
El Gobierno de coalición belga acordó aumentar en 3.900 millones de euros el gasto en defensa de este mismo año para llegar al objetivo de la OTAN de dedicar el 2 % de su PIB a este sector, anunció hoy el ministro de Defensa, Theo Francken.
“Bélgica pasó de ser el padre fundador de la OTAN al peor alumno de la clase. Esto ya está hecho. Hoy cumplimos por fin esa promesa del 2%. Se trata de la mayor inversión en defensa en 40 años”, dijo el ministro de Defensa en redes sociales.
Este acuerdo presupuestario, que también incluye reformas en otros ámbitos, es la materialización del acuerdo gubernamental que el nuevo ejecutivo, liderado por el nacionalista flamenco de derechas Bart de Wever y ministros de centro-derecha, liberales y centro-izquierda, concluyó a principios de febrero pasado.
Además, Francken anunció la presentación de un plan estratégico con inversiones concretas en defensa, así como la creación de un Fondo Estratégico de Defensa a cargo del ministro de Finanzas, Jan Jambon, antes del 1 de julio.
El fondo se financiará con los dividendos de empresas públicas y se utilizará para invertir en la industria de defensa y seguridad belga, explicó el ministro.
Asimismo, Francken informó de que antes del 1 de mayo concluirán, junto con el Ministerio de Interior, un protocolo para que el ejército tenga “un papel en la seguridad interior, en particular en la protección de los emplazamientos nucleares sensibles (…) teniendo en cuenta el nivel de amenaza 3 (en una escala de 4), y el deseo de aliviar los servicios policiales”.
Malabares presupuestarios
Para financiar el nuevo gasto en defensa, Bélgica recurrirá a un préstamo de 2.000 millones de euros gracias a una cláusula europea que permite separar esta deuda del presupuesto, además de un pago adicional de 500 millones del banco estatal Belfius, según medios belgas.
Por otro lado, se sumarán más de 1.000 millones en impuestos procedentes de activos congelados rusos que se depositaron en la empresa belga de servicios financieros Euroclear tras las sanciones internacionales impuestas a Rusia por la invasión a Ucrania, añadieron los medios locales.
Finalmente, el gobierno espera contabilizar 125 millones de euros de gastos existentes, por ejemplo en infraestructura ferroviaria, como gasto en defensa.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN prevén en su próxima cumbre, que tendrá lugar en junio en La Haya, aprobar un nuevo objetivo de gasto militar, que según fuentes aliadas estaría entre el 3 y el 3,5 % del PIB.
El actual fijado en el 2 % fue impulsado en la cumbre de Gales en 2014, con idea de que los aliados lo alcanzaran al cabo de una década. Entonces, los aliados también acordaron otros compromisos, como ampliar la participación en misiones y operaciones y dedicar un 20 % de la inversión en defensa a nuevos equipos militares.
Bélgica gasta actualmente el 1,3 % de su PIB en defensa, y sólo España, Eslovenia y Luxemburgo se sitúan por detrás.