Modificar el diseño del impuesto sobre sucesiones y donaciones para armonizarlo, de forma que las bonificaciones actuales desaparecieran, podría generar un incremento de la recaudación superior a los 10.000 millones, según estimaciones realizadas por el Banco de España. El Ministerio de Hacienda no ha planteado, al menos de momento, estos cambios tributarios. Mientras, la Comunidad de Madrid ha ampliado esta misma semana las rebajas fiscales a hermanos, tíos y sobrinos.
El ejercicio teórico ha sido planteado en un artículo firmado por Isabel Micó y Roberto Ramos, integrantes del departamento de análisis de economía española del supervisor financiero. La simulación toma como referencia la normativa del impuesto sobre sucesiones y donaciones en vigor en el 2022 y a ese escenario le aplican varias reformas: eliminar las bonificaciones de comunidades autónomas como Madrid y Andalucía, aplicar una tarifa unificada a nivel estatal y unificar las reducciones de parentesco. La conclusión de la propuesta es que los ingresos del citado impuesto sobre las herencias se incrementarían hasta el 0,74% del PIB.

El artículo publicado por el Banco de España recuerda que en el 2023 los ingresos públicos asociados a sucesiones y donaciones alcanzaron el 0,23% del PIB en España. Por tanto, con los cambios propuestos por los dos expertos citados, la recaudación podría aumentar 0,5 puntos porcentuales de PIB, hasta el citado 0,74%.
Esta cuantificación, advierte el estudio, parte del supuesto de que las modificaciones introducidas en el tributo, en caso de que algún día se decida, no provocarían cambios sustanciales en el comportamiento de los agentes económicos.
Catalunya, Baleares, Asturias y La Rioja aportan el 0,3% del PIB; Madrid y Andalucía tienen ayudas
El impuesto sobre sucesiones y donaciones es un tributo que, desde el 1996, está cedido a las comunidades autónomas y sobre el que estas tienen capacidad normativa. En particular, los territorios tienen potestad para modificar los parámetros del impuesto establecidos en la normativa de ámbito estatal. Por ello algunos han decidido regular la escala de gravamen, las reducciones por parentesco o las bonificaciones sobre la cuota, provocando una merma en los ingresos.

La radiografía del impuesto sobre sucesiones y donaciones arrojaba en el 2023 una fotografía en la que los ingresos más elevados correspondieron a Catalunya, Baleares, Asturias y La Rioja. Las cuatro autonomías recaudaron más del 0,3% del PIB con el tributo. En el otro extremo, Extremadura, Andalucía y Murcia obtuvieron los menores niveles de recaudación de las comunidades de régimen común, por debajo del 0,15% del PIB.
Madrid, Andalucía, Cantabria, Castilla y León, Extremadura y Murcia cuentan actualmente en su normativa autonómica con bonificaciones a la cuota tributaria de un 99% para sucesores del grupo II, esto es, descendientes y adoptados mayores de 21 años, cónyuges y ascendientes. En Cantabria ascienden al 100%.
La recaudación española del impuesto por heredar o suceder supera al promedio de la UE, que es del 0,15% del PIB. Los países donde el tributo genera más ingresos son Francia y Bélgica (0,8 y 0,6% del PIB, respectivamente), mientras que Alemania y Dinamarca se sitúan en un nivel similar al de España. Portugal, Austria o Suecia no disponen de este impuesto en su sistema fiscal.