Trump anuncia que levantará las sanciones a Siria “para darles una oportunidad de grandeza”

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado durante un largo discurso de una hora ante empresarios, banqueros y la familia real saudí en Riad (Arabia Saudí) que levantará las sanciones impuestas contra Siria. En un foro de inversión organizado de urgencia por la monarquía del golfo por la visita oficial del mandatario, tras su reunión con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, Trump ha asegurado que, “después de hablar de la situación en Siria con el príncipe heredero y con el presidente turco (Recep Tayyip) Erdogan, que me pidió el otro día algo muy similar, voy a levantar las sanciones contra Siria”.

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“Ordenaré el cese de las sanciones contra Siria para darles una oportunidad de grandeza”, ha añadido el presidente sobre un país que el pasado diciembre vivió la caída del régimen de Bashar al Assad y donde ha tomado el poder un nuevo régimen islamista dirigido por Ahmed Al Sharaa prometiendo una transición. En el pasado, el nuevo presidente sirio estuvo vinculado al grupo terrorista Al Qaeda y EE.UU. ofrecía hasta diciembre una recompensa de diez millones de dólares por su cabeza. 

En su anuncio, Trump ha recibido la mayor ovación de su discurso, plagado de alabanzas al régimen saudí, al que ha descrito como “uno de los mayores aliados de EE.UU.”, y con el que hoy ha firmado un acuerdo de inversión económica y militar valorado en 600.000 millones de dólares.

Además, el presidente ha confirmado que su secretario de Estado, Marco Rubio, viajará esta semana a Turquía para participar en las conversaciones de paz entre Ucrania y Rusia hospedadas por el presidente Erdogan. Ayer, Trump despertó la especulación cuando dijo que se estaba planteado ir él mismo “si las conversaciones descarrilan”. Hoy se ha mostrado optimista con el posible acuerdo de paz, pero igualmente enviará a Rubio para supervisar el diálogo directo entre ambos países enfrentados, aunque no ha dejado claro si participará directamente en las conversaciones.

En su viaje a Estambul, Rubio también se reunirá con el ministro de Exteriores de Siria, Asaad Al Shaibani, según ha avanzado Trump, quien a su vez tiene previsto “saludar” este miércoles al presidente sirio Al Sharaa. El mandatario ha definido las sanciones a Siria como “brutales y paralizantes”, aunque ha reconocido que habían cumplido “realmente una función importante” durante la década que ha durado la guerra civil siria.

Trump da un espaldarazo al gobierno islamista de Al Sharaa: “Ahora es su momento de brillar”

Sin embargo, “ahora es su momento de brillar”, ha concluido, en referencia al levantamiento de dichas sanciones. “Hay un nuevo gobierno que ojalá tenga éxito”, ha dicho sobre el régimen islamista. “Así que digo, buena suerte, Siria, muéstranos algo muy especial como han hecho, francamente, en Arabia Saudí”.

Los anuncios de Trump suponen un importante espaldarazo para el presidente sirio, que en su día estuvo encarcelado en Irak por su papel en la insurgencia tras la invasión del país árabe liderada por EE.UU. en el 2003. Al Sharaa se convirtió en presidente este enero, un mes después de la ofensiva de grupos insurgentes liderados por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), que derrocaron 54 años después al régimen de la familia Assad en Siria. 

En su aproximación antiislamista en la región, pero también contraria al régimen de Bashar al-Assad, la Administración Trump se encontraba con un dilema sobre qué papel jugar ante la nueva situación en Siria. Su anuncio en Riad –acompañado de la expresión “lo que hago por vuestro príncipe heredero”– va en la línea de la aproximación que ha tomado la corona saudí, que como las otras monarquías del golfo ha respaldado al nuevo gobierno de Damasco. 

Tras la insurrección, en los días finales del mandato de Joe Biden, el expresidente dejó en manos de Trump la decisión sobre cómo actuar en Siria. De momento, la Administración Trump sigue sin reconocer al nuevo régimen, aunque el levantamiento de sanciones puede significar el primer paso hacia la normalización de relaciones. 

El apoyo al régimen islamista sirio tiene un componente geoestratégico, pues las monarquías del golfo lo ven como un baluarte frente a Irán, uno de los principales enemigos declarados de Trump, así como del islam sunita. Teherán ayudó a sostener al régimen de Assad durante la década que duró la guerra civil siria. El acercamiento a Al Sharaa supone un importante giro de Trump, que contradice a Israel, cuyo gobierno se ha mostrado escéptico sobre el pasado extremista del presidente sirio.

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