La Solana-Ciudad Real, duelo decisivo en la carrera por el ascenso

Todo está listo para un derbi provincial con todos los ingredientes. La Solana y Ciudad Real dirimen un duelo de máximo interés por razones obvias, habida cuenta de una clasificación que podría marcar un punto de inflexión después del domingo, y no sólo por lo que suceda en este encuentro. Hay más partidos que pueden marcar un antes y un después. Pero ninguno más atractivo que el que espera La Moheda a partir de las 4,30.

La Solana llega con buen ánimo. La victoria en Motilla, lograda con enorme autoridad, ha devuelto la confianza tras el pinchazo ante el Daimiel. Y es que los amarillos quieren más, tienen hambre. El equipo está listo para seguir haciendo de La Moheda un fortín, y el domingo es de esos partidos donde uno se gradúa.

El Ciudad Real será el obstáculo, un fabuloso obstáculo. El equipo de Javi Hernández está firmando una gran temporada y a estas alturas nada es casual. El club capitalino de nuevo cuño tiene jugadores contrastados y una interesante dosis de juventud que le han permitido partir la pana hasta el domingo pasado, donde fueron abordados contra pronóstico por el aguerrido Mota del Cuervo, uno de esos típicos equipos incómodos. He ahí la gran duda, cómo afectará esa derrota y la pérdida del liderato. Por lo demás, el domingo visita La Moheda uno de los auténticos gallitos del grupo.

Enfrente estará La Solana, una roca en su feudo, pero ni mucho menos invulnerable. La mala noticia, muy mala, es la baja de Capelo. El extremo solanero está sancionado por acumulación de amonestaciones y será una baja muy sensible. También sigue en el dique seco Toni Huertas, aunque el meta se recupera a marchas forzadas de su fractura de clavícula y su sustituto, el menudo Pedro, está demostrando solvencia. La buena noticia es el regreso de José Pedro, un fino estilista que el equipo necesita más que nunca. La duda es cómo colocará sus piezas Ángel Izquierdo sobre el helado tablero verde de La Moheda, que no estará para florituras.

Por cierto, nadie en la plantilla esconde que aún escuece aquel 7-3 de la ida en el Rey Juan Carlos. Fue la cuarta derrota consecutiva en aquel horrible arranque liguero de los amarillos. Desde entonces, La Solana sólo ha perdido un partido de los 16 siguientes. La sana revancha deportiva está servida.

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