta por el precio de la vivienda en menos de un año. En el caso de Baleares, las reivindicaciones inmobiliarias se combinan con las protestas por la masificación turística, con buena parte del parque de vivienda destinado al alquiler turístico. Los asistentes portaban varias pancartas reivindicando el artículo 47 de la Constitución, en contra del alquiler turístico y de los fondos buitre, informa Nekane Domblás

La portavoz del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, Valeria Racu, ha dicho a los medios en la cabecera de la manifestación que desde este momento “decretan los alquileres indefinidos” y piden al medio millón de hogares cuyos contratos acaban este año, según sus datos, “resistir”.

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Vista de la manifestación por la vivienda en el centro de Málaga este sábado 

Jorge Zapata / EFE

Los convocantes solicitan contratos de alquiler indefinidos -medida que acaba de rechazar el Senado al entender que supone la vuelta del modelo franquista-, la recuperación de viviendas vacías, turísticas y en alquiler de temporada, que se prohíba la compra de casas si no es para vivir en ellas o que se “desarticulen” los grupos de desokupación.

También demandan ampliar el parque público de vivienda, pero no a través de la construcción masiva, sino de la vuelta al parque público de las casas de la Sareb y de expropiaciones.

Dirigen sus críticas contra inmobiliarias, portales, plataformas de alquiler turístico como Airbnb, empresas de servicios como Alquiler Seguro, y contra el Gobierno, al que acusan de ponerse del lado de los “rentistas” y no hacer nada para frenar la especulación.

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El movimiento por la vivienda de Granada convoca junto a distintas asociaciones una manifestación por el derecho a la vivienda 

·PEPETORRES / EFE

Los manifestantes han coreado gritos contra la Ley de Vivienda del Gobierno y han exigido que “gobierne quien gobierne” se defiende el derecho a la vivienda, y entienden que los poderes públicos desahucian a los inquilinos “al servicio del capital”.

Racu ha pedido “acabar con la impunidad de los rentistas”, y ha explicado que “hoy decretamos los alquileres indefinidos; se acabó marcharnos de nuestros barrios cada cinco o siete años”.

Además, ha pedido que continúe la “huelga de alquileres”, que ya promovieron en las manifestaciones de otoño y que, según sus cifras, ha permitido rebajar un 30 % el precio mensual. “A los rentistas culpables y a los gobiernos responsables [les digo] hoy vamos a acabar con vuestros negocios”.

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