El Grupo Prada será el nuevo propietario de la casa de moda Versace. La firma, fundada a finales de los setenta en Milán, estaba en manos hasta ahora del grupo estadounidense Capri Holding, que la compró hace siete años a la familia fundadora y al fondo Blackstone. La operación se cerrará por un valor de 1.250 millones de euros (cerca de 1.400 millones de dólares).
“Nos complace dar la bienvenida a Versace al Grupo Prada y abrir un nuevo capítulo para una marca con la que compartimos un compromiso inquebrantable con la creatividad, el cuidado del producto y una sólida herencia cultural”, ha declarado el presidente y director ejecutivo de Prada, Patrizio Bertelli. Se espera que la operación, aún sujeta a aprobaciones regulatorias, se complete durante la segunda mitad de este año.
Carla Bruni, Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Cindy Crawford y Helena Christensen posaron junto a Donatella Versace al final del desfile de Versace en Milán, el 22 de septiembre del 2017.
Capri Holding, conglomerado del lujo al que también pertenecen Michael Kors y Jimmy Choo, pagó por Versace hace siete años un precio bastante más elevado, 2.120 millones de dólares (1.800 millones de euros), incluyendo la deuda. La firma fue puesta a la venta de nuevo después de que la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos bloqueara en noviembre la fusión de Capri con Tapestry (propietaria de Coach, Kate Spade y Stuart Weitzman). El holding, que tuvo unas pérdidas de 547 millones de dólares en su último tercer trimestre fiscal (de octubre a diciembre), se centrará a partir de ahora en impulsar el potencial de crecimiento de Michael Kors y Jimmy Choo, según ha explicado su presidente y director ejecutivo, John D. Idol.
Se estima que el grupo resultante de la fusión de Prada y Versace tendrá una facturación superior a los 6.000 millones de euros. Esta mayor robustez le sitúa en mejor posición para competir con los gigantes franceses LVMH y Kering, así como para hacer frente a la crisis que afecta al sector del lujo y que se ha traducido en una caída de ingresos en muchas de las grandes casas. En el tercer trimestre fiscal del 2025 (de octubre a diciembre), Versace sufrió un descenso de ingresos del 15% y las pérdidas alcanzaron los 21 millones de dólares. Prada, el mayor grupo italiano de moda de alta gama, ha conseguido capear mejor la crisis: sus ingresos aumentaron un 17% durante al año pasado y los beneficios, un 25%, hasta los 839 millones de euros. Un resultado que está lejos del de sus rivales franceses, LVMH y Kering, que ganaron en el mismo ejercicio 12.550 millones y 1.133 millones, respectivamente.
Prada ha detallado que la intención es que Versace mantenga “su ADN creativo y su autenticidad cultural” y, al tiempo, que pueda beneficiarse de la fortaleza de su nuevo grupo, de sus “conocimientos industriales” y de su experiencia en “procesos minoristas y operativas”. “Nuestro objetivo es continuar el legado de Versace, celebrando y reinterpretando su estética audaz y atemporal; al mismo tiempo, le brindaremos una plataforma sólida, reforzada por años de inversión continua y arraigada en relaciones duraderas”, ha destacado Bertelli. “A pesar de las incertidumbres del sector, miramos al futuro con confianza, centrados en una visión estratégica a largo plazo”, ha añadido la directora ejecutiva del grupo, Andrea Guerra.
Combinación de los logos de Prada y Versace
A principios de enero, el diario italiano Il Sole 24 Ore adelantó que Prada estaba estudiando hacerse con su rival, por el que también se habían interesado otros grupos de moda y, sobre todo, fondos de capital riesgo. De hecho, hace un año la sociedad de inversión Exor, controlada por la familia Agnelli, y la francesa Kering (propietaria de Gucci) exploraron ya esta posibilidad.
Versace se incorpora al grupo Prada en un momento de cambios profundos en la firma, ya que el pasado mes de marzo se anunció que Donatella Versace dejaría el puesto de diseñadora creativa, puesto que ocuparía por primera vez una persona ajena a la familia fundadora, Dario Vitale, ex director de prêt-à-porter y jefe de imagen de Miu Miu, del Grupo Prada. Con la adquisición anunciada este jueves, la propiedad de la icónica firma de Gianni Versace vuelve a Italia con la esperanza de que el cambio de aires en esta ocasión le permita, esta vez sí, resurgir.
