La clausura de la 40 Reunión Anual del Cercle d’Economia de ayer sirvió para constatar la distancia que separa a esta institución de la Generalitat en materia de vivienda. El president Salvador Illa, en la conferencia final de las jornadas celebradas en Barcelona este miércoles, defendió ante varios centenares de empresarios y directivos su política de subidas fiscales en vivienda y el control de rentas de alquiler frente a las críticas a un excesivo intervencionismo del presidente del Cercle, Jaume Guardiola, en la presentación inicial.
Illa declaró que “el Govern intenta ser coherente y cuando hay una quiebra del mercado, interviene, ya sea por los aranceles, por el mercado de la energía o cuando hay fallos de mercado que ponen en riesgo la generación de prosperidad, como es el caso de la vivienda”. A su juicio, es necesario tomar medidas en materia de vivienda para combatir la desigualdad, ya que buena parte se debe a los altos precios tanto de venta como de alquiler. Y apuntó especialmente como medida la de construir pisos sociales, si bien reconoció que es una política a largo plazo. En el corto plazo es necesario intervenir de otra manera y ahí afloran políticas como la subida del impuesto de transmisiones para los grandes tenedores o el tope de los alquileres, criticadas por Guardiola.

Illa aprovechó su intervención para anunciar que la Generalitat ya cuenta con los solares necesarios para construir 21.000 de los 50.000 pisos sociales anunciados en octubre pasado y que deberían estar listos en el 2030. Aunque no precisó en qué municipios están los citados espacios listos para levantar las viviendas, sí detalló que estaban ubicados en 226 pueblos y ciudades de toda Catalunya. Obviamente, aún no se han empezado a construir.
Guardiola en su intervención inicial reclamó al Govern de Illa “pactos transversales” con el segundo partido del arco parlamentario (Junts), para así alejarse de las formaciones que están en los extremos (en referencia a ERC y Comuns). Y añadió que esos mismos grandes acuerdos son los que recomienda al Gobierno central para acercarse al PP.
Illa muestra su oposición a la opa del BBVA sobre el Sabadell
Sobre el tema estrella de las jornadas del Cercle -la opa hostil del BBVA al Banc Sabadell–, Illa fue claro en su oposición: “Preferiría que no saliera” por múltiples razones, como el arraigo en el territorio de la entidad y su importancia para el tejido empresarial. Rechazó la operación con los presidentes del BBVA, Carlos Torres, y el del Sabadell, Josep Oliu, en las primeras filas, como ya sucedió el lunes pasado cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cambió el paso de la opa al anunciar una consulta pública que está abierta desde el martes. El objetivo de la consulta, según detalló el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, es poder tomar una decisión “informada” sobre si elevar o no al Consejo de Ministros la resolución de la CNMC sobre la opa del BBVA al Sabadell. Por la mañana, en la sesión de control en el Parlament, Illa declaró sobre la opa que “hago cosas; hago más de lo que digo, pero hago”.
Guardiola pidió a Illa concreción también en la posible extensión de la vida útil de las nucleares, la ampliación del aeropuerto, los problemas de Rodalies, la presión fiscal en Catalunya y la financiación autonómica.
Illa rechazó que Catalunya sea un infierno fiscal y defendió que es una mala estrategia la competencia por una fiscalidad a la baja, en una crítica -sin citarla- a comunidades como Madrid. También sin mencionarla aprovechó para censurar que Madrid en cuanto se produjo el apagón en lugar de ejercer sus competencias las traspasó al Gobierno central.
En materia de energía, el president aseguró que después del citado apagón de la semana pasada “no pondremos en riesgo la garantía de suministro”. Lo dijo en relación con el próximo cierre de las centrales nucleares, que aportan la mitad de la energía eléctrica producida en Catalunya. No obstante, el president recordó que las empresas propietarias de esas centrales todavía no han solicitado la ampliación de la vida útil.
Al mismo tiempo que dio esa garantía también aseguró que lo sucedido la semana pasada, cuando el país se quedó sin electricidad durante horas, “no nos ha de hacer cuestionar nuestro compromiso con la sostenibilidad y la transición energética”. Illa insistió en que se mantiene el compromiso de cubrir el 55% de la demanda eléctrica con energías renovables en el 2030.