El crecimiento de la economía española se acelera gracias a un consumo e inversión que maquillan el menor crecimiento del comercio internacional, en un contexto de mayor incertidumbre por los aranceles. En el segundo trimestre del año el PIB avanzó un 0,7% intertrimestral, una décima más que el registro previo, según el dato avanzado publicado este martes por el INE. En términos interanuales se crece el 2,8%, cifra que se mantiene estable. Así, se aguanta el contexto adverso.

Trabajadores en una obra en Sevilla
La demanda interna tira del carro, apoyada en el consumo y la inversión, tanto productiva como en construcción. Contrarrestan la debilidad de las exportaciones, afectadas por la incertidumbre arancelaria. El consumo total crece el doble, un 0,6% trimestral. El de las familias, en un momento de buen tono laboral y repunte salarial, trepa un 0,8%, tres décimas más. Por su parte, la inversión de las empresas aumenta un 2,1%, nueve décimas más, y en la construcción remonta un 1,6%, ocho décimas menos. El gasto público sigue en contracción y cae un 0,1%, tras los fuertes crecimientos recientes.
Al combinar estas cifras, la demanda nacional contribuye con 0,9 puntos al crecimiento intertrimestral. En el lado contrario, la demanda externa resta una décima. Pesan unas exportaciones que crecen seis décimas menos, un 1,1%, y unas importaciones que van a mayor ritmo (+1,7%). En abril el presidente de los EE.UU., Donald Trump, anunció aranceles a todo el planeta y desató una era de incertidumbre entre amenazas, pausas y acuerdos.
“El crecimiento ha sorprendido, es un buen dato y mayor al esperado. Tiene una composición más sana, se sustenta menos que en años anteriores en el gasto público y más en la inversión, que se recupera tras estancarse tras la pandemia. También en un consumo privado que sigue creciendo”, comenta María Jesús Fernández, economista sénior de Funcas. Todo ello permite resistir los vientos en contra. “Da la sensación que la incertidumbre no ha afectado, porque la variable donde más podría hacerlo sería en la inversión y no se ha visto”, expone.
Por sectores, el valor añadido bruto de la construcción avanza un 1,5%, un punto más, la más dinámica. “Está creciendo a un ritmo fuerte por la falta total de oferta y la demanda al alza”, expone Francisco Puértolas, profesor de EAE Business School. Los servicios trepan un 1,2%, otro punto más, impulsados por el comercio, transporte y hostelería, que más que duplican su repunte al 2,6%. Por su parte, la industria crece el 0,8% en valor, tres décimas menos que el trimestre previo, gracias a los fondos europeos, cree Puértolas. El sector primario se contrae el 9,5%, tras el fuerte crecimiento del 8,3% previo. Desde Funcas señalan que el turismo sigue con crecimientos a tasas “más moderadas”.
El sector exterior resta: las exportaciones crecen un 1,1%, por debajo del trimestre previo, y las importaciones suben más
“La economía mantiene su dinamismo, mantiene su pulso económico, compatible con una recuperación del poder adquisitivo, una mejora de los salarios y de la productividad”, ha planteado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.
En este sentido, la fortaleza se las tendrá que ver con una coyuntura más difícil a partir de ahora, con los aranceles del 15% instalados tras el acuerdo entre la UE y EE.UU. Sectores como la alimentación o las bebidas han advertido ya que el pacto les supondrá pérdidas. “En el segundo trimestre, con la aportación negativa de las exportaciones, ha podido pesar la incertidumbre y los aranceles”, valora Puértolas. Citando informes de mercado plantea que el crecimiento se puede ver afectado en dos décimas los próximos trimestres.
España mantiene en cualquier caso un crecimiento mayor al de sus socios de la eurozona. Según Reuters, los analistas esperan un crecimiento del 0,1% en Francia e Italia y una contracción del 0,1% en Alemania este trimestre.
Lupa en la productividad
El crecimiento de la economía, que rondaría el 2,6% este año según la previsión actual del Ejecutivo, se combina con unas cifras récord en el mercado laboral. Al cierre del segundo trimestre se llegó a los 22 millones de ocupados, según la EPA de la semana pasada.
Las fuentes consultadas plantean en este frente que se crece en personas trabajando, pero no se avanza tanto en la productividad u horas trabajadas por persona. Fernández señala que podría indicar que “parte del crecimiento del empleo es para cubrir horas que se dejan de hacer” por ausencias en el trabajo o bajas. El INE detalla que se creció un 0,8% en puestos de trabajo, pero las horas efectivamente trabajadas crecen un 0,3%. La productividad por empleo a tiempo completo cae un 0,7% en términos anuales.