Los padres de rentas bajas tienen más dificultades para alternar el permiso por hijo con la madre

El diseño del permiso de maternidad y paternidad de 16 semanas para los progenitores españoles está provocando que los padres con rentas más bajas no fraccionen las seis semanas obligatorias tras el parto de las diez siguientes. En concreto, el 90% de los progenitores varones con sueldos más modestos disfrutan de la baja de forma ininterrumpida, lo que reduce la posibilidad de que las madres puedan volver al mercado de trabajo bajo la condición de que el bebé va a estar cuidado por el otro progenitor en el hogar durante al menos diez semanas más. Es decir, apenas el 10% de los padres en los niveles de renta más bajos divide sus permisos cuando tienen un hijo y lo utiliza por turnos con la madre. Entre las rentas altas, sin embargo, en torno a uno de cada tres padres consigue fraccionar su permiso, lo que ofrece, en principio, a las mujeres mayores facilidades para incorporarse al mercado laboral.

Estas son algunas de las conclusiones del documento titulado “¿Qué factores influyen más en que los padres usen el permiso por nacimiento sin solaparlo con la madre? Caracterización del solo care en España y comparativa con los países de la Unión Europea” y que ha publicado el Instituto de Estudios Fiscales (IEF), ‘think tank’ dependiente del Ministerio de Hacienda. Sus autores son Adela Recio Alcaide, investigadora del IEF y Cristina Castellanos, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

Detrás de estos datos se encuentra un defecto en el diseño del permiso, señala Adela Recio. “Con el diseño español actual, el nivel de renta de los padres es de los factores que más influyen en que los padres usen la parte fraccionable del permiso sin solaparla con la madre”, concluye el estudio. En concreto, “los padres mejor posicionados en términos de renta tienen más del doble de posibilidades de recurrir al ‘solo care’ (permisos separados) que los peor situados”.

La ley laboral establece que las seis primeras semanas de permiso parental son obligatorias y que las diez siguientes son fraccionables previo acuerdo con la empresa. “Esto provoca que en la decisión de los padres prime lo que menos conflicto vaya a provocar con la empresa”, apunta Recio. “La capacidad de negociar con el empleador de los padres de rentas bajas puede estar más restringida y puede que muchos de ellos opten por hacer una sola solicitud (todo seguido) en lugar de hacer varias (fraccionarlo para turnarse), lo que puede implicar tener que pedir o negociar dos veces en lugar de una”, señala el documento. En el lado contrario, “los padres mejor posicionados pueden permitirse realizar dos solicitudes porque el impacto de un posible conflicto es menor en su caso”, concluye.

Otro factor que podría explicar esta disfunción en el permiso por hijo es que las parejas sueles compartir posición laboral y económico. Por ello, ante un nacimiento una madre mejor posicionada en el terreno laboral podría tener más incentivos para separar las semanas de baja.

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Madre jugando con agua con su hijo - foto: Montse Giralt

Pese a estos problemas, el estudio llega a la conclusión de que el diseño del permiso para padres por hijo en España (16 semanas para cada progenitor, intransferibles y pagadas al 100%) lo hace único. “Es el único país de Europa donde la proporción de padres y madres que usan un permiso está equilibrada”, señala el documento del IEF. Ni en los países nórdicos se observan mejores resultados.

Otra conclusión del estudio es que “se observa una tendencia lentamente creciente” del uso del permiso por turnos. Y añade que en este aumento de los permisos separados podría estar influyendo que “los costes de significarse como cuidador principal ante el empleador resultan cada vez relativamente menores frente a los beneficios de facilitar la vuelta al trabajo remunerado de la madre y poder alargar el cuidado del bebé”.

Para solucionar las disfunciones del permiso por paternidad español, las autoras de la investigación proponen eliminar o reducir el número de semanas obligatoriamente simultáneas (seis) y suprimir de la ley la obligación de acuerdo con la empresa para las semanas fraccionables.

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