Unai Sordo es reelegido secretario general de CC.OO. para un tercer y último mandato

Aquel joven de Baracaldo que empezó trabajando en el sector de la industria de la madera, que después se afilió a CC.OO. y fue escalando posiciones hasta sustituir a Ignacio Fernández Toxo al frente del sindicato en el 2017, ha sido reelegido esta mañana para un tercer mandato como secretario general. Una elección cantada porque era el único candidato y que le lleva a sus últimos cuatro años en la secretaría general por el límite que establecen los estatutos del sindicato.

Unai Sordo ha obtenido 693 votos a favor, 28 en blanco y ninguno en contra. Es un 96% de apoyo, tan contundente como esperado. Una trayectoria que coincide con la del responsable de UGT, Pepe Álvarez, que en noviembre también fue reelegido para un tercer y último periodo. Reina la continuidad al frente de las dos grandes fuerzas sindicales.

Un mandato de Unai Sordo que arranca en un contexto más que complejo, con las repercusiones de la crisis del PSOE por los casos de presunta corrupción. Se vio en la ausencia el viernes del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la jornada inaugural del Congreso, y se ha reflejado en la resolución aprobada este sábado en la que se reclaman “medidas taxativas ante cualquier caso de corrupción, afecte a quien afecte. A corruptos y a corruptores”.

“La mayoría de los obispos españoles se pasaron 40 años sin pedir ningún adelanto electoral”, dice Unai Sordo

En los deberes inmediatos que le esperan a Sordo y a CC.OO. destacan las dudas sobre la capacidad del Gobierno, en su actual situación de extrema debilidad, para aprobar medidas, como la reducción de la jornada laboral. Su suerte se decidirá en buena parte en julio cuando el Congreso vote la enmienda a la totalidad de Junts.

En este terreno, Sordo ha anunciado que van a organizar movilizaciones de manera inmediata junto con UGT para presionar y conseguir la aprobación de las 37,5 horas. “Es el siguiente reto, CC.OO. no se resigna a que fracase la tramitación de la ley”, ha dicho Sordo, añadiendo una crítica a la ministra de Hacienda por sus comentarios el viernes en el mismo Congreso de CC.OO. “No entiendo muy bien lo de a la segunda o la tercera que dijo la ministra María Jesús Montero”, ha añadido Sordo.

El lunes hablarán ya con UGT para conseguir que los grupos políticos, especialmente Junts, “sientan la presión de la calle”. La tesis es jugar con el apoyo social que tiene la medida, también en el electorado de Junts, para evidenciar el coste político de vetarla. Sin embargo, Sordo reconoce que la actual situación de crisis del Gobierno dificulta todavía más aprobar la norma. “Es una razón que puede radicalizar la postura de Junts”, ha dicho  en referencia a la posible tentación de marcar diferencias con un ejecutivo en crisis.

El secretario general también ha hecho un repaso a las tareas pendientes, como la vivienda, a la que ve como gran problema social pero también de freno a la creación de empleo, y la emigración, que califica de imparable y necesaria para la actividad económica. 

También ha lanzado un par de puyas a obispos y empresarios. A los miembros de la Iglesia, les reprochó su petición de convocatoria de elecciones, afirmando que “la mayoría de los obispos españoles se pasaron 40 años sin pedir ningún adelanto electoral”. Y a los empresarios, que cuando “digan que tienen puestos de trabajo sin gente que los ocupe, hablando en plata, que se aguanten”, en una referencia a la relación entre los sueldos y los precios de la vivienda.

Respecto a las declaraciones ya citadas de ayer  de la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afirmando que si no se aprobaba a la primera, se haría “a la segunda o la tercera”, han sido contestadas hoy no solo por Unai Sordo, sino también por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. 

Yolanda Díaz dice que la reducción de jornada tiene que salir “no a la tercera, sino a la primera”

Preente esta mañana en el Congreso, ha replicado a su compañera de Gobierno que “a la tercera no, a la primera” es cuando tiene que salir. En este sentido, Díaz ha hecho una comparativa con el proceso de aprobación de la reforma laboral en la anterior legislatura, con la de la reducción de la jornada en esta, dos procesos ciertamente tortuosos. 

El resultado, según la ministra, será el mismo. “Ahora os pido que le digamos a los que dicen que no saldrá la reducción de la jornada, que claro que va a salir”, ha dicho recordando además, lo que se auguraba sobre los supuestos efectos negativos de la aprobación de la reforma laboral, que no se han cumplido. Algo parecido pasará ahora, según Díaz, porque mantiene que las 37,5 horas “van a llegar al campo, a las mujeres, la hostelería y a todos los sectores productivos de nuestro país”. 

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