

Cualquiera que se haya acercado a la Ciutat de la Justicia de Barcelona nunca hubiera dicho que había huelga de jueces y fiscales. El vestíbulo estaba a rebosar y la cantina central que servía cafés y bocadillos estaba atestada de gente. Ha sido un paro muy discreto, que han seguido muy pocos y que ha provocado una alteración inapreciable de la actividad judicial. Los jueces que han secundado el paro se habían encargado de suspender las vistas durante los días previos y así han evitado las escenas de indignación de usuarios llegando al juzgado y enterándose allí mismo de que les habían aplazado el juicio. El bullicio de los juzgados desmentían las cifras que han proporcionado las asociaciones judiciales. En Catalunya y en Barcelona no ha habido un seguimiento de la huelga del 75%, de lo contrario la Ciutat de la Justicia habría estado desierta o se habría instalado en el caos, cosa que no ha ocurrido.
Sin embargo, no ha habido datos oficiales. Los que han secundado el paro no estaban obligados a inscribirse en ningún listado con lo que no ha habido un recuento fiable. El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya ha asegurado que como no había convocatoria oficial no daría datos sobre el seguimiento de la huelga. Tampoco el Decanato de Barcelona sabía decir cuántos juicios se han suspendido. Una Letrada de la Administración de Justicia subrayaba que en los juzgados de instancia han funcionado con total normalidad y destacaba que las suspensiones no eran achacables a la huelga sino a hechos de fuerza mayor.
El Col·legi de l’Advocacia de Barcelona ha recibido una única llamada de queja por la suspensión sin aviso de un juicio
Los jueces entre ellos tampoco comentaron los días previos quiénes harían huelga y quiénes no. “Es un tema tabú del que no hablamos entre nosotros”, comentaba un togado. El Col·legi de l’Advocacia de Barcelona ha confirmado que ha habido poco seguimiento y que han registrado apenas una única llamada de un abogado quejándose de que le habían suspendido un juicio. Otro afectado ha sido el decano de la institución, Jesús Sánchez que, por cierto, mañana dejará el cargo. “Después de trasladarnos de Barcelona a Mataró, se nos ha suspendido un juicio por la huelga. No nos ha avisado nadie hasta que estábamos allí. La ciudadanía y la abogacía también tenemos derechos. No cuesta nada avisar de la suspensión. Los derechos son de todos”, ha recriminado en una publicación en X. El Colegio de Procuradores también ha confirmado que la afectación ha sido mínima.
A falta de datos oficiales hay otros indicadores que corroboran que el paro ha sido cuanto menos discreto. Un informador que ayuda a los usuarios a encontrar su juzgado, ha destacado que había atendido a cuatro personas por la suspensión del juicio. Eduard Revilla, el encargado del bar de la Ciutat de la Justicia que saluda por el nombre a magistrados, fiscales y abogados, confirmaba lo mismo. “Pensaba que hoy lo notaría mucho, pero estamos trabajando más que nunca”. Al mediodía ya se le había agotado la Coca-cola. La Zero y la normal.