

Izquierda Unida admite sin paños calientes la “gravedad” de la crisis política desencadenada por el informe de la UCO de casi 500 páginas donde se detallan las prácticas corruptas atribuidas, entre otros, al último responsable de Organización del PSOE. Y urge a aplicar un electroshock que saque al Gobierno de la parálisis.
Así lo recoge el borrador del informe político que Antonio Maíllo presentará este sábado ante la Coordinadora Federal de IU —su máximo órgano de dirección— y que plantea dos líneas prioritarias para el Ejecutivo: profundizar en la regeneración democrática mediante la “confrontación con el Estado profundo” y combatir cualquier forma de corrupción. Ambas, señala Maíllo, son “urgentes” en un contexto en el que “los riesgos para la legislatura están más altos que nunca”.
El diagnóstico que hace la formación izquierdista es de “extrema gravedad”. Y ante el peligro real de que la “lacra de la corrupción” termine “arrasando con la democracia”, IU apremia tanto al PSOE como al conjunto de formaciones que conforman el Gobierno a través de Sumar a acelerar “una acción política audaz”.
“No puede haber más demora en una salida a esta crisis”, subraya el documento al que ha tenido acceso La Vanguardia, que remarca la necesidad de pasar de las declaraciones a los hechos. “No basta con enumerar propuestas”, afirma el texto, sino que estas deben concretarse en normas y leyes que evidencien que el Gobierno, “lejos de amilanarse”, avanza con “celeridad” en las reformas estructurales que justifican el actual mandato.
Por todo ello, Maíllo receta “salir del lamento”, dar “más explicaciones” de las ofrecidas en el seno del PSOE y transformar la “indignación” en acción política para sacar adelante iniciativas valientes y “radicales” para recuperar la “credibilidad”.
La gravedad de las revelaciones sobre mordidas, adjudicaciones irregulares de obra pública y posibles delitos de carácter conspirativo, así como el contenido machista y obsceno de algunas conversaciones, ha golpeado, según Maíllo, “la línea de flotación” del PSOE. A su juicio, el impacto de los audios tiene “proporciones nunca vistas”, y ha generado una cadena de reacciones que va del “shock” a la “parálisis” y de ahí al “desánimo”.
Frente a ello, el líder de IU insiste en que la corrupción no admite adjetivos ni matices: debe combatirse “venga de donde venga y la perpetre quien la perpetre”, sin “compasión” hacia corruptos ni corruptores. Por ello urge a adoptar reformas profundas para extirpar esta “lacra” de raíz.
En su análisis, Maíllo insiste en que el caso Cerdán surgido en las filas del PSOE marca el inicio de una nueva etapa de legislatura, un “antes y un después” que en el caso de IU actuará desde el Gobierno y en la interlocución con el resto de actores progresista para superar la “desmoralización” y construir “una nueva esperanza para la mayoría social en forma de políticas más a la izquierda”.
Con ese objetivo, la formación impulsará un calendario de interlocución con los socios del Gobierno y con las fuerzas que apoyaron la investidura para presentar sus propuestas y exigir compromisos concretos.
Ahora bien, IU también marca límites. En un mensaje velado hacia Sumar, el documento advierte que “la interlocución de IU la representa IU”, y que las decisiones se adoptan en su seno orgánico, no en “espacios institucionales no orgánicos”.