El I Campus de Fútbol de La Solana camina a pleno rendimiento con 54 niños y niñas. Hasta el viernes, los alumnos entrenan y reciben charlas formativas en los dos lugares principales de trabajo: el Albergue Vallehermoso y la Ciudad Deportiva de La Moheda. Este martes visitó el campus el portero del Elche CF, Jaime, valdepeñero de nacimiento y famoso en las últimas semanas por sus grandes actuaciones en la promoción de ascenso a Primera frente al Granada, aunque al final el conjunto ilicitano se quedó en puertas.
Jaime llegó con ganas de charlar con los colegiales y de enseñarles los laureles, y también las espinas, de un deportista profesional. Asegura que le encanta reunirse con los niños altruistamente para que conozcan su experiencia como futbolista de élite, y no sólo lo que tiene que ver con los focos y el glamour que a veces les rodea. El meta valdepeñero tiene 30 años y conoce bien este mundo «ser futbolista es muy bonito pero también muy duro; sólo uno de cada cien jugadores llegan a ser profesionales y no todos son Cristiano o Messi». Bajo este axioma, Jaime inculca a los niños la importancia de mezclar la formación deportiva con la académica «que no olviden el camino del estudio; se equivocan si se lo juegan todo a una carta con el fútbol».
Entre tanto, Jaime medita todavía su futuro. Tiene una oferta en firme del Elche, pero prefiere esperar antes de dar el sí a la renovación con el club alicantino «tengo otras cosillas y necesito pensarlo bien antes de decidirme». Aunque no le importaría continuar en el Martínez Valero, tampoco descarta dar el salto a Primera División. Sin embargo, fue cauto y se limitó a reconocer que no le falta ofertas, pero sin destino fijo todavía.
Los niños del campus solanero escucharon con enorme atención las explicaciones de Jaime, y seguro que muchos soñaban con ser como él mientras le miraban. De momento, se conforman con disfrutar con un campus que nace con enorme ilusión y cuya organización está resultando excelente. Los alumnos se hospedan en el Albergue Rural «Puerto Vallehermoso», a orillas del pantano que abascete La Solana. Tras desayunar cogen el autobús para entrenar en La Moheda. Regresan para comer, dormir una pequeña siesta en sus habitaciones y regresar al trabajo por la tarde, con charlas tácticas, ejercicios de diverso tipo y juegos. El viernes tienen previsto viajar a la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano. La clausura oficial se celebrará al regreso en el Palacio Don Diego.