
El hambre como arma de guerra. Esta sería la definición. El máximo responsable de Asuntos Humanitarios de la Organización de Naciones Unidas, Tom Fletcher, criticó con dureza a Israel porque “deliberadamente y sin vergüenza” impone condiciones inhumanas a los palestinos, incluido el riesgo de hambruna, una de las más severas condenas de un alto cargo de la ONU que se ha pronunciado a lo largo de la guerra en Gaza.
Fletcher, que lidera la oficina de coordinación en temas humanitarios, se expresó así en la apertura de una nueva reunión del Consejo de Seguridad sobre este conflicto celebrada en Nueva York, donde describió su trabajo como una empresa sombría desde que Israel bloqueó toda la ayuda humanitaria que entra en la franja hace más de diez semanas y cuya distribución se ha atribuido a partir de sus propios planes políticos y militares, según numerosas denuncias.
El diplomático británico llegó a afirmar que el consejo debe de “actuar ahora” para “prevenir un genocidio“”. Israel niega de forma vehemente que se esté produciendo esta situación.
“Les pido que reflexionen, por un momento, sobre que acciones les diremos a las futuras generaciones que cada uno de nosotros tomó para detener la atrocidad del siglo XXI de la que somos testigos a diario en Gaza”, recalcó el subsecretario de la ONU de Asunto Sociales desde el pasado noviembre.
“Es una pregunta que nos haremos, a veces con incredulidad, a veces con furia, pero siempre estará ahí, por el resto de nuevas vidas”, insistió.
En respuesta a Fletcher, el jefe de la misión de israelí ante Naciones Unidas dijo que “no aceptamos un mecanismo humanitario que apoye a la organización terrorista Hamas que masacró a nuestro pueblo en sus hogares y comunidades”.
Antes del bloqueo decretado por el gobierno de Benjamin Netanyahu, la ONU y otras organizaciones internacionales humanitarias se encargaban de facilitar y mover la ayuda humanitaria hacia el interior de ese territorio.
Según los encargados del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, más de un cuarto de la población de Gaza está bajo la amenaza grave del riesgo de hambruna. Y a pesar de la urgencia, los alimentos se hallan amontonados en almacenes de Israel, Egipto y Jordania, en ocasiones a menos de 40 kilómetros de donde son más que necesarios.
Tanto la ONU como esas organizaciones internacionales rechazan el plan de Israel de controlar y distribuir los alimentos. “Es un espectáculo cínico, una distracción deliberada, una hoja de ruta para más violencia y desplazamiento”, insistió Fletcher en ante el Consejo de Seguridad.
De nada sirvió su denuncia de cara a ablandar la postura de Estados Unidos, que ya está colaborando con Israel en el mecanismo de ayuda que el estado hebreo ha diseñado para permitir la entrada condicionada de esos paquetes humanitarios en la franja de Gaza.
Ese mecanismo funcionará mediante la Fundación Humanitaria para Gaza, desveló Dorothy Shea, embajada interina de EE.UU., durante su intervención ante el máximo órgano ejecutivo de la organización multilateral.
“Estados Unidos ha enviado a altos funcionarios a Israel para trabajar en las modalidades y si bien algunas organizaciones humanitarias pueden elegir no sumarse a estas negociaciones, otras han optado por una vía más constructiva, y podrán así entregar ayuda de forma apropiada”, sostuvo en su discurso, sin más aclaraciones.
Fletcher sí precisó que el proyecto diseñado por Israel no es la respuesta. “Excluye en la práctica a muchos, incluidos personas con discapacidades, mujeres, niños, ancianos y heridos. Obliga a nuevos desplazamientos. Expone a miles de personas a daños”, subrayó.
En una declaración conjunta antes del inicio de la sesión del consejo, los cinco miembros europeos (Reino Unido, Francia, Dinamarca, Eslovenia y Grecia) se expresaron en esa misma línea.
“No podemos apoyar ningún modelo que ponga los objetivos militares o políticos sobre las necesidades de la población, o que socave la capacidad de la ONU y otras agencias de operar de forma independiente“, aseguró Barbara Woodward, embajadora británica.
”Cualquier mecanismo de distribución de ayuda humanitaria debe ser independiente, imparcial y neutral, y en línea con la ley internacional y los principios humanitarios”, añadió, en un parecer secundado por la mayoría de países luego durante la reunión del consejo.