Del turismo de compras a destino de vacaciones

Las colas en la frontera con España para comprar azúcar, tabaco o perfumes son recuerdos del pasado en Andorra. Los cambios de hábitos de consumo y la evolución de la demanda han obligado al principado a iniciar un proceso para transformar su modelo turístico y comercial con el objetivo de situar el principado como destino de vacaciones durante todo el año.

Por un lado, se busca desestacionalizar la actividad para distribuir las llegadas más allá de los meses de invierno, con un turismo de nieve ya muy consolidado. Por otro, ampliar y elevar el valor de la oferta para atraer un perfil de viajero distinto, que no sólo visite el país, sino que pernocte en él y aumente el gasto turístico. El proceso es crucial para una economía en el que el turismo, junto con el comercio, representa aproximadamente el 60% del PIB directo e indirecto.

El año pasado Andorra batió su propio récord de llegadas, con casi diez millones de visitas

Este cambio cogió velocidad tras la pandemia y, a tenor de las cifras, empieza a dar sus frutos. En los últimos tres años ha ganado un 16% más de visitantes, con un récord de casi diez millones de personas el año pasado.

El mes con más llegadas no coincidió, además, con el invierno. Fue agosto el periodo en el que más personas recibió Andorra, con 534.000 viajeros. Se trata de un indicativo de que el destino empieza a percibirse como lugar vacacional que no sólo ofrece esquí.

Pero además de las visitas, tanto el Gobierno andorrano como los empresarios se han enfocado en incrementar el número de pernoctaciones y mejorar así el ticket medio. También la cantidad de personas que pasan al menos una noche en el principado crece. Durante todo el 2024 pernoctaron en alguno de los establecimientos andorranos un total de 4,1 millones de turistas, un 2,9% más que el año anterior. Durante la temporada de verano, las estancias de al menos una noche avanzaron asimismo un 3%, hasta los 1,5 millones de viajeros.

Turismo, restauración y comercio aportan el 60% del PIB del país tanto de forma directa como indirecta

La apuesta por una oferta y una experiencia más prémium ha conllevado también una progresiva variación del perfil de turistas. El primero, el aumento de visitantes procedentes de países más lejanos, que han aumentado un 13,4% el último año. España se mantiene, no obstante, como el primer mercado emisor, con un 43% de todos los visitantes –tanto los que pernoctan como los que no–, seguido de Francia (42%) y el resto de países. Del total de visitantes, el 57% son viajeros de un día, mientras que el 43% se considera turista, es decir, viajeros que como mínimo pasan una noche en el país. En la última década, este perfil ha subido un 73%, lo que, de nuevo, ilustra la tendencia a considerar Andorra como un destino de vacaciones y no únicamente de visita.

Uno de los mecanismos para alcanzar este objetivo ha sido el aumento y reposicionamiento de la oferta de restauración, comercial y hotelera. Entre las estrategias más relevantes, destaca el lanzamiento del sello Andorra Selected, que distingue los establecimientos y servicios de un segmento prémium y orientado hacia el lujo. Este sello incluye alojamientos, experiencias enogastronómicas, actividades culturales, de deporte y ocio, bienestar y belleza y servicios de transporte.

Los esfuerzos se centran en diversificar el perfil de viajero y la oferta, con foco en el segmento prémium

De momento, la distinción incluye 27 miembros: siete hoteles, siete restaurantes, nueve tiendas, dos empresas de servicios deportivos o de ocio y otras dos empresas dedicadas al transporte. Los miembros pasan dos inspecciones públicas al año para comprobar que cumplen los requisitos exigidos.

De esta manera, explican desde Andorra Turisme, tratan de internacionalizar el perfil de turista y alargar las estancias, el gran caballo de batalla.

La diversificación de ofertas está asimismo encima de la mesa. El principado ha hecho un esfuerzo por impulsar la oferta cultural, con festivales de música como el ClàssicAnd este verano, o las estancia del Cirque du Soleil. En la parte deportiva, al esquí se le ha añadido el ciclismo. Este verano, de hecho, acogerá la copa del mundo de BTT, una nueva etapa de la Vuelta o una primera competición propia.

El éxito de estas iniciativas será crucial para una economía que tiene en el turismo su principal motor.

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