El plan ha salido como estaba previsto. Los Veintisiete han ratificado la propuesta de la Comisión de aranceles de hasta el 25% sobre una larga lista de productos de EE.UU., como los vaqueros, el plástico o los diamantes, como represalia ante los aranceles impuestos por Estados Unidos al acero y al aluminio. Una parte entrarán en vigor ya la semana que viene, y todos suman 21.000 millones de euros, una cantidad inferior a la prevista inicialmente tras haber tenido que quitar productos como el bourbon para proteger el sector del vino.

La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen
Todos los países del bloque comunitario, salvo Hungría, han dado luz verde a la propuesta de la Comisión Europea, que ha escuchado durante unas semanas las preocupaciones de las capitales a la hora de configurar la larga lista de productos estadounidenses que se verán afectados. Esto significa que, una vez se concluyan los procedimientos internos de la Comisión, los contraaranceles europeos entrarán en vigor y los beneficios de estas tarifas comenzarán a recaudarse a partir del 15 de abril.
Mano tendida a Washington
Bruselas asegura que las contramedidas pueden ser suspendidas si se alcanza una solución acordada
En concreto, apuntan fuentes comunitarias, los derechos se recaudarán a partir del 15 de abril sobre 3.900 millones de euros en intercambios, el 15 de mayo sobre 13.500 millones y el 1 de diciembre sobre 3.500 millones. La tercera fase, la de diciembre, se debe a los aranceles impuestos sobre la soja y las almendras, ya que se debe esperar a las cosechas de estos productos.
Sin embargo, la Comisión recuerda que estas contramedidas “pueden ser suspendidas en cualquier momento, si EE.UU. acepta un resultado negociado justo y equilibrado”. Europa sigue insistiendo en encontrar una solución negociada y se resiste a levantarse de la mesa, pese a los comentarios despectivos escuchados del presidente Trump al otro lado del Atlántico. “Les digo que estos países nos están llamando, besándome el culo”, declaró anoche. “Se están muriendo por hacer un trato”.

Por el momento, los enviados de la UE siguen intentando buscar por todas las vías una salida acordada. Después de haber ofrecido aranceles cero a los bienes industriales, ahora la Comisión también se muestra dispuesta a comprar más gas natural licuado de EE.UU. para superar la dependencia de los hidrocarburos rusos. Hay dos líneas rojas. La primera son las multas sobre las grandes empresas tecnológicas: la Comisión no cederá en las sanciones contra las big tech que incumplan el reglamento de mercados digitales. Pronto llegarán las esperadas sobre Apple y Meta. Después, el IVA, que EE.UU. ve como una barrera no arancelaria, pero no la UE, porque no es discriminatorio.
Si estas negociaciones siguen estancadas, la Comisión prepara otra propuesta de respuesta a los aranceles sobre los coches y los llamados recíprocos, que podría ya presentar la semana que viene con la intención de se apliquen en mayo, “siempre y cuando los estadounidenses no acepten comenzar negociaciones reales para entonces”, aseguran fuentes comunitarias. Esto será mucho más complicado: los bienes de EE.UU. que se pueden gravar tienen un tope, y la UE no tendría más remedio que atacar también los servicios.
Los servicios, en el punto de mira
La Comisión prepara una segunda respuesta para replicar a los aranceles “recíprocos” y sobre los coches
De momento, la UE solamente ha respondido a los primeros aranceles sobre el acero y el aluminio, y la configuración está dividida en estas tres fases. Para empezar, los aranceles que podrá comenzar a recaudar desde la semana que viene se aplicarán sobre el mismo listado de productos ya determinados la crisis anterior de 2018. Por ejemplo, algunas hortalizas y frutas frescas y en conserva, legumbres secas, tabaco, papel higiénico, laminados de acero o motocicletas como las de la marca Harley-Davidson. Sin embargo, no el bourbon ni el vino: la UE ha escuchado las preocupaciones de países como Italia o Francia después de que Trump amenazase con aranceles del 200% sobre las bebidas alcohólicas europeas si castigaban el whisky.
En la segunda fase de esta ronda, que se activará el 16 de mayo, se pasarán a gravar con el 25% contingentes de alimentos como el buscado huevo, carnes de ave y bovino, aceites vegetales como el de girasol o de palma, margarina, galletas, azúcar y cítricos. También compras de bisutería, plásticos, piezas de acero y aluminio, madera y textiles. Fuentes comunitarias explican que la lista de productos está especialmente diseñada para golpear a sectores importantes de estados republicanos, Nebraska, Alabama o Kansas, con la esperanza de que así Trump recule en sus intenciones. Finalmente, en diciembre se recaudarán los beneficios de las tarifas sobre la soja y las almendras.
“La UE considera injustificados y perjudiciales los aranceles de EE.UU., que causan perjuicios económicos a ambas partes, así como a la economía mundial”, insiste un comunicado del Ejecutivo comunitario.