Los grandes inversores todavía no han regresado a Barcelona, pero se les espera. Después de tres años con un perfil bajo por los elevados tipos de interés, en los que family office e inversores de tamaño medio han cobrado protagonismo, el mercado inmobiliario empieza a ofrecer macrooperaciones de más de 100 millones de euros dirigidas a grandes fondos internacionales. Actualmente, la ciudad cuenta con cinco procesos en marcha que suman un volumen de más de 1.000 millones de euros.
La enorme incertidumbre geopolítica tiene un impacto en el sector inmobiliario ya que muchas compañías deciden aparcar decisiones hasta que el escenario no se aclare. Sin embargo, eso no ha impedido que la inversión inmobiliaria en Barcelona cerrara el primer trimestre con una mejora notable. Los datos muestran un importante incremento del 53%, hasta los 640 millones de euros. El arranque del año mantiene la tendencia creciente iniciada el año pasado y se sitúa un 24% por encima de la media de los diez años anteriores (514 millones de euros), según datos de CBRE.
La sede de Planeta, el edificio de residencias Tembo o el hotel The Hoxton son algunos de los activos en venta
El principal motor de la inversión fue el segmento hotelero, con un 46% total de la inversión, en línea con lo que ha ocurrido en los últimos años. Los inversores se muestran confiados en este segmento por el buen momento del turismo en la capital catalana, que sigue marcando récords, y se muestran interesados en activos con precios elevados. El último establecimiento en salir a la venta es The Hoxton, cerca de la plaza de las Glòries, por un volumen de 130 millones de euros. El establecimiento es un hotel de cuatro estrellas y con 240 habitaciones. Los actuales propietarios son los fondos Benson Elliot Capital Management y Walton Street Capital.
El mercado de inversión de oficinas era antes de la pandemia el motor de la inversión inmobiliaria. Sin embargo, el surgimiento del teletrabajo tras los confinamientos y su posterior consolidación ha desviado el interés de los inversores hacia otros sectores. Es una dinámica que ocurre en el mundo entero y Barcelona no es una excepción. En el primer trimestre, las transacciones por este tipo de activos generaron un volumen de únicamente 18 millones de euros.

Sin embargo, hay activos que siguen siendo codiciados. La falta de activos de calidad en ubicaciones céntricas es todavía un reducto para la inversión en oficinas. Prueba de ello es el interés de Pontegadea, la firma de inversión de Amancio Ortega, fundador de Inditex, por adquirir la emblemática sede de Planeta, que en el pasado albergó las dependencias de Banca Catalana, por 250 millones de euros a su propietario, el gigante de la inversión Blackstone. El inmueble, situado en el 662-664 de la Diagonal y con una superficie de 27.300 m2, lleva más de un año en venta, pero fuentes del mercado apuntan que las negociaciones entre el inversor privado español y el fondo neoyorquino están avanzadas.
En un proceso menos avanzado, Union Investment ha puesto a la venta la Torre Diagonal Mar, actualmente ocupada por la tecnológica SAP. El precio de salida de este activo es de 100 millones de euros y el mandato de venta también recae en Savills. El edificio se encuentra ubicado en el número 2 de la calle Josep Pla, en la zona de Diagonal Mar, y cuenta con una superficie de 22.000 m2. Forma parte de un conjunto promovido por Hines, aunque actualmente cada edificio tiene un propietario distinto.

En el capítulo de residencial, el grupo suizo Stahl ha puesto a la venta su proyecto de flexliving Tembo, ubicado en Sant Adrià de Besòs, mediante un encargo a la consultora JLL. La torre es un gigante de casi 300 apartamentos y 28.000 m2que está gestionado por Preferred Hotels & Resorts. La propiedad ha abierto un proceso de venta con un precio de salida de 150 millones de euros, según fuentes del mercado.
En residencial, hace meses que Patrizia trata de vender una cartera de 1.500 viviendas que adquirió hace tres años a BeCorp por 600 millones de euros. El pasado otoño, trascendió que la gestora alemana había puesto en el mercado una tercera parte de los pisos de esta operación. Sin embargo, el proceso se ha topado con el cambio legislativo impulsado por la Generalitat en el decreto ley 2/2025 por el que cualquier piso que un gran propietario ponga a la venta es objeto de tanteo y retracto.
Entre las grandes operaciones que se arrastran del año pasado, se encuentra la venta de la sede de Nestlé en Esplugues de Llobregat. El fondo coreano puso a la venta estas oficinas con 50.000 m2por un precio cercano a 100 millones de euros. Acciona parece ser el candidato mejor posicionado con un proyecto para transformarlo en viviendas. Sin embargo, la normativa de la Generalitat también ha tenido un impacto y es posible que los planes cambien.