
Aunque algunos de sus hijos estuvieron la semana pasada en la ostentosa y veneciana boda de Jeff Bezos, no hay constancia de que Donald Trump recibiera como regalo algún souvenir de la ciudad de los canales. Ni tampoco de que sus vástagos le hayan regalado, o él haya leído, El mercader de Venecia, obra de finales del siglo XVI escrita por William Shakespeare. Ya dijo en La Vanguardia el periodista Robert D. Kaplan que el presidente de EE.UU. ”no lee libros”. Así, su alegato de ignorancia respecto al término shylocks puede pasar por bueno.
Durante un mitin en Des Moines (Iowa), Trump atacó a los banqueros y lo hizo utilizando un término que es una bandera roja para la cultura y religión judía. Se refirió a ellos como shylocks, un vocablo de origen literario, traducible al castellano como usurero, y asociado, en concreto a las personas de religión judía, en el prejuicio de la peor cara del prestamista. De vuelta a la Casa Blanca, se le preguntó por esa palabra, y respondió que representa a “alguien que presta dinero a altas tasas. No sabía que era antisemita”.
Un insulto con raíz shakespereana
El término nace de un personaje shakespereano, Shylock, el usurero judío de El mercader de Venecia. La obra trata de cómo el prestamista quiere cobrar a su adeudado en unos términos imposibles: una libra de su propia carne. Al final, se le permite el cobro, pero se le advierte de que será castigado si, llevándose esa libra de carne, derrama una sola gota de sangre del deudor.
El término, el EE.UU., rompe la frontera del respeto. Al punto que cuando se grabó la obra para el cine en los años 2000, con Al Pacino interpretando a Shylock, se añadió una escena para mostrar el drama del prestamista, forzado a convertirse al cristianismo en el texto de Shakespeare. La escena mostraba a Shylock, ya despojado de su religión, llorando al ver cómo las puertas de la sinagoga se le cerraban.
Los cíclicos deslices del Presidente
No es la primera vez que Trump comete un desliz de este tipo. También dijo que los judíos que votasen a un demócrata eran “desleales” (agosto de 2019), calificó de “países de mierda” (enero de 2018) al referirse a Haití, Honduras o El Salvador —donde ahora envía a los ilegales que detiene en EE.UU.— o habló de situaciones de poder en las que podía agarrar por la entrepierna a mujeres (“grab’em by the pussy”).
La Liga Antidifamación ha condenado el uso del término shylock por parte del presidente Donald Trump, afirmando que el mandatario estaba recurriendo a un “insulto antisemita con siglos de antigüedad”. El Consejo Judío para Asuntos Públicos, una organización progresista, también condenó s los comentarios de Trump, afirmando en un comunicado que el uso de esa palabra por parte del presidente “no es un accidente”. El congresista demócrata Daniel Goodman, representante de Nueva York, calificó las palabras de Trump de “antisemitismo flagrante y vil”.