Hay retribuciones que son de agradecimiento por los servicios prestados y otras preventivas, como este caso, que consiste en “mantener las energías de Elon enfocadas”.
Esta es la razón por la que Tesla, la firma de coches eléctricos en posición tambaleante precisamente por culpa de su alma mater, argumentó este lunes para aprobar la concesión de acciones de la empresa a Elon Musk, su fundador y jefe ejecutivo, por valor de 29.000 millones de dólares.
La iniciativa, que consiste en otorgarle 96 millones de acciones, pretende “de buena fe” que el ya mega rico emprendedor siga al frente de la compañía mientras continúa la disputa judicial en el tribunal de Delaware, que llevó a anular la compensación de unos 56.000 millones que la junta de Tesla aprobó en el 2018. La juez dictaminó en el 2024 que esa cantidad era del todo injusta para los accionistas de la empresa.
Un accionista de Tesla ya había impugnado ante la Justicia un paquete de compensación parecido en el 2018
La compañía subrayó ahora que Musk podría acceder a estan ueva retribución después de dos años de “prestar servicio en el puesto de máximo liderazgo”. Esto significa que solo se confirmaría la indemnización si está en el cargo hasta el 2027. También significa aceptar un periodo de tenencia de cinco años, excepto para el pago de impuestos o el precio de compra. Son las únicas condiciones que imponen a al jefe ejecutivo.
El regalo, como muchos lo denomina, representa un incremento salaria extraordinario para Musk, el hombre más rico del mundo con un patrimonio de 350.000 millones de dólares, según Bloomberg. Musk deberá pagar primero a Tesla 23,34 dólares por cada acción restringida que se consolide, lo que equivale al precio de ejercicio por acción del paquete salarial de 2018 que se le dio como CEO de la compañía. A 1 de agosto, la acción de Tesla en la Bolsa de Nueva York cotiza a 302,63 dólares.
Esta compensación no llega precisamente en un momento de vacas gordas. Las ventas y ganancias de Tesla han caído de manera notable y la empresa está perdiendo cuota de mercado en buena medida por el comportamiento de su líder. Su implicación con la extrema derecha y su efímero cargo en el gobierno Trump ha espantado a muchos compradores liberales, mucho más dispuestos que los conservadores a adquirir un vehículo eléctrico.
Datos recopilados por S&P Global Mobility muestran que la lealtad de los clientes con Tesla tuvo su pico en el 2024, cuando el 73% de los hogares propietarios de un Tesla que buscaban un coche nuevo compraron otro Tesla. Pero una vez que Musk entró en el gobierno se produjo un derrumbe. La lealtad cayó al 49% en marzo. Una vez que su fundador abandonó la administración de Washington, ha habido un repunte hasta el 57%, pero todavía lejos de su máximo.
La decisión de la junta directiva alimentó las críticas por cuanto sus miembros, entre los que figuran amigos cercanos y el hermano de Musk, no está actuando como un mecanismo de control de su líder.
El voluble multimillonario, cuyo imperio industrial incluye cohetes y naves espaciales, negocios de inteligencia artificial, robots o de implantes cerebrales, sugirió en julio que quería más acciones de Tesla, además del 13% que están bajo su posesión, para evitar su derrocamiento por parte de lo que denominó “accionistas activistas”.
Como sostuvo en una conferencia con analistas, esto era “una gran preocupación”. Musk, con su 13%, es el mayor accionista de esta sociedad, cuyo principal proyecto en la actualidad consiste en el lanzamiento de los robotaxis o coches autónomos de servicio público.
Este nuevo premio está diseñado para que gradualmente se vaya incrementando el poder del voto de Musk, algo que de forma consistente los miembros de la junta de accionistas han asegurado que es clave para que su director se centre en la misión de Tesla.
“Si bien reconocemos que las iniciativas empresariales de Elon, sus intereses y otras demandas potenciales de su tiempo y atención son amplios y de alcance, tenemos plena confianza de que esta recompensa le incentivará a permanecer en Tesla”, señaló el comité en la presentación del documento regulatorio sobre el acuerdo.
