La UE tiene listas las contramedidas en caso de que Trump rechace el acuerdo

Hace días que el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos depende de la voluntad de una sola persona, que ocupa el Despacho Oval de la Casa Blanca. En Bruselas aumentaban el viernes los nervios a la espera de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comunicase de alguna manera su parecer sobre el resultado de los tres meses de negociaciones entre ambos lados del Atlántico para alcanzar una solución a la guerra comercial.

Pero de momento, no ha llegado ni la carta que prometió el magnate para anunciar los nuevos aranceles ni ningún mensaje al respecto en Truth Social, su propia red social, cuya web están constantemente comprobando en la capital comunitaria. Tampoco hubo mensajes del encargado de las negociaciones por la parte europea, el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, que el miércoles se mostraba convencido ante el Parlamento Europeo que Europa estaba lista para firmar un acuerdo, “incluso en los próximos días”, y no esperar hasta el 1 de agosto, la nueva fecha a la que Washington ha pospuesto el límite para alcanzar una solución acordada.

Por si fuera el caso, la Comisión Europea ya tiene listos sus dos paquetes de contramedidas para responder a EE.UU. en caso de que Trump cambie de parecer y decida ir al enfrentamiento abierto. El primer paquete, valorado en 21.000 millones de euros, es el que formularon en respuesta a los primeros aranceles de EE.UU., sobre el acero y el aluminio –entonces del 25%, ahora del 50%–, y cuya aplicación fue suspendida para dar espacio a las negociaciones.

La segunda lista es la que propuso la Comisión Europea para contrarrestar los llamados aranceles “recíprocos” y las tarifas sobre los coches, con un valor rebajado de los 95.000 millones iniciales a los 72.000 millones en exportaciones de EE.UU.. El recorte, ya esperado, se ha hecho tras sendas consultas con la industria y con los Estados miembros. A la espera de comprobar la lista final, la propuesta europea planteaba tasas a la aviación, los motores o el conocido bourbon estadounidense.

La Comisión se abre a aplazar la suspensión del primer paquete de respuesta si se requiere más tiempo

La suspensión de este primer paquete de contramedidas expira en la madrugada del próximo martes, cuando si no hay acuerdo entrarían automáticamente en vigor. Eso podría cambiar fácilmente en cualquier momento, también ante la posibilidad de que para entonces Trump no se haya decidido y se necesite más tiempo para negociar. “Básicamente, si toma una decisión política para extender la suspensión, entonces extenderemos la suspensión”, indicó el portavoz de Comercio de la Comisión Europea, Olof Gill.

La semana comenzó con optimismo en Bruselas después de una nueva llamada entre Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que al parecer fue muy bien. Todo parecía apuntar que el mismo miércoles, el día en que supuestamente se habían marcado ambas partes para cerrar esta saga, se anunciaría un principio de acuerdo, un marco fundacional sobre el que seguir trabajando, que contaría con unas tres o cuatro páginas. Algo ha debido suceder, pero en Bruselas siguen confiados en que es cuestión de días que salga.

En un principio se asumía que la UE iba a tener que aceptar las tarifas base del 10%, con algunas excepciones para la aviación o las bebidas alcohólicas –aunque ayer el sector del vino francés expresaba preocupaciones por quedar fuera–. A la vez, las últimas negociaciones iban encaminadas a preservar sectores que Trump quiere castigar especialmente: los coches, el acero, el aluminio, los productos farmacéuticos y los semiconductores.

La pregunta ahora mismo es si habrá fumata blanca antes del lunes, cuando los ministros responsables de Comercio de los Veintisiete tienen una reunión en Bruselas que estaría sobre todo centrada en estas negociaciones. Mucho cambiaría si para entonces Trump ya diera el visto bueno, porque sería la oportunidad en que también las capitales comunitarias –con las que la Comisión ha mantenido un estrecho contacto en todo momento– formulasen su bendición.

Fuentes diplomáticas insisten en la imprevisibilidad del presidente y no excluyen sorpresas

Fuentes diplomáticas en Bruselas insisten en la imprevisibilidad del presidente, marca de la casa. “Nadie espera que un pacto implique que nada nuevo pueda llegar en un futuro”, apuntan las mismas fuentes sobre el autor de El arte de la negociación .

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