Al menos 33 personas han muerto como consecuencia de las inundaciones derivadas de las lluvias torrenciales que han sumergido parte de la capital de República Democrática del Congo, Kinshasa, este pasado fin de semana, según un nuevo balance de víctimas divulgado por el Gobierno.
El Ministerio del Interior congoleño ha informado en un comunicado de la hospitalización de 46 personas por este temporal, registrado en la noche del 4 al 5 de abril y que ha afectado a distintas zonas de la capital congoleña. Asimismo, el Gobierno tiene constancia de “importantes daños materiales”.

Ciudadanos tratan de escapar de las inundaciones en Kinshasa.
Por su parte, el Ministerio de Sanidad ha activado un despliegue médico de emergencia para brindar ayuda y contener otros potenciales efectos colaterales de las inundaciones. El ministro Samuel Roger Kamb se ha desplazado a algunas de las zonas más damnificadas, entre ellas las riberas del río Ndjili.
El gobernador de Kinshasa, Daniel Bumba, ha instado a la población a dejar de levantar viviendas en zonas restringidas, propensas a los efectos de las inundaciones. Las autoridades han puesto en cuestión también la mala calidad de estos inmuebles, incapaces de soportar un temporal de este calibre.