Sánchez alerta en Vietnam que Trump se equivoca con su guerra arancelaria

Pedro Sánchez aterrizó ayer en Hanoi, capital política de Vietnam y primera escala de su gira asiática para abrir mercados y buscar oportunidades de negocios con los que paliar la guerra comercial de Donald Trump, al tiempo que el Consejo de Ministros aprobaba un primer decreto de ayudas a los sectores más afectados por los aranceles del inquilino de la Casa Blanca.

El presidente del Gobierno inició su primera visita a Vietnam –el tercer país más castigado del mundo por la ofensiva arancelaria de Trump, del 46% para esta potente economía del sudeste asiático– advirtiendo de la equivocación que a su juicio está cometiendo el presidente de EE.UU., en su diagnóstico de la situación en un mundo multipolar e interconectado.

El jefe del Ejecutivo juzga contradictoria la posición del PP, pero anima a sumar apoyos al plan de respuesta

En conversación informal con la prensa que le acompaña en este viaje, Sánchez lamentó que Trump actúe de manera unilateral, con una guerra comercial que no le interesa a nadie y que, según ya resaltan muchos analistas, provocará un notable daño a la propia economía estadounidense, donde ya se está dibujando un escenario de recesión económica.

El mandatario español confió en que el presidente norteamericano recapacite y se siente a la mesa de negociación para evitar perjuicios para todos. Pero defendió la respuesta unitaria y proporcional que, por ahora, muestra la Unión Europea. También para reforzar alianzas comerciales con otros socios, como hace él mismo en esta primera visita a Vietnam para avanzar en elevar la relación con España al nivel de la asociación estratégica integral.

En cuanto al nuevo escenario político que la guerra comercial de Trump abre en España, incluso con una insólita sintonía inicial entre el Gobierno y el Partido Popular para acordar las medidas de respuesta, Sánchez consideró contradictoria la posición de la formación de Alberto Núñez Feijóo, que al mismo tiempo sella pactos presupuestarios con la ultraderecha de Vox en territorios donde también pueden tener impacto los aranceles de Trump.

Pese a que el jefe del Ejecutivo cuestionó esta actitud de la oposición, demandó el apoyo de cuantos más partidos mejor para desplegar el plan de respuesta a los aranceles. El nuevo escenario abierto por Trump hace, a su juicio, más visible en España a la internacional ultraderechista y los riesgos de pactar con ella, sobre los que aseguró que lleva tres años alertando.

Sánchez advirtió que España tiene una situación de fortaleza económica y, además, un Gobierno ya bastante contrastado en la gestión de crisis. Y, aunque insistió en que no va a renunciar a los presupuestos generales del Estado en este 2025 –para lo que admitió que los grupos parlamentarios habrían de replantearse sus posiciones–, resaltó que el Ejecutivo tiene suficiente margen y capacidad financiera para hacer frente a la coyuntura y a la guerra comercial de Trump, aún sin nuevas cuentas públicas. Y eso, aseguró, es ahora lo urgente.

Es la primera vez en la democracia que un presidente del Gobierno español pisa suelo vietnamita en viaje oficial

Con un crecimiento económico anual del 6,5%, y perspectivas de alcanzar el 8%, Vietnam es el país más emergente del sudeste asiático. Pero también es el tercer país más perjudicado de todo el mundo por la guerra comercial desatada por Donald Trump, en su caso con unos aranceles del 46%. Teniendo en cuenta, además, que el 30% de su PIB depende de Estados Unidos. La paradoja es que esta es la primera ocasión en que un inquilino de la Casa Blanca se enfrenta a Vietnam justo 50 años después de la guerra que libraron ambos países y cuyo final, precisamente, se conmemora este año.

Pero el “milagro vietnamita”, gracias a sus elevadas tasas de crecimiento, se ha convertido en un poderoso atractivo para otros bloques comerciales, por muy distantes que estén, ante la ofensiva arancelaria de Trump contra el mundo. 

Y en la Moncloa advierten que la mejor prueba de que España no ha explorado aún lo suficiente las grandes oportunidades de negocio que puede representar este país es que esta es la primera vez en toda la democracia que un presidente del Gobierno español pisa suelo vietnamita en viaje oficial. 

Hay grandes contratos y concesiones pendientes -en infraestructuras ferroviarias, alta velocidad, agua o energías renovables- y Sánchez llega a Vietnam para explorar oportunidades de negocio con un grupo de representantes empresariales españoles, entre ellos de Adif, Renfe o Talgo. Además, otro de los objetivos del viaje es tratar de revertir el notable desequilibrio comercial que existe con Vietnam, de la que España importa 5.200 millones de euros pero a la que apenas exporta 530 millones.

Esta escala de Sánchez en Hanoi tiene en todo caso un carácter más político e institucional. El mandatario español se reunirá así este miércoles con las cuatro principales autoridades de esta república socialista: el primer ministro, Pham Minh Chinh; el presidente, Luong Cuong; el secretario general del Partido Comunista, To Lam; y el presidente de la Asamblea Nacional, Tran Thanh Man. Sánchez también visitará el mausoleo del presidente Ho Chi Minh, donde realizará una ofrenda floral. La siguiente escala de la gira, este jueves en la ciudad de Ho Chi Minh -antigua Saigón-, que es la capital económica del país, tendrá un carácter más empresarial y comercial. Y desde allí, el jefe del Ejecutivo saltará de nuevo a China, donde este viernes se reunirá con el presidente Xi Jinping en Pekín, última parada de su actual gira asiática.

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