Un líder francés plantea una cárcel para migrantes ante la costa canadiense

Laurent Wauquiez, líder del grupo Derecha Republicana en la Asamblea Nacional francesa y candidato a la presidencia de su partido, puede haberse jugado su futuro político con su chocante propuesta de “encerrar” a los extranjeros pendientes de expulsión y considerados peligrosos en el pequeño archipiélago de San Pedro y Miquelón, frente a la costa de Terranova (Canadá), una reliquia del imperio colonial francés.

La estrambótica idea de Wauquiez, exministro de Nicolas Sarkozy y expresidente de la región Auvernia-Ródano-Alpes, quien desde hace años no oculta su ambición de aspirar al Elíseo, ha desatado un alud de críticas, incluso desde la extrema derecha. Algunos representantes de la izquierda lo acusaron de querer crear una copia del penal de Guantánamo.

El dirigente conservador explicó su polémico plan en una entrevista con la revista JD News, asociada a Le Journal du Dimanche, que forman parte de la muy activa red mediática de apoyo a la derecha dura y la ultraderecha. Wauquiez justificó su propuesta porque el remoto territorio ultramarino es muy frío, con una temperatura media de 5 grados centígrados y casi 150 días al año de lluvia o nieve. “Pienso que eso llevará con bastante rapidez a la gente a reflexionar”, indicó.

San Pedro y Miquelón, con algo menos de 6.000 habitantes y una superficie de 242 kilómetros cuadrados, es el único territorio de soberanía francesa que queda en Norteamérica. No es parte de la Unión Europea, aunque su moneda es el euro y sus pobladores poseen nacionalidad francesa. En el archipiélago se instalaron, hace siglos, colonias de pescadores normandos, bretones y vascos que usaban las islas como base para capturar ballenas. De hecho, el nombre de Miquelón se lo dio un navegante vasco-francés, Martin de Hoyarsabal, en el siglo XVI. La bandera local, que incluye una ikurriña en un ángulo, refleja esa historia y el origen étnico de parte de los habitantes.

El ministro de Ultramar, Manuel Valls, desestimó con acidez la ocurrencia de Wauquiez porque el archipiélago “es Francia y no una prisión”. Valls añadió que “ningún territorio francés puede ser tratado como una zona relegada” y que “el exilio forzoso es un método de colono, no de diputado de la República”. El ministro recordó que, por suerte, se superó la época en que Cayenne, en la Guayana Francesa, era un presidio de infausto recuerdo.

El titular de Interior y rival de Wauquiez para presidir Los Republicanos, Bruno Retailleau, sostuvo que el destino de los extranjeros con orden de expulsión es su propio país y no un territorio francés, pues sería considerar a sus habitantes como “ciudadanos de segunda clase”. Furibunda fue también la respuesta del diputado del archipiélago, el independiente Stéphane Lenormand, que acusó a Wauquiez de “estar al mismo nivel que Trump”. “La incompetencia es universal”, agregó.

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