Analista que predijo crisis pasadas ahora advierte sobre la guerra de aranceles

  • Según el economista, la inflación se disparará (todavía más).

  • La peor consecuencia, según Marks, sería la «desdolarización» mundial.

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, pateó el tablero económico mundial con los anuncios realizados el pasado 2 de abril, en el marco del “Día de la Liberación”.

Como reportó CriptoNoticias, el mandatario decidió aplicar un régimen de aranceles recíprocos a las importaciones de decenas de países, entre los que se destacan China, Canadá, la Unión Europea (UE) y toda América Latina.  

Esta política proteccionista, que busca revitalizar las industrias locales supuestamente debilitadas por la globalización y la competencia internacional, ha reavivado los temores de un aumento en la inflación y una posible recesión a nivel mundial.

Tabla de aranceles recíprocos de Estados Unidos.
Tabla de aranceles recíprocos de Estados Unidos. Fuente: Juan Rodríguez – X.

Para Howard Marks, copresidente de Oaktree Capital Management, “este es el mayor giro estructural desde la Segunda Guerra Mundial”.

En una entrevista con Bloomberg, el legendario inversionista, reconocido por predecir las crisis de la burbuja puntocom (1999) o la reciente gran recesión (2008), manifestó: “Creo que los últimos 80 años desde la Segunda Guerra Mundial han sido el mejor período económico de la historia de la humanidad, y una de las principales razones fue el crecimiento del comercio. Y creo que realmente hemos tenido un momento en que ‘la marea alta levanta todos los barcos’, y el comercio fue una parte importante de eso”.

Asimismo, expuso una serie de ejemplos para explicar las consecuencias de las políticas que impulsa Trump. “El bienestar mundial se maximiza cuando cada país hace lo que hace mejor y más barato, y luego lo vende a los países que lo necesitan, quienes hacen otras cosas y las venden a otras personas. Así es como funciona el comercio. La buena noticia es que los italianos hacen la pasta y los suizos los relojes. Pero si detenemos el comercio mundial y los suizos tienen que hacer su propia pasta y los italianos sus propios relojes, el mundo probablemente —bueno, quizás se podría decir que la gente de ambos países— estará un poco peor. De eso es de lo que estamos hablando”, agregó.

A su vez, se refirió a los efectos de la globalización en Estados Unidos y señaló: “Durante un período de 25 años, el costo de los bienes duraderos en Estados Unidos se redujo un 40% en términos reales, lo que ayudó a mantener la inflación bajo control y permitió el acceso a productos a precios bajos para toda la población”. Además, dijo:

“Eso mantuvo la inflación bajo control. Hizo que los bienes estuvieran disponibles a bajo precio para todos los estadounidenses. Si no tenemos comercio mundial, no tenemos ese beneficio. Los aranceles están diseñados para incentivar la producción nacional. Pero ¿quién podría imaginar que la mayoría de los productos producidos en Estados Unidos serían tan baratos como los que vienen del extranjero? En otras palabras, costarían más”.

Howard Marks, co-presidente de Oaktree Capital Management.

Sobre las posibles consecuencias a futuro, el especialista advirtió que, más allá de una posible subida de la inflación, el mayor riesgo de la guerra comercial es que el dólar pierda su estatus como moneda de reserva global.

Al respecto, detalló: “Si a la gente no le gusta el dólar, no le gusta invertir en Estados Unidos y no quiere tener una cantidad ilimitada de bonos del Tesoro, estamos en problemas. Si simplemente hacemos enojar a la gente y dicen: ‘Estados Unidos sigue siendo un gran mercado de crédito, pero no quiero tener su deuda porque mire cómo me están tratando’, entonces la situación fiscal se vuelve muy complicada”.

Aunque Marks no lo dijo explícitamente, perder el estatus de moneda de reserva implicaría que Estados Unidos tendría serias dificultades para afrontar su deuda. Actualmente, la demanda de bonos del Tesoro a nivel global le permite al gobierno estadounidense tomar deuda a tasas relativamente bajas.

Pero, si ocurre lo que plantea Marks, y se erosiona esa confianza, muchos países e inversionistas podrían dejar de comprar deuda emitida por Estados Unidos.

Esto obligaría al gobierno a ofrecer tasas de interés más altas para atraer compradores, lo que a su vez encarecería su propio endeudamiento y podría llevar a crisis fiscales más profundas.

Si el dólar tambalea, ¿dónde refugiarse?

Marks no ofrece una respuesta a la pregunta de este intertítulo. Pero, ante esta situación, de colapso y debilitamiento del dinero fíat, los inversionistas podrían inclinarse por buscar refugio en otros activos como el oro o bitcoin (BTC).

Sin embargo, hay que aclarar que esperar que esto ocurra con bitcoin es una perspectiva a mediano o largo plazo. La moneda creada por Satoshi Nakamoto todavía es percibida por la mayoría de los inversionistas como un activo de riesgo y, por esa razón, también sufrió las consecuencias de la “guerra comercial” que desató Trump.

Bitcoin había mostrado fortaleza en el nivel de 82.000 dólares. Sin embargo, esta disociación duró poco, ya que BTC cayó un 10% entre el domingo y el lunes por la mañana.

En el siguiente gráfico elaborado por Kaiko Research se observa el comportamiento de bitcoin (línea amarilla) en comparación con el SPDR Gold Shares, un ETF que rastrea el precio del oro (GLD); el SPX (Índice S&P 500 de Estados Unidos), el NKX (Índice Nikkei 225 de Japón), el NDX (Índice Nasdaq 100 de Estados Unidos), el HSI (Índice Hang Seng de Hong Kong) y el CAC 40 (Índice bursátil francés).

Gráfico que muestra el rendimiento de bitcoin contra otros activos.
El rendimiento de BTC cayó un 10% entre el domingo 6 y el lunes 7 de abril. Fuente: Kaiko.

Al momento de la publicación de esta nota, la cotización de BTC es de 79.800, un 25% por debajo de su máximo histórico (ATH) de 109.110 dólares.

Gráfico de precio de bitcoin.
Cotización de bitcoin en los últimos 12 meses. Fuente: TradingView.

El informe de Kaiko también revela que, desde mediados de febrero, el entusiasmo posterior al triunfo de Trump en las elecciones de Estados Unidos se ha enfriado por la incertidumbre en torno a los aranceles.

Como reportó CriptoNoticias, la victoria del líder republicano en la contienda electoral despertó el entusiasmo de los inversionistas por los activos digitales. Es que durante toda su campaña presidencial, Trump había manifestado una postura en favor de las criptomonedas y prometió regulación amigable con el sector para fomentar su desarrollo.

Si bien ha cumplido con varias de sus promesas, como firmar una orden ejecutiva para crear una reserva estratégica de BTC y establecer un consejo asesor de criptomonedas, ese impulso inicial se vio frenado por la guerra de aranceles.

Una muestra de ello es que, a inicios de abril, el volumen de operaciones con criptomonedas volvió a niveles previos a las elecciones.

El volumen de operaciones de BTC cayó más de un 45% respecto al promedio de noviembre, señalando una menor actividad del mercado.

Gráfico del volumen de criptomonedas en el último año.
Volumen de trading de criptomonedas en el último año. Fuente: Kaiko.

BlackRock, el gestor de activos más grande del mundo, calificó a BTC como un “activo diversificador único” porque tiene características propias que pueden convertirlo en una cobertura en tiempos de mayor incertidumbre económica y tensiones políticas.

Algunas de estas características son que BTC tiene un suministro limitado en 21 millones de unidades y su emisión se reduce cada 4 años en un evento conocido como el halving. Este es un factor que influye en su precio a mediano y largo plazo.

Precisamente, esa escasez inherente es lo que está atrayendo el interés de grandes empresas y de los estados nacionales. De hecho, cada vez más países están analizando la posibilidad de crear una reserva estratégica de BTC.

Asimismo, hay que remarcar que, a diferencia del dinero fíat, la moneda digital no se devalúa constantemente por la emisión o las políticas monetarias de los bancos centrales.

Por ese motivo, muchos inversionistas están viendo esta tormenta en los mercados como una cuestión meramente pasajera. Para ellos, bitcoin no se trata de ganancias rápidas, sino de una revolución financiera.

Y aunque hoy llueva, hay algo que nunca cambia: siempre, tarde o temprano, vuelve a salir el sol.

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