Pedro Calef (Ebro Motors): “No hay que temer a la marca china, toca adaptarse”

Ebro quema más etapas. La marca arrancó su actividad a finales del 2024 y encara su primer año completo con el objetivo de facturar 333 millones de euros con la venta de 20.000 coches, la producción anual. Acaba de presentar en el Automobile su tercer modelo, el híbrido s400, más compacto, y está en pleno armado de la línea que aumentará la carga de trabajo en su planta de la Zona Franca, en la antigua Nissan. 

Pedro Calef, consejero delegado de Ebro Motors, plantea que adaptarse y trabajar bien permitirán crecer en un entorno más competitivo. Los que no lo hagan, quedarán en el camino. Asociados con la china Chery, aporta la plataforma de sus vehículos y tiene participaciones minoritarias en dos sociedades para la fabricación y la venta. Alianza en pleno avance del motor chino.

Europa ha pasado de ser líder a sufrir y quedar atrás. ¿Por qué?

Hay un cambio de escenario global. El coche ha pasado de ser una máquina 100% mecánica a tener más electrónica que mecánica. Unido al cambio de combustión a eléctrico o el coche autónomo hace que quien tiene una inercia, tenga más complejo adaptarse. En China son fabricantes de electrónica número uno, con lo cual el cambio les ha ido bien.

¿Podemos decir ya que dominan?

Más que dominar, el viento les ha ido a favor, han apostado muy claramente por el eléctrico desde el inicio y han acertado.

¿Qué tienen que no haya aquí?

Piensan de otra manera, más ágil, más rápida, no como se ha hecho siempre. Es un cambio mental. Nosotros también estamos haciendo un cambio de mentalidad y generación. Creemos que las cosas se pueden hacer de otra manera, y que se puede hacer aquí aunque alguno dijera que no. Aquí hay know-how, talento y empresas. No necesitamos exclusivamente ir a otro país.

Se habla mucho de eléctrico, pero el híbrido pesa cada vez más. ¿Qué quiere la gente?

Hoy por hoy, todo lo que es híbrido e híbrido enchufables predomina. Aumenta la sostenibilidad del sistema. Eso no quita que tenemos que ir todos mirando hacia el eléctrico. Como sociedad tenemos que ir hacia el eléctrico porque es lo más eficiente, pero hay un camino. Cómo se llega lo marca el mercado, el escenario global, el cliente, la Administración… Nuestro objetivo es hacer coches sostenibles y que estén dentro de un presupuesto lógico y razonable para el cliente.

“El coche de combustión hoy tiene sentido y demanda, es una tecnología necesaria”

¿Por qué cuesta tanto que despegue?

Cada consumidor tiene su opinión. Está el precio, la autonomía, la red de cargadores, el miedo psicológico al coche eléctrico, la falta de costumbre… Hay muchos factores que influyen y hacen que una persona pueda ser más reticente o no a dar el salto. Lo que está claro es que es el futuro sí o sí, acabará implantado porque es mucho más eficiente a nivel energético.

¿El miedo está fundado?

Cada uno tiene su experiencia, algunos serán fundados, otros no. Al final es el consumidor el que decide qué coche quiere. Y nosotros lo que tenemos que dar es soluciones para que puedan tener el que quieren.

En esa gama tienen coches de combustión. ¿Aún tiene sentido?

Hoy lo tiene, hay demanda y es una de las tecnologías con más ventas. Es necesaria, hay usos donde la combustión todavía no tiene rival, sobre todo en usos extraurbanos. En uso urbano, evidentemente, el vehículo eléctrico es el rey. Los híbridos están ganando mucho terreno. Progresivamente, el mundo debe ir al vehículo más sostenible.

La capacidad de la fábrica es de 150.000 coches anuales. Chery quiere llevarla a 200.000, quizás sumar más modelos. ¿Se puede hacer?

En el pasado la fábrica se ha acercado. Ahora con las nuevas líneas estaremos en 150.000 unidades. Evidentemente se puede ampliar, hay que estudiarlo porque existe cierta flexibilidad, alternativas, para el ritmo de fabricación. Pero tampoco es infinitamente flexible.

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Producción de coches en la fábrica de la Zona Franca

¿Habrá que contratar más gente?

Hay un plan establecido, que está acordado con los sindicatos y que vamos cumpliendo. De la bolsa de Nissan, de 1.200 trabajadores, ya hemos contratado a 800.

El negocio se concentra en España. ¿Se quiere exportar?

Estamos focalizados en desarrollar el mercado aquí. Tenemos 50 concesionarios y queremos llegar a 80 a final de año. Lo otro ya vendrá el día que toque, ahora no. Nuestro plan está basado en España y tenemos que trabajar sobre él, aunque en paralelo pensamos en más cosas. El primer objetivo era arrancar la fábrica, afianzar y consolidar el crecimiento. Lo hacemos mes a mes.

¿No hay riesgo de que España se sature con marcas chinas?

Esto no va de banderas, va de capacidad de adaptación y del valor añadido. Si las cosas se hacen bien, da igual si el coche tiene una bandera u otra. Nosotros aportamos una marca con valores históricos y un producto fabricado localmente, igualmente eso es importante.

¿Qué aporta Chery en la fórmula?

Es un fabricante de primer nivel mundial. Aporta conocimiento y una parte tecnológica importante. Hoy lo vemos cuando te subes a un coche: tienes más pantallas, interacciones con el vehículo que funcionan de otra manera…

¿Aprietan en el día a día?

Hay que recordar que nosotros tenemos un equipo formado por gente de aquí, que trabaja mucho y con esfuerzo consigue todo. Somos de aquí y queremos seguir así. Dicho esto, hay buenas dinámicas con ellos trabajando, hablamos diariamente. La tecnología facilita una relación fluida. A nivel técnico, es continua y diaria. Es necesario. Pero nosotros tenemos un plan de negocio, donde nos focalizamos, porque es el nuestro y es el que debemos cuidar y trabajar.

Calef, en las instalaciones de Ebro en la Zona Franca

Calef, en las instalaciones de Ebro en la Zona Franca

Pau Venteo / Shooting

¿No hay que temer el cambio de paradigma con el empuje chino?

No hay que temer, hay que adaptarse. El cambio siempre tiene parte buena y parte mala. Lo que hay que estar es atento, trabajar mucho y detectar oportunidades. Cualquier cambio las trae, y la capacidad de adaptación permite sobrevivir. Normalmente, el que sobrevive lo hace con éxito. El mundo ha cambiado, ha girado, en el pasado llegaron empresas japonesas, coreanas, y ahora están llegando empresas chinas. Lo que hay que hacer siempre es adaptarse. Había marcas antes de la llegada de los japoneses que hoy siguen y otras no. Con los coreanos pasó lo mismo. Con los chinos volverá a pasar lo mismo.

“Estamos focalizados en desarrollar el mercado aquí, aunque vamos pensando en más cosas”

Chery pide llegar a 1.000 ventas mensuales cuanto antes.

Esperamos conseguirlo pronto, en abril fueron 880. Nuestro objetivo son 20.000 unidades en el 2025, vamos por buen camino. Trabajamos para ampliar la oferta para el consumidor, esa es la meta.

En el horizonte aparece un eléctrico propio. ¿Para cuándo? ¿Será industrial o más urbano?

Tenemos diferentes planes. Vamos paso a paso. Acabamos de empezar con los híbridos enchufables. Ahora tenemos el s400 y seguiremos dando más opciones.

El 2024, con el arranque de la fábrica y los costes asociados, se cerró con pérdidas de 23,9 millones.

Era lo esperado, empezamos a vender en diciembre y seguimos en fase de inversión. La idea es ser rentable como fabricante este año, y que la fábrica lo sea en el 2026.

Ebro EV Motors, la matriz, se deja casi un 30% en bolsa en el año. ¿Preocupa?

Afecta un escenario bursátil convulso. Este primer trimestre ha sido un poco más negativo en las bolsas por las otras noticias. Nosotros ­tenemos que trabajar para ser atractivos para el inversor, cumplir el plan de negocio y las previsiones. Con eso y una ­mejor visibilidad confiamos en una mejora.

El s400, otro paso en la gama

Ebro presentó el viernes en el Automobile su nuevo modelo, el s400, un híbrido no enchufable con etiqueta ECO. Un vehículo con el que amplía y complementa gama. “Es un vehículo de concepción urbana, con unas prestaciones muy buenas. Nuestro objetivo es hacer coches sostenibles y que estén dentro de un presupuesto lógico y razonable para el consumidor”, asegura.

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