La manía por acciones tokenizadas crea riña entre Robinhood y OpenAI 

La plataforma financiera Robinhood lanzó el 30 de junio unas acciones tokenizadas que rastrean la valoración de la empresa creadora de ChatGPT, OpenAI, presentándolos como una representación digital de sus activos. Sin embargo, desde OpenAI han desmentido que esos tokens representen sus acciones, afirmando que no autorizó ni participó en la iniciativa. 

El 2 de julio, el equipo de OpenAI emitió un comunicado oficial a través de su cuenta de X:  

“Estos ‘tokens de OpenAI’ no son acciones de OpenAI. No hemos establecido una alianza con Robinhood, no estuvimos involucrados en esto y no lo respaldamos. Cualquier transferencia de acción de OpenAI requiere nuestra aprobación, y no aprobamos ninguna transferencia. Por favor, tengan cuidado”.  

OpenAI, empresa de inteligencia artificial. 

Esta declaración subraya la postura de OpenAI, que busca proteger su estructura corporativa y evitar malentendidos entre inversionistas. 

Por otro lado, Robinhood defendió su movimiento en un anuncio del mismo día:  

“Para cerrar nuestro reciente evento de criptomonedas, anunciamos una entrega limitada de tokens de acciones sobre OpenAI y SpaceX para clientes europeos elegibles. Estos tokens ofrecen a los inversores minoristas una exposición indirecta a los mercados privados, abriendo el acceso, y están habilitados por la participación accionaria de Robinhood en un vehículo de propósito especial”.  

Exchange de criptomonedas Robinhood.

La tokenización consiste en representar la propiedad o el valor de un activo (como acciones, bienes raíces o, en este caso, la valoración de una empresa privada) mediante tokens digitales en una red de criptomonedas.  

Estos tokens pueden negociarse como si fueran activos financieros, pero su valor depende de la estructura que los respalde. En el caso de Robinhood, los tokens de OpenAI no son acciones directas de la compañía, sino presuntos derivados de la participación que Robinhood posee en esa entidad. 

Esto explica por qué OpenAI rechaza su vínculo, ya que la equidad real (es decir, la propiedad accionaria) sigue bajo su control exclusivo.  

En ese sentido, Vlad Tenev, CEO de Robinhood, horas más tarde del comunicado de OpenAI, aclaró que, aunque estos tokens «no son técnicamente una acción», ofrecen a los inversionistas minoristas una exposición efectiva a estos activos privados.  

Tenev señaló que esta acción sienta las bases para algo mucho más grande, revelando que, tras el anuncio, numerosas empresas privadas han mostrado interés en unirse a la revolución de la tokenización. OpenAI, como empresa, no está listada en una bolsa de valores tradicional, como lo estarían las 200 empresas públicas que Robinhood también tokeniza.  

Los mercados privados son aquellos donde las transacciones de acciones o participaciones se realizan de forma restringida, generalmente entre inversores institucionales o acreditados, y no están abiertas al público general.

En este caso, Robinhood basa sus tokens de OpenAI en su propia participación en un vehículo de propósito especial (SPV), que deriva de una valoración estimada de OpenAI en este ámbito privado, no de una cotización pública oficial. 

La falta de aprobación de OpenAI podría conducir en cuestionamientos sobre la transparencia y la viabilidad de estos instrumentos en un mercado global que aún regula con cautela este tipo de innovaciones. 

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