La megalomanía de algunos líderes mundiales parece estar contagiándose a determinadas instituciones. Mientras muchos países, como Canadá, luchan contra grandes incendios que asolan sus territorios magnificados por la emergencia climática, otros, como EE.UU., están más preocupados por la afectación que tendrán estos sobre su forma de disfrutar el verano.
Un grupo de congresistas republicanos —Tom Tiffany y Glenn Grothman por Wisconsin; y Brad Finstad, Pete Stauber, Tom Emmer y Michelle Fischbach por Minnesota— remitió el pasado lunes una carta a la embajadora canadiense en el país, Kirsten Hillman, para preguntarle las actuaciones que llevará a cabo el país vecino para luchar contra los incendios e impedir así que el humo llegue a las ciudades de EE.UU., como pasó en 2023, y “dificulte las actividades” del verano.

“En nuestra zona, los meses de verano son la mejor época del año para pasar tiempo al aire libre, recrearse, disfrutar con la familia y crear nuevos recuerdos, pero el humo de los incendios forestales dificulta todas estas actividades”, denuncian los republicanos en la polémica misiva. Los congresistas se muestran preocupados, al entrar “en el pico de la temporada de incendios”, se preguntan “cómo plantea su gobierno mitigar los incendios forestales y el humo que se desplaza hacia el sur”.
Los republicanos afirman estar dirigiéndose a la diplomática “en nombre de nuestros electores, quienes han tenido que lidiar con el sofocante humo de los incendios forestales canadienses”. Como argumento, además, apuntan que los de este 2025 parecen seguir la senda de los fuegos de 2023, cuando Canadá registró su peor año por lo que a incendios forestales se refiere.
Los incendios de “sexta generación” se caracterizan por su “intensidad, velocidad y dinámica compleja” y su comportamiento “extremadamente violento e impredecible”
En respuesta a la polémica misiva, la Embajada de Canadá en EE.UU. afirmó en un comunicado que el país “se toma muy en serio la prevención, la respuesta y la mitigación de los incendios forestales”. Además, Recursos Naturales de Canadá informó a la cadena CBC News que “los bomberos, el personal de primera respuesta y los voluntarios incansablemente para proteger vidas y propiedades canadienses continúan trabajando” de los incendios forestales actuales.
Tanto en 2023 como en 2024, el porcentaje de incendios provocados por causas naturales como los rayos durante tormentas eléctricas fue mayor que los que surgieron provocados por la mano del hombre. Así lo reflejan los datos del Canadian National Fire Database. Pese a ello, los congresistas apuntan no solo a “la falta de gestión forestal activa” de las autoridades canadienses como factor clave del problema, sino a los “incendios provocados”.
“Con toda la tecnología disponible, tanto para prevenir como para combatir los incendios forestales, esta preocupante tendencia puede revertirse si se toman las medidas adecuadas”, teorizan los republicanos, señalando, además, que “nuestros electores han tenido dificultades para salir y respirar con seguridad debido a la peligrosa calidad del aire generada por el humo”.
Junio de 2025
Al menos dos muertos y más de 33.000 desplazados por culpa de los incendios
La campaña de incendios de este 2025 está siendo también devastadora. A principios de junio, 33.400 personas se vieron obligadas a evacuar sus hogares en tres provincias canadienses debido a los incendios forestales activos. Dos personas murieron por causas atribuibles ambos a los incendios. Además, el humo llegó a EE.UU. y también hasta Europa.
Se declaró el estado de emergencia en las provincias de Manitoba y Saskatchewan. Solo en Manitoba, unas 17.000 personas recibieron órdenes de evacuación, relataban medios locales. “Esta es la mayor evacuación que haya visto en la historia reciente”, declaró el primer ministro de la provincia, Wab Kinew, durante una conferencia de prensa el 29 de mayo.
2023
Más de 6.500 incendios calcinaron más de 18 millones de hectáreas en Canadá
En la memoria de los canadienses están los más de 6.500 fuegos de 2023. Aquellos incendios calcinaron cerca de 18,5 millones de hectáreas, provocó la muerte de ocho personas y obligó a evacuar entre 185.000 y 232.000. Además, los fuertes vientos provocaron que el denso humo de los incendios llegara a opacar por completo el cielo de ciudades de EE.UU. como Nueva York.

Nueva York desaparece engullida por el humo de los incendios de Canadá
Los incendios forestales son cada vez más virulentos e impredecibles. Así lo señalan expertos como Ramón Maria Bosch, coordinador del comité especializado en incendios forestales de la Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios (Tecnifuego). Estos fuegos “de sexta generación” como el de Lleida, que quemó más de 5.000 hectáreas, o el de Tarragona, que obligó a confinar a más de 18.000 personas, cada vez más comunes. Se caracterizan por su “intensidad, velocidad y dinámica compleja” y su comportamiento “extremadamente violento e impredecible”.
Estos fenómenos “generan su propia meteorología”, como afirma el decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, Eduardo Tolosana. Es decir, que tienen capacidad de formar vientos, rayos o tormentas, lo que se conoce como pirocúmulos.