

Brasil y España han abierto un conflicto diplomático a cuenta del Tratado Bilateral entre los dos países. Una solicitud de extradición negada al país americano por Madrid se ha encontrado la respuesta de otra negativa, esta vez por parte de la Justicia brasileña, a la entrega de un presunto delincuente.
Todo empezó el pasado día 15, cuando la Audiencia Nacional española negó a la Justicia brasileña la extradición de Oswaldo Eustáquio, un bloguero que está en busca y captura por la justicia del país desde 2023 y que pidió asilo en España. Eustáquio, de ideas bolsonaristas, acusó a Lula y a su gobierno de establecer una “dictadura comunista en el país”. Los delitos que se le imputan en su país de origen incluyen cargos de corrupción de menores y de participación en la preparación de un golpe de Estado.
Sin embargo, para la Audiencia Nacional la lectura es otra. Según informa CNN Brasil, el tribunal considera que la solicitud del gobierno brasileño tiene una “evidente conexión y motivación política”. Y la sentencia recurre al artículo 4º del Tratado Bilateral entre Brasil y España, que prohíbe la extradición en casos de “delitos políticos o relacionados con estos” y “cuando el Estado tenga motivos fundados para suponer que la solicitud ha sido realizada con el propósito de perseguir o castigar a la persona por motivos de raza, religión, nacionalidad u opiniones políticas”.
Extradición suspendida
La respuesta a esta decisión de la Audiencia Nacional, llegó el día siguiente, el pasado miércoles 16, con la firma del juez del Tribunal Supremo brasileño, Alexandre de Moraes. El letrado suspendió el proceso de extradición de un ciudadano búlgaro solicitado por el Gobierno de España, amparándose en el principio de “reciprocidad”, en alusión al caso de Eustaquio.
Vasil Georgiev Vasliev, el cudadano búlgaro reclamado por España por tráfico de drogas (se le acusa de intentar introducir en España a través de Barcelona 52 kilos de cocaína), estaba en prisión preventiva en Brasil. La resolución le ha dejado en arresto domiciliario, localizado a través de una tobillera electrónica. Y así seguirá, afirma Moraes hasta que España “demuestre la existencia de reciprocidad en cumplimiento del tratado bilateral de extradición firmado con Brasil en 1988”.
El juez ha pedido al Gobierno español, a través de la Embajada, que presente información que acredite la reciprocidad en el cumplimiento del tratado en cinco días. Si no hay respuesta dentro del plazo, avisa, la solicitud de extradición de Vasilev puede ser rechazada de forma definitiva.
Recurso a España
En paralelo, de la Abogacía General de la Unión (AGU), el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Justicia de Brasil preparan un recurso contra la negativa del poder judicial español a extraditar a Oswaldo Eustáquio. El argumento es que los delitos atribuidos a Eustáquio son punibles tanto por la legislación brasileña como por el Código Penal español.