Un nuevo pueblo formará parte de la geografía de Texas. Su nombre es Starbase y allí ya se había colocado una estatua dedicada a su fundador, Elon Musk.
El hombre más rico del mundo se apuntó este sábado un éxito, en un momento de zozobra personal por el descalabro de su empresa insignia (Tesla), lo que le ha llevado a dejar su labor en el gobierno Trump y a ser la diana de la ira nacional e internacional. Logró sacar en las urnas por amplia mayoría la medida que allana el camino para la incorporación de una nueva localidad en la zona sur del estado texano. Su población la compone prácticamente en su totalidad los empleados de SpaceX, el negocio espacial de Musk, y personas conectadas con la compañía.
Había un censo de 283 personas con derecho a voto, determinado en virtud de si su residencia se encontraría dentro de los límites de la propuesta. El resultado del recuento fue de 173 a favor y solo cuatro en contra. La regulación establecía la necesidad de obtener 143 votos para conseguir el beneplácito.
“El condado de Cameron va a tener una nueva ciudad”, afirmó la noche del sábado Remi Garza, administrador de las elecciones en ese condado.
Los comisionados en el condado revisarán el resultado dentro de un plazo de dos semanas, explicó Garza en su comparecencia. Entonces un juez asignará una orden para reconocer oficialmente la voluntad de las urnas y la incorporación de la localidad.
Este nuevo pueblo cubre unos 3,8 kilómetros cuadrados, en un área costera ubicada en la frontera con México. Ahí es donde SpaceX tiene sus cuarteles y donde la empresa construye sus propulsores y motores, y hace los lanzamientos de su enorme cohete Starship en vuelos de prueba.
La victoria en las urnas era visto como algo más que necesario para Musk, después de enfrentarse a una reacción negativa generalizada en Estados Unidos en estos últimos meses por su labor al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), con el que ha dejado sin trabajo a numerosos funcionarios y ha eliminado servicios que prestaban ayuda a muchos ciudadanos.
Las protestas se han extendido por todo el país, movilización que hizo caer en picado el negocio de Tesla y que, a fin de cuentas, ha llevado al multimillonario tecnológico a abandonar la administración para centrarse en su negocio de vehículos eléctricos.
Musk propuso por primera en el 2021 convertir los terrenos de SpaceX en un pueblo. Además de aprobar la incorporación como localidad, en la votación de este sábado también se eligió al primer alcalde, Bobby Pedden, y dos comisionados municipales, Jordan Bus y Jenna Petrzelka. Nadie se opuso a esta terna de candidatos. Por supuesto, los tres son empleados de SpaceX.
Salvo a mayor gloria personal, ni Musk ni su compañía han detallado hasta la fecha el propósito de incorporar como ciudad el terreno alrededor del lugar de operaciones. Existe especulaciones de que, teniendo un mayor control de esa área, esto permitirá eliminar burocracia y las reacciones de oposición respecto a SpaceX y los test y lanzamientos de cohetes.
En este momento SpaceX tiene que obtener permiso de las autoridades del condado para cerrar la autopista y el acceso público a la playa de Boca Chica y al parque estatal de Boca Chica para mantener la seguridad durante esos lanzamientos. La frecuencia de estos cierres ha propiciado numerosas quejas legales contra la empresa, a su vez que ha despertado protestas de los residentes locales y activistas.
Una vez Starbase sea reconocida como ciudad, estas circunstancias podrán cambiar y evitar las resistencias de los lugareños. Para Musk, de Starbase al infinito.
